El presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Héctor Obregón, anunció este martes 26 de noviembre que el Complejo Industrial Muscar, en el estado Monagas, que sufrió un incendio el pasado 11 de noviembre, «se encuentra totalmente recuperado», luego de haber sido objeto de un «sabotaje» de «grupos extremistas de derecha».
Este complejo es una instalación estratégica para la distribución de gas en el país, por lo que su paralización afectó la oferta del combustible para la generación eléctrica, la producción industrial y el uso doméstico que provocó, entre otras consecuencias, apagones en la zona oriental, especialmente en el estado insular de Nueva Esparta y también en Monagas.
El titular de Pdvsa indicó que desde que ocurrió el «ataque terrorista», los trabajadores no cesaron en su lucha por restablecer el servicio de gas a la población venezolana, por lo que hoy se encuentra totalmente recuperado, luego de la barbarie por grupos extremistas de derecha, informó VTV.
Control de daños
El supervisor mayor de Segregación de Gas del complejo, Kabir Serrano, señaló en VTV que fueron entre 14 y 15 días de «trabajo incansable de la clase obrera» para completar estas labores y restablecer el servicio.
Vale recordar que el incendio se originó en una unidad de producción de diésel y provocó una explosión de gran magnitud, con daños directos para la industria petroquímica, la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y Pdvsa, además de cinco heridos y el corte del suministro de gas para las poblaciones aledañas.
Una nota de Bloomberg indicó que la producción de gas propano cayó en 97% como resultado de la explosión que se produjo en la planta el pasado 11 de noviembre.
“La explosión quemó un colector clave y el calor causó daños secundarios a los tanques de productos químicos, controladores y otros sistemas, según señalaron las fuentes que pidieron no ser identificadas por tratarse de información que no es pública”, precisó el medio estadounidense.
Pero siguen las consecuencias
Bloomberg asevera que la producción de gas propano se desplomó un 97% desde la explosión en Muscar. Se esperaba que las reparaciones demoraran cuatro meses, lo que pone en peligro el suministro del combustible del que dependen la mayoría de los venezolanos para cocinar y otros usos domésticos.
Personas con conocimiento de las labores de reparación en las instalaciones de Petróleos de Venezuela dijeron al portal especializado en economía y energía que el incendio fue resultado de años de inversión insuficiente y falta de mantenimiento. La explosión quemó un colector clave y el calor causó daños secundarios a los tanques de productos químicos, controladores y otros sistemas, dijeron las personas que pidieron no dar su identidad por tratarse de información no pública.
La explosión tendrá un “impacto significativo en el suministro interno de combustible para cocinar gas y otros productos”, dijo Francisco Monaldi , director de política energética para América Latina en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice en Houston. Los efectos colaterales incluirán la interrupción de las operaciones de mejoramiento y refinación de petróleo que requieren subproductos, señaló.
En occidente se preparan por el gas
Mientras tanto, estados como Táchira, Barinas y Nueva Esparta están tomando medidas para hacer frente a lo que se espera sea una escasez prolongada de propano. Esas medidas incluyen el racionamiento de suministros y la restricción de algunas ventas.
La escasez de gas también está afectando a industrias básicas, desde las plantas de procesamiento de hierro, aluminio y cemento hasta la red eléctrica.
Un día antes de la explosión del 11 de noviembre, según datos extraoficiales, la producción de gas natural de Venezuela totalizaba 3,7 millones de pies cúbicos de gas por día. Después del accidente, la producción disminuyó un 47%, según datos vistos por Bloomberg. El gobierno no ha publicado datos oficiales sobre la producción y el suministro de gas del país.
Cuál es la importancia de Muscar
El Complejo Muscar es, además, el centro de recepción y distribución más importante de gas en Venezuela, puesto que, en sus instalaciones, se manejan y se despacha aproximadamente el 80% del total de gas que se produce actualmente en el país, es decir, que en el mismo, se maneja todo el gas del oriente venezolano.
Fuentes vinculadas a la industria petrolera, que han preferido mantener su nombre en la reserva, relatan que la explosión de Muscar tuvo lugar cuando se ejecutaban maniobras de limpieza de una tubería por el personal encargado, puesto que se estaban presentando problemas de ingreso de flujo desde la estación Musipán.
Los trabajadores, cuenta la fuente, lanzaron un “poli pig”, material sintético que recorre la tubería y arrastra sus sedimentos, con el objeto de despejar el ducto. Había una fuga en una de las terminales, y ahí se genera la explosión; se quemaron dos turbinas enormes, más grandes que una casa de tres pisos.
Más allá de los micrófonos y de culpar a la oposición de un «ataque terrorista», en el alto gobierno se le ha dado máxima prioridad a la reparación de este incidente, que además puede amenazar sus ingresos fiscales; por ello la celeridad en arreglar lo más que se pueda.
Afectación para la CVG y Pequiven
El envío de gas a Pequiven (Petroquímica de Venezuela) y las empresas de acero y aluminio de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) se ha paralizado por completo, procurando suplir, aunque sea parcialmente, la demanda para el uso doméstico de luz en oriente.
“A lo mejor no toma tanto tiempo hacer las reparaciones”, comenta un analista petrolero que ha preferido no identificarse. “Es un accidente de gravedad, y ha podido ser peor. La producción interna de gas nacional cae a la mitad con lo sucedido. Con un trabajo exigente eso puede quedar resuelto en dos o tres semanas; habitualmente se hace una especie de enlace, de by pass, con la tubería. Los materiales para la reparación están en el país y PDVSA se puede encargar de esa operación”.
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