El lamentable, deplorable y reprochable espectáculo que están dando los diputados de los partidos AD, PJ y UNT no sólo planteando la disolución de la presidencia interina, sino luego con un documento sin contenido en donde la única razón que dan para eliminar la presidencia interina es que no ha sido útil, ¡tamaña desfachatez! Por supuesto que la presidencia interina ha sido útil, muy útil; ha permitido que las democracias del mundo desconozcan a Maduro y generar una situación política inédita, que es que en Venezuela haya dos presidentes, casi único en el mundo actualmente. Además ha preservado riquezas de los venezolanos evitando que caigan en manos de la dictadura.
Se han cometido errores sin duda, pero no son sólo imputables a Guaidó, es una responsabilidad compartida con esos parlamentarios del G3.
Los más importantes constitucionalistas del país han declarado la inconstitucionalidad de acabar con la presidencia interina, por lo tanto no sólo es inconstitucional, sino políticamente equivocado; es una manera de oxigenar a Maduro, de apuntalarlo, de apoyarlo, lo más grave es que es también inmoral.
El enemigo no es Guaidó, ni la presidencia interina, el enemigo es la dictadura oprobiosa y criminal que nos gobierna.
Hay que exigir mesura y sinderesis a la cúpula de los tres partidos claudicantes; gran parte de su militancia no está de acuerdo con acabar con el interinato y exigen a sus líderes mayor reciedumbre y firmeza frente a Maduro y su gobierno.
Vienen tiempos nuevos, de definiciones, en donde los demócratas tenemos que audazmente ir al encuentro de los ciudadanos, de los educadores, de los empleados públicos, de los trabajadores de la salud, de los pensionados y jubilados, de los presos políticos civiles y militares y de todos aquellos que sufren cotidianamente esta terrible situación; ni que decir de los siete millones de compatriotas que se han ido del país huyendo de esta tenebrosa realidad.
Esa nueva alianza democrática será la que lidere el proceso de reencuentro de los venezolanos que luchan por la democracia y la libertad.
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