EN ESTE CONTEXTO, AL MOMENTO DE SUFRAGAR, ES CRUCIAL QUE ENTENDAMOS QUE NO SE TRATA SOLO DE ELEGIR A UN LÍDER, SINO DE DEFENDER LA ESENCIA MISMA DEL SISTEMA DEMOCRÁTICO.

Es público y notorio que tanto Nicolás Maduro como Donald Trump han usado el miedo a la violencia para influir en sus bases y cuestionar la legitimidad de sus respectivos procesos electorales al punto de que, en ambos casos, sus amenazas de un “baño de sangre” han pasado de la retórica a los hechos.

En Venezuela, Maduro perdió toda legitimidad tras las recientes elecciones del 28 de julio pasado y su gobierno ha intensificado la represión contra la población generando más de 23 muertos y sobre 2000 prisioneros, incluidos mujeres, niños y ancianos. Enfrentando una creciente oposición liderada por María Corina Machado, el régimen de Maduro ha recurrido a tácticas brutales para sofocar protestas pacíficas y desarmadas.

Organizaciones de derechos humanos han documentado detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos extrajudiciales, señalando que el gobierno de Maduro está dispuesto a usar la violencia extrema para mantener el control aun a costa de convertir las calles en escenarios de represión sangrienta.

Por otro lado, en Estados Unidos, el “baño de sangre” atribuido a Donald Trump ya se materializó el 6 de enero de 2021, durante el asalto al Capitolio en Washington. Este evento dejó un saldo de cinco muertos y decenas de heridos cuando seguidores de Trump, alimentados por sus acusaciones infundadas de fraude electoral, intentaron interrumpir la certificación de los resultados de las elecciones presidenciales.

Ahora, siendo candidato presidencial de nuevo, Trump ha sugerido que su derrota en las elecciones de Noviembre de 2024 podrían derivar en un “baño de sangre”. Tratando de “taparear” el asunto, la campaña de Trump aclaró que él se refería más bien a un declive económico.

A fin de cuentas, la evidente conducta anticonstitucional de ambos políticos unida a la admiración que Maduro y Trump les profesan a líderes autoritarios como Vladimir Putin y Kim Jong Un, debe ser vista como una señal de alarma. En este contexto, al momento de sufragar, es crucial que entendamos que no se trata solo de elegir a un líder, sino de defender la esencia misma del sistema democrático.
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Autor: Alfredo González [VenezuelaUnida.com]
Imagen cortesía de Pixabay.com

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