35 años de graduado de abogados de la UCAB, confirman que nuestras enseñanzas y amistades, nuestro querer justificar y comprender; nuestro deseo por una nota distinguida en la vida, nuestra voluntad de dar y pagar, el rechazo por el poder sombrío del nogal y el ideal por despojarse de un abrigo y de los egos…»

Se dice pronto. La promoción de Abogados UCAB-1987 cumple 35 años de graduados. Con inmenso orgullo y alegría comparto algunas experiencias que marcaron la llegada, inicio y curso de este hermoso viaje. 

De ingeniero a abogado…. 

Es la universidad la que da luz de lo aprendido en casa…Recuerdo llegar tarde a la clase de Introducción al Derecho a cuatro semanas de inicio. José María Gordo, quien me buscaba cada madrugada, llegó un día trasnochado: “No he dormido. La ingeniería no es lo mío” Al rompe le contesté: “Pues somos dos. Tampoco he dormido porque descriptiva, análisis o química no se me dan” […] Llegando a la UCAB fuimos directo a Secretaría, verificamos índice académico, tramitamos transferencia y nos fuimos prestos al módulo 6, a la Facultad Derecho.

[….] Con una cálida sonrisa, Clara y María Yolanda nos reciben en la Sección “D”. Ni bien termina la clase de Introducción al Derecho del profesor José Hernández [nuestro padrino de promoción], nos ofrecen sus apuntes. “No son tan buenos como los de Juan Cristóbal [Carmona]…el mejor alumno de la Facultad [hoy Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales]-de una inmaculada transcripción y citas-pero les servirán.

Mi suegro decía que Derecho era la carrera más hermosa de estudiar y la más difícil de ejercer, por lo que intenté el primer año de Comunicación Social. Noble carrera que resiento no haber sumado […]Cada día era fascinante. Una camada extraordinaria que daba la talla en inmemorables debates sobre justicia, equidad, liderazgo, política, en fin, de cómo cambiar el mundo…De ella han salido magistrados, decanos, líderes políticos, diputados, empresarios, poetas, escritores ¡y embajadores! 

Al graduarnos [1.987] comienza otro reto. ¡Cómo llevar a Couture, Montesquieu, Tocqueville, Dworkin, Marx, Norberto Bobbio [mi preferido], Rocco o Piero Calamandrei a la práctica

Justificar y comprender…

Con poco más de dos décadas de vida, fundé mi firma. Fui afortunado. Conté con extraordinarios empresarios y parientes que me dieron su voto de confianza. Desde tercer año de Derecho comencé a escribir en prensa. Mi estreno: La Lid [1983/Diario 2001]. Luego vino mi columna en Bohemia, ‘Juicio Público’ [1990], y El-Universal [1995]. Mis mentores: Pedro Ramón Romera [2001], Rosana Ordoñez [Bohemia] y Miguel Maita [El Universal]. ¿Cuál es el origen de esa motivación?   

La importancia de la historia es valorar la trascendencia de la belleza humana y el poder de la voluntad, donde un buen consejo, es un parteaguas…La pujanza de la UCAB la hemos valorado a lo largo de estos años. EL Padre Olaso, S.J., nos decía en nuestras clínicas jurídicas: “Hay cosas que el derecho no justifica, pero merecen comprensión”. Útil y sabias palabras. Es la vida de un abogado. Justificar y comprender. Una lógica indetenible de lucha y autoevaluación, donde derrotamos las tentaciones del poder, que al decir del irreverente Antonio Gala, “le ocurre [al poder] como al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra”. Pues justificar y comprender ha sido balancear los sentidos entre amor y dolor, caer y levantarse, creer y aferrarse, estar o renunciar, por un ideal, que es intuición, aspiración genuina…para que todo crezca bajo la luz. 

Fui a Panamá en 1988. Un viaje de trabajo por un juicio de marcas, que catapultó mi carrera por un acto de honestidad…Me casaba en pocos meses bajo la bendición del Padre S.J. Fernando Pérez LLantada, Decano de la Facultad de la UCAB […] Los “astros se juntaban”. El profesor Francisco Astudillo fue el primero en sembrar el amor por la Propiedad Industrial: “Abogados que van por el mundo para proteger la cultura, a los autores y registrar marcas notorias” Aquellas palabras fueron música para mis oídos […] Otro si: “Una nota no es sólo unos puntos en un examen sino en la vida” nos dijo el gran profesor, Jesús Eduardo Cabrera. Parteaguas decíamos…A partir de ese desafío, estudiantes de Derecho de la UCAB [1997] ganan competencias como la Philip C. Jessup International Law Moot Court Competition [Washington, USA].  Participan alumnos de Escuelas de Derecho de 600 universidades y 90 países. En los últimos 47 años, la delegación Ucabista ha llegado 6 veces en 10 años entre los tres primeros lugares y 4 veces a la final. En el año 2001 se coronaron subcampeones. Justificar y comprender, una nota en la vida…

Como dice Émile Zola sobre el arte de preservar: “Cuidemos la obra donde el temperamento trata de usurpar la naturaleza genuina del hombre”. Esa obra fue nuestra formación. Y el reto: contener los temperamentos…

Un final feliz que aún no termina…

La UCAB ha sido nuestro templo, nuestra columna vertebral. Ha bendecido nuestras amistades, nuestro espíritu, nuestro conocimiento, nuestra moral. Jóvenes imberbes formados para encumbrar el valor superior de la justicia y los DDHH. 

Una mañana amanecimos en el barrio Mamera, cerca de Montalbán. Me sorprendió como frío que se colaba por nuestros huesos. Pero más me conmovió ver niños que se cobijaban con papel periódico en aquellos techos y catres de cartón. Mi reacción fue quitarme de mi suéter merideño y abrigarlos […] “Eso es comprender hijo, lo que el derecho no resuelve”, asentó el Padre Olaso…Aun me reprocho no hacerlo más seguido.

El liderazgo cimentado en la UCAB nace de la prístina enseñanza de dar. Las clases de Derecho Canónico con el Padre Arruza, era un duelo continuo. Con su voz ronca y gruñona, manos metidas de sus caderas, me increpa: “¿A ver Viera, paga Ud. sus deudas?” Y agregó; “El impío toma prestado, pero no paga, pero el justo es generoso y da, porque al dar, recibe de las riquezas de Dios…” sentencia explicando el deber originario de dar y cumplir. “Si las pago padre, sí tengo cómo, repliqué nebulosamente. “Pues muy bien. Recuerde que quien da, cumple y paga, se da, cumple y se paga a si mismo…”.  

35 años de graduado de abogados de la UCAB, confirman que nuestras enseñanzas y amistades, nuestro querer justificar y comprender; nuestro deseo por una nota distinguida en la vida, nuestra voluntad de dar y pagar, el rechazo por el poder sombrío del nogal y el ideal por despojarse de un abrigo y de los egos, iluminan “la genuina belleza de lo aprendido en el hogar”. Hoy mi riqueza son mis profesores y compañeros de aulas, por lo que siempre trato de dar, pagar mis deudas y obtener de vuelta, su aprecio, su confianza y su respeto…El de un buen padre de familia, el de un graduando UCAB-1987. 

Breve e inevitable reseña

Marta recordarte es reír; Aixa y Asdrúbal mis copilotos; Aníbal mi relevo; Memo nuestro líder eterno, Luis Felipe el intenso poeta, Nacho un quijote y Ernesto [Vogler] uno de los grandes ausentes. No puedo mencionarlos a todos. Pero bien saben que los llevo en mi alforja, sentida y fraternalmente…Renato: espero no te hayas quedado dormido leyéndome, sesudamente. 

Hoy las circunstancias impiden un regio reencuentro. Pero pronto llegará el momento, en libertad. ¡Dios los bendiga!  

@ovierablanco

https://www.analitica.com/opinion/ucab-1987-un-viaje-que-recien-comienza/