La naturaleza de lo ocurrido en la residencia del embajador de España, en Caracas, durante el encuentro entre Edmundo González Urrutia y Jorge y Delcy Rodríguez —en el que se discutían las condiciones para la salida del país de líder opositor— ha generado controversia en las relaciones entre el país ibérico y Venezuela.
Luego que González Urrutia denunciara este miércoles 18 de septiembre, a través de un video, que fue coaccionado por el presidente de la Asamblea Nacional para firmar un documento, en el que reconocía el triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, recibió contrataque por parte de Rodríguez.
El diputado dio un ultimátum a González para que se retractara de la denuncia de coerción o difundiría videos de la conversación.
El parlamentario chavista, mostró en entrevista en Telesur, una foto en las que se ve al líder opositor firmando dicho documento, en presencia del Embajador de España, Ramón Santos.
La presencia del embajador en la firma
La presencia de Santos y el hecho de que el incidente ocurriera dentro de territorio español le agrega complejidad a lo ocurrido y pone en una situación incómoda al embajador y al Gobierno español.
Rodríguez alegó que “el embajador de España en Venezuela acompañó todo el proceso. La coacción, de la que habla González Urrutia, no tiene justificación”. La situación deja a Santos en una posición incómoda, justo en un momento en que las relaciones.
González Urrutia salió al paso y aclaró que ni el gobierno de España ni el embajador lo coaccionaron a firmar el documento de su exilio.
Para el Internacionalista Iván Rojas, el embajador de España no está comprometido a denunciar ni a validar lo que se haya discutido en esa reunión. “La embajada se prestó como un espacio neutral para que dos partes políticas discutieran y es responsabilidad de esas partes el acuerdo al que hayan o no llegado”, acotó.
El papel del Gobierno español
¿Cuál fue el papel de España en lo ocurrido? Este asunto fue zanjado este jueves 19 de septiembre por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien reiteró que el Gobierno español «no ha participado en ningún tipo de negociación entre González y el Ejecutivo de Maduro”.
Sobre la actuación del embajador español, Ramón Santos, quien aparece en las fotos difundidas por Rodríguez, Albares reiteró que sus instrucciones eran exclusivamente alojar a Edmundo González y su esposa el tiempo que fuera necesario y no inmiscuirse en las gestiones que él tuviera que hacer para gestionar su salvoconducto.
Según el ministro, «ayer se le preguntó si había cumplido las instrucciones», a lo que Santos respondió que «no tuvo absolutamente nada que ver con lo ocurrido».
Explica el Internacionalista que una vez que el ministerio de Asuntos Exteriores ha dado su versión, ya no se esperaría que el embajador hiciera declaraciones. “Él está blindado porque simplemente estaba haciendo su trabajo y sus superiores lo ha respaldado”.
Actuación de Rodríguez en suelo español
La supuesta coacción que denuncia González Urrutia ocurriera en territorio español ha llevado a cuestionar si las autoridades venezolanas incurrieron en algún tipo de violación al apelar a esas estrategias.
Rojas recuerda que la sede de la embajada y la casa del embajador son inviolables como lo estipula la Convención de Viena, que regula las relaciones diplomáticas entre los países. “Las autoridades venezolanas estaban allí porque fueron invitadas. No irrumpieron”.
Cuestionado sobre si la grabación de la reunión por parte de Rodríguez, sin que ésta fuera notificada al Embajador, sería una falta, el experto en relaciones internacionales aclara que no hay una norma específica para ello en la Convención de Viena: “Lo único que se indica es que debe acatarse las normas propias de la sede diplomática”.
Repercusiones en la relación binacional
El incidente se da en una coyuntura en las que relaciones binacionales se pasan por un momento álgido y ante la posibilidad de que Venezuela rompa relaciones con España, luego que la Comisión de Política Exterior de la AN redactara un acuerdo para este fin.
“Dependiendo de cómo reaccione el Gobierno de España esta controversia en la embajada puede volver parte de la situación”, indicó Rojas.
Recordó el especialista que, en todo caso, que el dar de paso de romper o no relaciones diplomáticas con otro país es potestad exclusiva del Presidente Maduro, independientemente del acuerdo que apruebe la Asamblea Nacional.
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