En un escenario político cada vez más tenso en Venezuela, la campaña electoral de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia se ha convertido en un campo de batalla donde la represión y el miedo parecen ser las armas principales del régimen de Nicolás Maduro.
Las detenciones arbitrarias y el hostigamiento a varios alcaldes y partidarios opositores se han convertido en una constante en todas las regiones por donde pasan María Corina Machado y Edmundo González Urrutia en su exitosa campaña, reflejando un ambiente de terror que socava los principios democráticos y los derechos humanos. A pocos días del 28 de julio de 2024, día de las elecciones, el régimen arrecia su campaña de intimidación a los opositores.
El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), conocido por sus tácticas de intimidación y violencia, ha intensificado sus acciones contra simpatizantes de la oposición legitima. Bajo el gobierno de Nicolás Maduro, este cuerpo de seguridad ha desempeñado un papel crucial en la persecución de opositores políticos, periodistas, activistas y ciudadanos comunes que se atreven a expresar su descontento con el régimen.
Las tácticas empleadas van desde la vigilancia y seguimiento hasta detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. En cada región visitada por Machado y González Urrutia, se reportan detenciones que son llevadas a cabo sin orden judicial, y los detenidos suelen ser sometidos a tratos inhumanos, en una clara violación de sus derechos fundamentales.
A medida que se aproxima el día de las elecciones, la posibilidad de una confrontación directa entre el pueblo y los cuerpos represivos del régimen se vuelve cada vez más real. Maduro y sus jerarcas han mostrado repetidamente su disposición a utilizar la fuerza para mantener el control, y el aumento de la represión en las semanas previas a las elecciones sugiere que no dudarán en intensificar estas tácticas.
Por otro lado, el pueblo venezolano, harto de años de represión, pobreza y falta de libertades, ha perdido el miedo y está decidido a luchar por un cambio. Las crecientes multitudes que salen a las calles para vitorear a María Corina Machado y a Edmundo González Urrutia son una señal clara de que la demanda de libertad es profunda y generalizada.
Esta determinación colectiva podría llevar a enfrentamientos directos con las fuerzas del régimen, especialmente si se perciben irregularidades en el proceso electoral o si la represión se intensifica aún más. Y usted que piensa, ¿Se atreverá Maduro a desafiar la voluntad popular?
Autor: Alfredo Gonzalez (venezuelaunida.com)
