El pasado 7 de abril, el excanciller alemán Gerhard Schröder cumplió 78 años. Fue presidente de Baja Sajonia entre 1990 y 1998, y séptimo canciller en Alemania, desde octubre 1998 hasta noviembre de 2005.

Hoy Schröder ya no es ciudadano honorario de Hannover, la capital de ese estado federado, y además dimitió del equipo de fútbol Hannover 96. Así lo quiso el club. El excanciller socialdemócrata se ha aislado por su persistente negativa a renunciar a sus puestos en el consejo de supervisión de la industria energética rusa, y a distanciarse del presidente Vladimir Putin.

Prohibido entrar en locales en Norderney

Y es que Schröder ni goza ya de la simpatía de la opinión pública, ni es bienvenido en todas partes. De vacaciones con su quinta esposa, So-yeon Schröder-Kim, en la isla de Norderney, en el Mar del Norte, a principios de mayo, el propietario de varios locales le prohibió entrar a los mismos.

En un conocido restaurante berlinés, «StäV”, donde servían un filete en su honor, el Altkanzlerfilet (filete del antiguo canciller), borraron ese plato del menú, y también quitaron su foto de la pared.

¿Reducción de presupuesto para el excanciller?

En Berlín, el gobierno ya se había distanciado de él hace tiempo, y ahora estudia si es posible reducir la dotación que se le otorga por su título de excanciller, es decir, sus oficinas, financiadas por el dinero de los contribuyentes, el personal a su disposición, así como su automóvil de servicio. Según un informe concedido a la fracción de La Izquierda en el Parlamento alemán, los costos de personal para Gerhard Schröder ascienden a cerca de medio millón de euros anuales.

Aunque, de hecho, Schröder ya no tiene empleados en su oficina, porque todos rescindieron sus contratos a principios de marzo. El Partido Demócrata Liberal (FDP) incluso pide que se le retire toda la dotación.  «Queremos ir contra los grupos que se benefician del sistema de Putin. Y por ello es coherente evaluar la relevancia de Schröder para dicho sistema”, dijo Bijan Djir-Sarai, secretario general del FDP. Reinhard Bütikofer, eurodiputado de Los Verdes, solicitó dictar sanciones contra Schröder.

¿Prohibir actividades en la industria energética rusa?

El New York Times, diario al que Gerhard Schröder concedió recientemente una larga entrevista, escribió que el excanciller gana alrededor de un millón de euros con su puesto en la industria energética rusa. En 2005, poco después de dejar el cargo de gobierno en Alemania, se incorporó a la empresa Nord Stream. Todavía sigue siendo el presidente del consejo de accionistas, jefe de la junta de supervisión de Rosneft y presidente de la junta directiva de Nord Stream 2 AG.

Según, el diputado de la conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU), Thomas Heilmann, «es relativamente fácil de hacer emitiendo la correspondiente prohibición de actividades».

En el Partido Socialdemócrata alemán (SPD) llevan meses intentando que Gerhard Schröder renuncie a sus cargos. El excanciller siempre ha querido hacerlo todo a su manera. El líder del SPD, Lars Klingbeil, lo critica, escribiendo en las redes sociales: «Uno no hace negocios con un agresor, con un belicista como Putin. Como excanciller, nunca se actúa de manera totalmente privada. Y sobre todo no en una situación como la actual».

Schröder no ha reaccionado a las críticas de su partido. Entre tanto, ya hay 14 solicitudes para que se lo expulse del SPD, pero eso implica un proceso complicado. En palabras de Lars Klingbeil: «Me hubiera gustado que Gerhard Schröder se pusiera del lado correcto de la historia. Pero eligió el equivocado».

¿Cambio de personalidad y alcohol?

En la entrevista del New York Times, Schröder defendió a Putin contra las acusaciones de la masacre de civiles en Bucha. Dijo al periodista que lo entrevistó que las órdenes no vinieron de Putin, sino «de niveles inferiores». Aparentemente, el excanciller no sabía que Putin otorgó después medallas a los soldados que estaban desplegados en Bucha. El exministro de Justicia de Baja Sajonia Christian Pfeiffer, amigo del excanciller desde hace mucho tiempo, cree que «el hombre que vemos ahora ya no es el Gerhard Schröder que recordábamos de su época como canciller».

Además, los medios especulan sobre el consumo de alcohol de Gerhard Schöder, después de que en el artículo del NYT se leyera que Schröder bebió grandes cantidades de vino blanco durante la entrevista.

En 2020, dos años después de su boda, So-yeon Schröder-Kim dijo en un programa de entrevistas de la cadena alemana NDR que su esposo le había prometido, antes del matrimonio, que solo bebería dos copas de vino al día en el futuro. Él lo cumple, «con algunas excepciones”, afirmó.

Gerhard Schröder: la profunda caída de un excanciller