En Venezuela aún no se completa la inmunización para el personal de salud y educación, mientras que otros sectores en riesgo también exigen un plan de vacunación urgente contra la COVID-19.
Junto con la exigencia de un plan de inmunización para contener la alta curva de contagio y decesos por esta enfermedad, surgen a su vez interrogantes sobre el antes y después de la vacuna.
¿Qué medidas debemos tomar aun después de vacunarnos?
El infectólogo pediatra Rafael Wong, miembro de la Sociedad Venezolana de Infectología, recordó que ninguna vacuna significa estar exento de contraer la enfermedad, sino que reduce el riesgo de una infección fuerte y mortalidad.
“Este virus vino a cambiarnos nuestra dinámica de vida. Esto no es un proceso que con las inmunizaciones va a terminar”, advirtió.
Reiteró que las medidas de distanciamiento, lavado de manos con agua y jabón y uso del tapabocas deben mantenerse aún después de la inmunización.
“La inmunización lo que va a evitar son formas graves de la enfermedad. No quiere decir que si uno está inmunizado, no le va a dar la enfermedad. El objetivo es que tengamos una batería de anticuerpos que al contacto con el virus salvaje, podamos tener una enfermedad lo más benevolente o pasiva posible”, explicó Wong.
Mantener la prevención
El médico endocrino Marcos Lima insistió en las medidas de bioseguridad para reforzar la efectividad de la inmunización contra la COVID-19.
Recordó que todas las vacunas, independientemente del laboratorio y porcentaje de efectividad, empiezan a tener su efecto a partir de la segunda o tercera semana después de la segunda dosis.
“Aun habiéndose vacunado, las personas deben continuar manteniendo las medidas de distancia social, el uso del tapabocas, y el lavado de manos con agua y jabón. Eso es fundamental. La vacuna va a prevenir que tengas una infección severa por COVID-19. Podemos tener una infección leve y nos hace potenciales transmisores”, señaló Lima.
Período de inmunización
Sobre el período de protección las vacunas existentes, si bien este punto no está claro, el infectólogo Rafael Wong estima que es muy probable que sea igual al de la vacuna antiinfluenza, y deba aplicarse cada año, debido a sus variantes.
“Ya los virus SarsCov anteriores tenían esas capacidades, y este virus SARSCoV-2 no será la diferencia. Ellos van a ir cambiando cada cierto tiempo, y la presión poblacional por interacción social va a ir condicionando ese tipo de cepas”, detalló.
Wong agregó que así como se habla de variante brasilera, africana y de Reino Unido, es muy probable que Venezuela tenga su propia cepa.
“Ojalá se pueda potenciar la investigación para tipificar las nuevas variantes genéticas del virus”, puntualizó.
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