A Elisa Lerner la contacté gracias a nuestro querido amigo común, Carlos Sandoval. Desde que llegué a Nueva York me empeñé en seguir la huella de los escritores venezolanos que alguna vez vivieron aquí, y así entender cuán profunda ha sido la impronta de esta ciudad en nuestra propia literatura.
Marina no era Marina
Este poema pertenece al libro Mata de nervios, que acaba de publicar en Medellín (Colombia) Frailejón Editores y que en