Después de 20 años de prédica socialista, la empresa privada es la segunda institución mejor evaluada por los venezolanos, luego de la Iglesia Católica, según un reciente sondeo de Datanálisis; y vive «un momento estelar», según afirmó el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, en un documental titulado Los empresarios venezolanos le hablan al país, producido y narrado por Luis Olavarrieta.
La explicación a esto se encuentra en la propia realidad: tras dos décadas, la empresa privada funciona mucho mejor que la pública, sus trabajadores tienen mejores sueldos y los empresarios, desde el más grande hasta el más pequeño, producen mayor valor, económico y social, que la alternativa estatal, según señalaron cuatro destacados dirigentes empresariales al periodista.
La popularidad de la Iglesia Católica es de 60,3% y la de los empresarios es de 47%, según la encuesta, y esto obedece a que entre los venezolanos “sigue prevaleciendo un sentimiento emprendedor y de libertad (…) a pesar de un modelo impuesto que ya lleva 20 años”, señala el presidente de Fedecámaras, Ricardo Cussano.
“Los venezolanos han entendido que el derecho de propiedad, el derecho a la iniciativa, son los que llevan a otros derechos, como son el derecho a la vida, la educación o la salud”, señaló el presidente de la cúpula empresarial venezolana.
La empresa privada da un ejemplo durante la pandemia
Su colega y presidente de Conindustria, el gremio de los industriales, señala que en la pandemia se ha hecho patente el gran servicio que presta la empresa privada al país, de una manera muy sencilla: manteniendo la producción en los anaqueles a pesar de todas las dificultades.
“Eso es lo que el venezolano ve, como el empresario lucha todos los días, contra todas las adversidades, por tener abiertos esos portones”, reafirma Adán Celis. Agrega que los venezolanos también ven que “somos los que cumplimos lo que decimos (…) los colaboradores nuestros, en el sector privado, están en muchísimas mejores condiciones que los que están en el sector público”.
En tanto, Aquiles Hopkins, presidente de la Federación Agrícola de Venezuela (Fedeagro), indica que al empresario venezolano, entendido este, en su caso, como un productor agrícola, se le ha abierto una ventana de oportunidades: “la Venezuela que vivía del petróleo no la vamos a ver más (…) el papá Estado se acabó, y la oportunidad es que el consumo de alimentos en el mundo va a crecer 50% en 2050”.
A su vez, Olavarrieta destaca que el compromiso social de la empresa privada venezolana no se ha detenido: cita ejemplos como el de Frigilux, que ha colaborado con las necesidades de salud de miles de venezolanos, apoyando con el costo de sus tratamientos médicos.
Realmente Los empresarios venezolanos le hablan al país es un muy importante documento para entender a la Venezuela que subyace más allá de la diatriba política y ha logrado sobrevivir a casi dos décadas de políticas de acoso y derribo, y donde todavía hay gente que se levanta todos los días a producir con entusiasmo y sabiendo que, en definitivas cuentas, tiene razones, y razón, para hacerlo.
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