Mientras el gobierno de Nicolás Maduro guarda silencio sobre el tema de Monómeros, la administración de Gustavo Petro decidió dar un paso más allá de solo pedir a Miraflores que reconsidere la venta de la empresa de fertilizantes con sede en Barranquilla: intervenir en la empresa a través de la Superintendencia de Sociedades para preservar el activo como unidad productiva y fuente generadora de empleo.
Un comunicado emitido por Supersociedades este 18 de noviembre, para informar sobre la medida de Monómeros, explica que “el grado de supervisión denominado ‘control’ no es una toma de posesión, ni faculta a la Superintendencia de Sociedades para coadministrar la empresa binacional, que conserva su autonomía, con las limitaciones y para los fines indicados en la Constitución y la ley, con plena garantía de sus derechos”.
Se aclara que el “control” no restringe los derechos de propiedad de los titulares de las acciones de la compañía y que esta decisión se toma “en favor de los grupos de interés, mediante acciones preventivas, de acompañamiento y supervisión (…) ante posibles riesgos que afectan el interés general”.
“Acción oportuna”
Es decir, se considera que la venta de Monómeros podría generar riesgos de insolvencia, por lo que la intervención de Supersociedades va dirigida a impedir una venta del activo por parte del ministro de Industrias de Maduro, Alex Saab, en condiciones que perjudiquen al agro del vecino país.
El director de la Superintendencia de Sociedades, Billy Escobar Pérez, sostuvo que Monómeros es relevante para el agro, la soberanía alimentaria y los campesinos colombianos, al proporcionar fertilizantes a precios justos, lo que se vería afectado, ha dicho Petro, por una privatización.
“Nuestro deber es actuar oportunamente”, expresó Escobar Perez.
Monómeros, filial de Pequiven, representa casi 30% de la producción de fertilizantes en Colombia y abastece a 80% del campesinado colombiano, de allí que su operatividad es muy importante para el gobierno de Petro.
Miraflores no ha confirmado ni negado los rumores de venta, pero medios colombianos aseguran que la operación lleva tiempo tratandose de concretar y que sería con una trasnacional por el monto de 300 millones de dólares, con la finalidad de proveerse de ingresos con los que no cuenta debido a las sanciones internacionales.
Expertos como el exprocurador especial del gobierno interino, José Ignacio Hernández, han señalado las condiciones poco transparentes de esta operación, de allí que Colombia decidiera intervenir.
El expresidente de la Comisión Delegada Legislativa, Juan Guaidó, pidió a Petro demostrar que no permitirá la venta del activo. En entrevista con el Tiempo de Bogotá, el expresidente encargado dijo que es Maduro quien pretende saquear los activos venezolanos en el exterior. Otros activos como Citgo y el oro depositado en Inglaterra están bajo el control del Parlamento de 2015 desde 2019 al gozar del reconocimiento de los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido.
¿Relaciones más tensas?
A la tensión existente por el reclamo de Colombia a que el Poder Electoral venezolano publique las actas de escrutinio y pruebe que Maduro ganó las elecciones el 28 de julio y no Edmundo González, se suma la situación con el segundo activo más importante de la República en el exterior. Está por verse cómo termina este capítulo entre quienes se exhibían como aliados ideológicos.
Para la politóloga Nastassja Rojas, Petro se mueve entre dos aguas: por un lado, entiende que su cercanía con Maduro, ahora más después de lo ocurrido el 28 de julio no le abona popularidad interna, pero a la vez está consciente de que Colombia necesita mantener las relaciones con Venezuela por temas como el económico, la migración y las negociaciones con la guerrilla.
“En estos momentos son relaciones muy complejas, no creo que sean de amistad ni de hermandad. Por un lado, Petro critica lo del 28 de julio, pero también sigue alineándose con la narrativa antisanciones del gobierno venezolano pese al anuncio de Monómeros, a veces va de frente y otras hace como un balance para tratar de congraciarse”, señaló Rojas.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, la politóloga sostuvo que aún es difícil anticiparse a cuál será la postura de Petro frente a Maduro a partir del 10 de enero de 2025, cuando el gobernante venezolano se juramente para un nuevo periodo con el voto popular en contra ni ambos países van dirigidos a una nueva ruptura de relaciones diplomáticas.
Petro criticó una vez más el comportamiento de Maduro en las elecciones presidenciales por su “manejo oscuro” de los resultados y admitió que esperar de él un cambio radical “no es realista”. También atribuyó a las sanciones internacionales buena parte de la inestabilidad de Venezuela.
“Pedro sabe que no le interesa este momento, no sería bueno una ruptura de relaciones, pero sabe que con las acciones del régimen de Maduro podría pasar cualquier cosa y por ello todavía intenta ser lo más precavido posible y congraciarse cada tanto para que eso no se dé, por la presencia del ELN en Venezuela, ahora el tema de Monómeros con la capacidad del régimen de tomar decisiones con la mayoría de la directiva, la migración”, añadió Rojas.
¿Murió la mediación?
En una entrevista con el medio O Globo, durante su participación en la Cumbre del G20, el mandatario del vecino país aseguró también que el bloque con el que intentó presionar a Maduro para la publicación de las actas, en el que participaron Colombia, Brasil y México, ya no «es posible».
Para Rojas, los intentos de Petro y Lula de tratar de que Maduro negociara una transición nunca prosperaron formalmente y que los intentos más que rescatar la democracia en Venezuela estaban pensados a fortalecer el liderazgo regional de cada uno como proyecto político personal.
“Tampoco existió voluntad política del régimen de Maduro para reconocerlos a ellos como mediadores, fue más un manejo mediático de ambos (Lula y Petro) y eso hace más difícil esperar un resultado en un futuro”, añadió.
Pese a que Petro ha asumido la vocería de las críticas hacia Miraflores por el tema de las presidenciales, Maduro ni sus funcionarios han respondido directamente a Petro. Hasta ahora solo el canciller venezolano advirtió a Murillo que sus declaraciones contra los resultados anunciados por el Poder Electoral a favor de Maduro “tendrían consecuencias”
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