El viaje del papa Francisco a Irak fue muy positivo. Sus palabras finales indicando que ninguna religión puede justificar una guerra fueron lapidarias. El mensaje de tolerancia frente a otras religiones y la necesidad del diálogo interreligioso también destacan. Ver que a lo largo de los siglos las guerras religiosas causaron tanto daño es motivo de profunda reflexión. Igualmente, las atrocidades que se cometieron y que todavía se cometen en nombre de la fe son inaceptables.
Irak es la cuna de la civilización occidental. El padre de tres de las religiones más importantes: la cristiana, la musulmana y la judía, es el mismo Abraham, oriundo de Irak. El monoteísmo o creencia en que solo hay un Dios nos une a estas tres grandes religiones. La pregunta que surge es ¿ese mismo, único y sólo Dios es el cristiano, el judío o el musulmán? Desde mi punto de vista es el mismo Dios, solo que se ha manifestado para cada uno de manera diferente. Me parece un contrasentido que el Dios bueno haya aparecido solo para los católicos que somos alrededor del 17% de la población mundial, que sea el musulmán sunita que representa un 20% del total o que sea el judío que constituye cerca del 2,19 por 1.000 de la población del mundo, lo que señala que solo una de cada 457 personas en el globo es judía. Si fuera el caso, este Dios al menos habría en este momento excluido al 80% de la población mundial, lo que sería más bien antinatural. Y proyectando que los musulmanes totales, sunitas y chiitas, hoy 24% de la población del planeta, nos superaran claramente en el 2070 a los cristianos totales hoy 33% incluyendo a los protestantes y otras ramas, tendríamos que concluir de manera incorrecta que Dios es Alá y Mahoma su profeta. Lo que tiene sentido es pensar en un Dios para todos, no para una mayoría, ni tampoco para una minoría.
Con ello no quiero decir que las religiones son negativas, sino todo lo contrario. La religiosidad engrandece al hombre, lo hace justo y humano. El fanatismo religioso en cambio lo desfigura y deshumaniza.
Por ello es tan oportuno el viaje del Santo Padre a Irak quien, desafiando todos los peligros y riesgos, dió este paso tan positivo. Ya el papa peregrino San Juan Pablo II lo había intentado y lo tuvo que cancelar.
La Iglesia Católica en su transitar histórico ha cometido más aciertos que fallas. Los errores están en miles de publicaciones y también en los bulos o noticias falsas. Sin embargo, las universidades son un coproducto de su invención, la lucha contra la esclavitud, sus profundas tesis a favor de los derechos humanos, el derecho a la rebelión, pensadores e inventores extraordinarios también provienen de sus filas y hay miles y miles más…Lo más importante es haber moldeado a una civilización, la occidental, que aunque amenazada progresa y avanza hacia nuevas formas de convivencia y de unión…
@OscarArnal
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