Arrecian los cruces de declaraciones entre los gobiernos de Venezuela y de Brasil y Colombia, según sea el caso, por el tema de los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que el Poder Electoral proclamó a Nicolás Maduro sin presentar evidencias del triunfo, pese a las denuncias de fraude de la oposición.
Miraflores quiere que se “pase la página” y que tanto los venezolanos como la comunidad internacional reconozcan a Maduro como presidente electo sin mostrar las actas de escrutinio, pero las administraciones de Gustavo Petro y la de Lula Da Silva han dado claras señales de no estar dispuestos.
A continuación un resumen del alejamiento progresivo de Maduro con sus dos grandes “aliados” ideológicos de sudamérica desde hace poco más de tres meses:
No hay reconocimiento
29 de julio. Maduro es proclamado “a la carrera”, presidente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) con 51% de los votos frente a 44% que habría obtenido Edmundo Gonzalez.
El Comando con Venezuela, encabezado por Maria Corina Machado y la Plataforma Unitaria Democrática, denunció fraude y publicó actas de escrutinio obtenidas por sus testigos en las mesas de votación que daban cuenta de una victoria de Gonzalez Urrutia con más de 60% de la votación.
El gobierno de Brasil fijó postura frente a lo ocurrido: pidió “verificación imparcial de los resultados.
“Brasil espera, en este contexto, la publicación por el Consejo Nacional Electoral de los datos desagregados por mesa de votación, paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado de la contienda”, expresó a través de un comunicado de la Cancillería.
31 de julio. A tres días de las elecciones presidenciales en Venezuela, Lula se pronunció personalmente: no hubo reconocimiento a la supuesta victoria de Maduro.
“Es normal que haya controversia. ¿Cómo se resuelve esta pelea? Presentando las actas. Si contienen dudas, la oposición presenta un recurso de apelación y espera el proceso en los tribunales. Y habrá una decisión, que tendremos que acatar. Estoy convencido de que es un proceso normal, tranquilo (…) Cuando se presenten las actas y se confirme que son verdaderas, todos tendremos la obligación de reconocer el resultado electoral de Venezuela”, dijo el presidente de Brasil sobre las denuncias de fraude electoral.
Petro tampoco reconoció y pidió a Maduro un “escrutinio transparente”, aunque matizó con un llamado a Estados Unidos a cesar en su política de sanciones contra el gobierno venezolano y propuso un acuerdo entre Miraflores y la oposición para evitar la violencia mientras se contaban los votos.
“Las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano pueden llevar a su pueblo a una profunda polarización violenta con graves consecuencias de división permanente de una nación que ha sabido unirse muchas veces en su historia. Invito al gobierno venezolano a permitir que las elecciones terminen en paz, permitiendo un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veeduría de todas las fuerzas políticas de su país y veeduría internacional profesional”, escribió el mandatario colombiano en su cuenta de X.
Ese mismo día, Maduro aseguró que estaban listos para consignar ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que solicitó “aclarar” lo ocurrido en las presidenciales, “100% de las actas” de cada mesa de votación, obtenidas por los testigos del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
Propuestas a Maduro
15 de agosto. De manera conjunta y ante el “atrincheramiento” de chavismo madurismo, Lula y Petro proponen a Maduro un gobierno de coalición transitorio y nuevas elecciones con garantías en Venezuela.
“Maduro sabe que debe una explicación al mundo (…) Tiene varias salidas, puede hacer un Gobierno de coalición. Si Maduro tiene sentido común, podría someter el asunto de nuevo al pueblo, quién sabe si convocar nuevas elecciones, establecer el criterio para que participen todos los candidatos, crear una comisión electoral suprapartidaria, que participe todo el mundo y dejar que participen los observadores”, dijo Lula.
“De Nicolás Maduro depende una solución política para Venezuela que lleve paz y prosperidad a su pueblo.La experiencia del Frente Nacional colombiano es una experiencia que usada transitoriamente puede ayudar a la solución definitiva. Levantamiento de todas las sanciones contra Venezuela, amnistía general nacional e internacional, garantías totales a la acción política, gobierno de cohabitación transitorio, nuevas elecciones libres”, dijo Petro.
Tanto Miraflores como la oposición rechazaron la idea de nuevos comicios. Ante la negativa del CNE a mostrar las actas de escrutinio y previo a una sentencia del TSJ a favor de la supuesta victoria de Maduro, Petro y Lula reiteraron al gobierno venezolano que sin resultados mesa por mesa, no habría reconocimiento.
25 de agosto. Lula y Petro expresaron que “toman nota” de la sentencia del TSJ venezolano que valida el resultado electoral a favor de Maduro, pero insistieron en la publicación de las actas de votación.
“Ambos presidentes siguen convencidos de que la credibilidad del proceso electoral sólo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables”, señalaron en una declaración conjunta.
Lula: Maduro decepciona
6 de septiembre. “Creo que el comportamiento de Maduro es decepcionante. En Brasil se aprendió de democracia con mucho sufrimiento, cuando la gente es extremista no la acepta. Creo que Maduro, como presidente, debería probar que fue el preferido del pueblo venezolano, pero él no lo hace”, lamentó Lula.
Sin embargo, el mandatario brasileno aclaró que no tenía previsto romper relaciones con Venezuela y que insistiría en una salida negociada a la crisis política.
7 de septiembre. El gobierno de Maduro revocó de manera unilateral la custodia de Brasil sobre la Embajada de Argentina, tras la expulsión de los diplomáticos de ese país, a raíz de que el gobierno de Javier Milei no reconociera los resultados electorales emitidos por el CNE.
El gobierno brasileno se mostró sorprendido y advirtió que permaneceria con la custodia y defensa de los intereses argentinos hasta que Argentina designe a otro Estado aceptable entre las partes. Pese al asedio de los organismos de seguridad sobre la sede diplomática, Miraflores no cruzo la línea.
9 de septiembre. El gobierno de Petro se pronuncia para lamentar el exilio del opositor Edmundo Gonzalez Urrutia, quien denunció que se vio forzado a salir del país por presiones del gobierno de Maduro.
“El gobierno colombiano lamenta la salida de Venezuela de Edmundo González (…) Colombia reafirma que el proceso político en el hermano país y en cualquier país de las Américas deben estar rodeados de plenas garantías. Una vez más, Colombia propugna por el diálogo para construir un acuerdo que asegure la paz política en el vecino país», expresó en un comunicado de la Cancillería.
25 de septiembre. “Nosotros quedamos en un punto, si no hay presentación de actas no hay reconocimiento”, afirmó Petro sobre las posturas de Brasil y Colombia en relación con las elecciones venezolanas, desde Nueva York, durante una visita para la Asamblea General de Naciones Unidas, en una entrevista con CNN.
El gobernante neogranadino incluso habló del proceso previo a las votaciones del 28 de julio, para opinar que estuvo plagado de fallas porque la oposición no tuvo plena libertad para participar. Reveló que estaba en evaluación una solicitud del congreso de ese país (del 17 de septiembre) para reconocer al opositor Edmundo González como presidente electo, pedido que dio a entender no comparte.
Llamado al embajador
24 de octubre. Brasil veta ingreso de Venezuela en el grupo Brics por “abuso de confianza” al no publicar las actas electorales del 28 de julio, según el asesor de Lula, Celso Amorim. Maduro reaccionó, denunciando “agresión” de Brasil, aunque mencionó que esperaría la explicación de Lula.
29 de octubre. El asesor del gobierno brasileno, Celso Amorim, dijo ante legisladores de su país que Brasil se opuso a la entrada de Venezuela a los BRICS porque existe “malestar” por cómo se llevó a cabo el proceso electoral venezolano. Amorim señaló que Maduro no cumplió la promesa que le hizo el 29 de julio, en una reunión entre ambos en Miraflores, de publicar las actas de escrutinio.
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, con mayoría del chavismo, Jorge Rodriguez, propuso declarar persona no grata a Amorim, pero este jueves 31 de octubre, el punto no fue incluido en la agenda legislativa.
30 de octubre. La tensión entre el gobierno de Venezuela y Brasil llegó a su punto máximo con la convocatoria a consultas al embajador venezolano en Brasilia, Manuel Vadell, además del encargado de negocios. Así respondió Caracas a declaraciones del asesor de Lula, Celso Amorim sobre las elecciones del 28 de julio.
“Se ha dedicado de manera impertinente a emitir juicios de valor sobre procesos que solo le corresponden a los venezolanos y venezolanas y a sus instituciones democráticas, lo cual constituye una agresión constante”, justificó la Cancillería venezolana.
31 de octubre. El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, reiteró que el gobierno colombiano no reconocerá un nuevo período presidencial de Maduro a menos que el gobernante presente pruebas de su controvertida reelección.
«La presentación de las actas debe realizarse antes de que culmine el actual período presidencial, el 10 de enero de 2025″, declaró Murillo.
«Ante los micrófonos de la prensa, aflora el chantaje que recibe desde la ultraderecha y de los Estados Unidos de Norteamérica, atacando por la espalda, con falsas narrativas que no es capaz de discutir frente a frente», respondió Gil al canciller colombiano.
Amenaza a Colombia
1 de noviembre. El canciller venezolano Yvan Gil advirtió a su par colombiano, Luis Gilberto Murillo, que sus declaraciones sobre la falta de transparencia en las elecciones presidenciales del 28 de julio traería «consecuencias» que no especificó.
“La diplomacia requiere equilibrio y respeto mutuo. La postura del presidente Gustavo Petro sigue siendo la misma desde el principio y no ha cambiado, y es guiada por principios, no por amenazas ni presiones externas. Nosotros continuaremos promoviendo la transparencia y la legitimidad democrática, siempre con un enfoque de no injerencia en los asuntos internos de otros países”, respondió a su vez Murillo en su cuenta de X.
Este día Brasil también alzó la voz para protestar por ataques de autoridades venezolanas en su llamado a consultas del embajador de Venezuela en Brasil: «El gobierno brasileño está sorprendido por el tono ofensivo adoptado por las autoridades venezolanas hacia Brasil y sus símbolos nacionales».
Tras las presidenciales, las misiones diplomáticas de Argentina, Chile, Perú, Panamá, República Dominicana, Costa Rica y Uruguay fueron expulsadas de Venezuela al no reconocer los resultados electorales anunciados por el CNE e ir un poco más allá: reconocer a Edmundo González como ganador, lo que quizás ha marcado la diferencia en la actitud de Miraflores con respecto a Brasil y Colombia.
Pero la cercanía del 10 de enero de 2025, cuando Maduro se propone jurar ante la AN para un tercera mandato sin demostrar que ganó las elecciones, promete agravar las tensiones diplomáticas.
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