Ir a un hospital en caso de sentir algún síntoma de COVID-19 es uno de los mayores temores de los venezolanos, debido a las condiciones en que están estos centros de salud. Omaris García es una de las ciudadanas que asegura que preferiría recibir tratamiento desde su casa.

“A un hospital ni loca, porque conozco a personas que están en un hospital, y eso es caótico. Yo me quedaría en mi casa, tomando las medidas y esas cosas, porque al hospital no voy. Gracias a Dios yo no he sentido nada, pero cerca de mi casa sí hay varias personas que han sentido eso, pero están en sus casas. ¿Para qué uno va al hospital? ¿A morirse?Porque ahí no hay nada, si te vas a poner algo te lo tienes que comprar, para eso te quedas en tu casa y te lo pones tú mismo“, opinó García.

Berlis Torres, por su parte, basa su temor en la experiencia de conocidos y allegados que están hospitalizados por COVID-19.

“Yo me quedaría en mi casa tomándome los medicamentos que podría conseguir. Para el hospital ni loca, en los hospitales la gente prácticamente está sola, no hay quien le dé una pastilla, quien le tome la temperatura. Ir a un hospital es prácticamente irse a morir para allá. Yo conozco mucha gente que se está muriendo en los hospitales, esos hospitales están caóticos”, manifestó Torres.

Sin opción a la medicina privada

Las opciones para los ciudadanos se reducen, al tampoco contar con recursos que permitan costear una atención médica privada.

“Ahorita una consulta, la última vez que pregunté estaba en 50 dólares. ¿De dónde saca uno 50 dólares para pagar una consulta en una clínica? Aparte de los medicamentos que te tienes que comprar. Ahorita volvemos a la época de las abuelitas, donde cualquier dolor de cabeza, cualquier síntoma, un guarapito, esa es la opción que tenemos los venezolanos”, afirmó Torres.

Las autoridades en materia de salud han insistido en exhortar a los ciudadanos a acudir oportunamente a los hospitales ante cualquier sintomatología de COVID-19. Aunque sostienen que los centros centinelas no están colapsados y cuentan con insumos y medicamentos, personal sanitario asegura que la dotación de equipos de bioseguridad es irregular, pues reciben una mascarilla cada 15 días o un mes, y a veces no cuentan ni con servicio de agua potable.

La mayoría de los medicamentos los costean familiares de pacientes, quienes por redes sociales frecuentemente solicitan ayuda para poder comprarlos.

De acuerdo con la autoridad única en salud en Bolívar, Franklin Franchi, con el hospital de campaña y una tercera sala COVID-19 en el hospital Uyapar, de Puerto Ordaz, aumentarían la disponibilidad de camas en 60%. Personal sanitario informó que el hospital Raúl Leoni, en San Félix, es el que medianamente recibe mayor dotación, aunque a veces quedan sin espacio; en el Ruíz y Páez, en Ciudad Bolívar, tuvieron que habilitar la emergencia de adultos para la atención de pacientes COVID-19.

Las autoridades insisten en que el problema está en la asistencia tardía a los hospitales centinelas.

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