¿Cuál son las razones por las que en Bolívar ya no quieren recibir los billetes de 50 mil bolívares? David Bermúdez, segundo vicepresidente de Consecomercio, explicó que la razón principal es que estos billetes pasaron de ser un medio de pago a un bien de consumo.
“Como aquí tenemos las minas artesanales, cada vez son muchas más las minas artesanales que van a requerir una cantidad de efectivo para su funcionamiento, tomando en cuenta que donde están ubicadas esas minas artesanales no hay Internet, ni suficientes entidades bancarias, ni siquiera en los pueblos más cercanos que son los que sirven de proveedores de todos los insumos que requieren”, detalló.
A través de la venta de alimentos en comercios informales, es donde se hace la mayor recaudación de dinero en efectivo.
“Como es escasa la cantidad de billetes, utilizan productos como los alimentos, que es de consumo masivo, como una fuente para recaudar importantes sumas de dinero. Para traer esas sumas de dinero, lo que hacen es que venden los alimentos a pérdida o dándole al billete un valor por encima del que tienen. Si un kilo de arroz cuesta 3 millones de bolívares, pueden conseguirlo en 1.600.000 o 1.700.000 si lo paga en efectivo. Lo que dejan de ganar en la venta de alimentos es recuperado en el precio en el que pagan el oro si lo obtienen a pie de mina”, explicó.
Eso conlleva a una afectación en la recaudación de las alcaldías, porque todas estas operaciones que se hacen en efectivo se dan principalmente en comercios informales y no lo declaran ni pagan ningún tipo de tributos.
Afecta también al comercio formal porque los consumidores asumen que se exagera o especula en el precio de los productos.
“En las minas van a preferir el billete que tenga mayor valor, porque el de menor valor implica un mayor volumen y costo para el traslado. Dejan de recibirlo y de ahí todo el que trabaja con efectivo se ven afectados”, agregó.
Bermúdez recordó también que no es la primera vez que sucede esta situación con los ejemplares de más baja denominación.
“Lo que estamos viviendo con el billete de Bs. 50.000 es la antesala de lo que va a pasar con el de Bs. 200.000, y es lo que ha pasado con el resto de las denominaciones del actual cono y de los anteriores”, destacó.
Si bien las autoridades tratan de controlar la situación, la realidad es que es una economía paralela arraigada y que tiene aceptación, tanto en el comercio informal como en la gente que lo ve como un ahorro ante la hiperinflación.
Como gremialista, David Bermúdez exhortó no solo a seguir recibiendo los billetes vigentes en el cono monetario, sino a que vuelvan a tener su valor real.
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