No podía ser de otra manera, entró como vicepresidente segundo al Gobierno insultando, salió incordiando, y continúa ultrajando a mujeres, como acaba de hacer con Isabel Díaz Ayuso, y a los militantes del PP, entre los que hay gran cantidad de mujeres y hombres y de los que ha comentado que no les llegan ni a la chancleta a los comunistas españoles. Lo dice esta garrapata devenida marqués de Galapagar.
Eso sí, con los hombres no se tira, es muy poca cosa y muy poco hombre para enfrentarse con un hombre de verdad, uno que le corte de una buena vez ese moñingo apestoso a comunista. Quiso azotar a una periodista hasta hacerla sangrar y pronunció la amenaza con toda la bocaza ancha, de cualquier modo le permitieron entrar en el Gobierno español –no sólo a él–, a su cajera de pareja, a quien colocó de ministra de Igualdá y de feminazi persecutora. No pueden dar más asco este tipo y su consorte. Él en particular me recuerda a los peores criminales de la historia, incluidos algunos comunistas españoles. Y ambos a la pareja de dictadores rumanos de apellido Ceaucescu. Ah, y lo digo yo, a ver si se va a atrever a amenazar y a bembetear… Lo reitero, me recuerda al asesino de Raúl Castro, con su frágil y retorcida humanidad, amarrando trapos en los ojos de los valientes campesinos a los que fusiló minutos más tarde sin remilgos ni contemplaciones.
Acaben de quitarle a este mequetrefe el poder de las manos y del cerebro, bájenlo de ese pedestal al que él mismo con su oportunismo caduco se ha trepado. Arránquenle el panfleto del partido de Podemos de las manos, y si pueden también el moño de un tirón ‘hasta verlo sangrar’, que es lo que sí merece él, responsable en parte como es de la muerte de tantos ancianos durante la plandemia del bicho del PCCh.
¿Pero cómo ha llegado esta gentuza a manejar a su antojo España, cómo le han dado la gobernanza y la seguridad del país a este insolente que destila odio e intolerancia por cada uno de los poros de su maltrecha figura? De la única manera que España y Europa se salvarían un poco sería mandando a este sujeto al basurero de una vez y por todas, haciendo desaparecer ese régimen social-comunista que no parará hasta convertir España en una Cuba y una Venezuela.
Ahora hablan para colmo del “fascismo del siglo XXI”, refiriéndose a los que no pensamos ni opinamos como ellos, hay que tener cara; pero para caretos estos sinvergüenzas. Los únicos fachocomunistas del siglo XXI son estos buenos-para-nada, estos descerebrados y hablacáscaras hasta por los codos. Sólo hay que revisar cada una de las intervenciones de este sujeto, al que yo nombro Pableto el del Panfleto, no pone una. Odio tras odio, halitosis ideológica, a través de esos dientes amarillentos y mal cuidados y de unos gestos que dan grima, por no decir pavor.
Cierto que debe de estar muy airado, porque una mujer con agallas lo ha sacado del Gobierno, y esa misma mujer junto a otras impedirá que continúe destruyendo España.
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