Después de cinco meses en la clandestinidad y en un contexto de creciente represión política, la líder opositora María Corina Machado se atrevió a salir a la calle el pasado 9 de enero y ofrecer otro discurso para mantener la esperanza entre quienes votaron por un cambio político en Venezuela el 28 de julio.
En su desafío al poder, la ganadora de las primarias opositoras 2023 fue perseguida, violentada y detenida por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana. La captura no se extendió demasiado, por una especie de “contraorden” que dio paso a su liberación, para de nuevo resguardarse, fuera de la escena pública.
Politólogos consultados por Efecto Cocuyo señalan que la situación, desde el punto de vista de la integridad personal de la líder política y su entorno más cercano, es “sumamente delicada”. Lo que implicara, advierten, el riesgo de erosión de su liderazgo en la medida en que su realidad actual se prolongue en el tiempo.
La oposición, en unidad y con apoyo internacional, subrayan, debe tomar nuevas decisiones y “rápido”.
Cerco muy estrecho
“La situación de ella es sumamente delicada. Desde el punto de vista personal, su vida corre peligro. Lo que vimos el jueves (9 de enero), lo que se puede presumir, es que hubo decisiones encontradas que llevaron a su intento de secuestro y su liberación. Allí hubo dos corrientes, al menos de gente que tiene poder, que no sabemos quiénes son y no sabemos si el día de mañana alguien toma una decisión grave sin que haya manera de echarla para atrás”, sostuvo la politóloga, María Isabel Puerta Riera.
La investigadora y profesora universitaria advierte que sobre todo desde el punto de vista humano, la condición de Machado es “altamente” vulnerable, no solo por ella sino por el “desmantelamiento” que sufre su entorno cercano, su equipo de trabajo encarcelado o perseguido y el asedio del cual es víctima su madre que vive en Caracas.
“Eso, a mi modo de ver, contribuye con debilitarla no solamente como líder desde el punto de vista político, sino en lo personal. ¿Con quién cuenta ella en este momento, que no esté corriendo el riesgo de que lo apresen o lo aniquilen? Entonces su situación es muy vulnerable porque la tienen en ese aislamiento y ello dificulta el trabajo desde el punto de vista logístico, como líder político, lo hace inviable, al tiempo que está en riesgo su familia”, agregó.
¿Riesgo de detención o exilio?
El hecho de que Machado no permaneciera detenida, a juicio de algunos, indico que el chavismo-madurismo aún evaluaba los costos de su captura, al menos antes del 10 de enero, lo que pudiera o no haber variado luego de la toma de posesión de Nicolás Maduro, sin haber demostrado que ganó en las elecciones presidenciales.
Otra estrategia pudiera apuntar a cercar a la líder opositora de tal manera que se vea forzada a salir al exilio. Fue el caso, de Leopoldo López, Juan Guaidó y Edmundo González, además de otros dirigentes políticos.
“La situación de María Corina habla o conecta directamente con la situación en Venezuela en general, en el sentido de una vulnerabilidad importante, en la que potencialmente puede ser detenida en cualquier momento, ello también dependerá de si el gobierno la quiere en el país y por cuánto tiempo. Actualmente, está imposibilitada para organizar cualquier actividad de calle y si no recurre a cualquier otra estrategia, se irán viendo los efectos de erosión sobre su liderazgo”, apuntó el politólogo Luis Remiro.
Sin embargo, tampoco descartaría que Machado esté dispuesta a permanecer indefinidamente en la clandestinidad mientras define nuevas acciones, a sabiendas de que el chavismo-madurismo aún no se arriesga a una reacción popular o de algún país aliado de la oposición, ante una eventual captura de la máxima dirigente de Vente Venezuela.
“Yo creo que ahora mismo, que María Corina esté en Venezuela no representa ninguna amenaza para el gobierno, por lo tanto, la van a dejar ahí y a mediano plazo, en el momento en el que ellos perciban de nuevo una posición de seguridad, van a proceder ya sea a presionar para que salga, como ocurrió con Guaidó, o proceder a detenerla”, agregó Remiro.
Puerta Riera descarta de momento la detención de Machado por el alto costo, especialmente internacional por parte de países aliados de la oposición. También recalca que para la líder, hacer política desde la clandestinidad es muy complicado y los recursos de los que dispone el gobierno la hacen un “blanco fácil” frente a cualquier movimiento. A ello se le suma el asedio del cual es víctima su madre, Corina Parisca Pérez, en su propia casa.
“A la larga ella va a tener que salir del país y me temo que es precisamente para poder aliviar un poco la situación a su familia, en este caso, a su mamá, que es por la que entiendo ha habido alguna preocupación. Sería un enorme error de parte de Maduro detenerla, me parece que ese es un costo político que ellos están conscientes de que no pueden pagar, a nivel regional e internacional, sería gravísimo”, reitero.
¿Hacia el debilitamiento político?
Este 13 de enero, tanto Machado como el opositor Edmundo González Urrutia – ganador de las elecciones del 28 de julio, según 85% de las actas electorales publicadas por la oposición – emitieron sendos mensajes en los que agradecieron el apoyo del pueblo venezolano previo al 10 de enero y aseguraron que la lucha por el cambio político se mantiene vigente.
Previamente, consumada la toma de posesión de Maduro, el 10 de enero. Machado dio algunos detalles de su captura y liberación, al tiempo que dijo sentirse orgullosa de la actitud valiente de quienes salieron a protestar el 9 de enero. También justificó que Edmundo González no pudiera finalmente venir al país porque hubo serias amenazas de que el avión fuera derribado por la Fuerza Armada venezolana.
Para Remiro, pese a que las probabilidades de juramentación de González Urrutia eran muy bajas, la ciudadanía igual esperaba que ocurriera algo que cambiará la situación. Inevitablemente, sostuvo, esas expectativas, alimentadas por los discursos de Machado y el exdiplomático sobre un hecho inminente o la llegada al país del opositor, apoyado por países para una toma de posesión, “fueron dinamitadas”.
“La oposición se tiene que plantear una estrategia completamente diferente porque ahora estamos hablando de otro país. Maduro pretende reformar la Constitución, ¿para qué?
Para quitarse del medio a la oposición democrática. El planteamiento es acabar con elecciones competitivas, se vendrá un escenario muy parecido al de Cuba y Nicaragua, porque es la única manera que se pueda sostener una dictadura en el tiempo”, alertó la politóloga.
Búsqueda de culpables
Puerta Riera sostuvo que, inevitablemente, la población venezolana comenzará de nuevo a criticar con fuerza al liderazgo opositor por no ser lo suficientemente fuerte o efectivo, rasgo, recordó, no es de ahora sino de siempre.
“Ya se está viendo, pero creo que vendrá con más crudeza porque lamentablemente la gente estaba esperando que pasara algo. Son parte del problema, las falsas expectativas o no tener claro qué es lo que se puede lograr y lo que no y eso a la larga afecta el liderazgo político. La desesperanza es lógica y natural, se busca a un culpable y volvemos al ciclo de deshacerse de los líderes, primero fue Capriles, luego Leopoldo López, Guaido y así vamos. Ojalá no ocurra en esta oportunidad, pero tampoco es descartable porque ha sido la experiencia”, dijo.
Luego de ganar ampliamente las primarias opositoras de 2023, Machado recorrió todo el país para promover el voto entre los venezolanos de cara al 28 de julio. Al verse imposibilitada de inscribirse como candidata, endoso, con éxito la intención de voto a su favor a Edmundo González.
La gran campaña tuvo éxito y millones de venezolanos salieron a votar en las presidenciales, pero el gobierno se atribuyó la victoria sin mostrar las actas electorales. Fue apoyado por la Fuerza Armada y el resto de los Poderes Públicos y echo mano, con mayor fuerza, del aparato represivo del Estado para imponerse. La oposición público 85% de las actas de sus testigos de mesa, avaladas por el Centro Carter, observador internacional en los comicios presidenciales, las cuales arrojan una votación de 67% para González Urrutia y 30% para Maduro.
Remiro agregó que la desesperanza o el agotamiento de la vía institucional por el control que mantiene Maduro, es la que está haciendo que vuelvan a sonar campanas de promoción de una intervención extranjera en Venezuela para restituir la democracia por la vía de la fuerza. Esto, subrayó, es probable que no ocurra porque ningún país, incluyendo Estados Unidos, está dispuesto a incurrir en ello.
“La oposición ante este fallido intento, le toca repensarse, una oposición no cerrada en sí misma, sino buscar una articulación más amplia, de base, que reconecte con la sociedad a través de movimientos sociales u organizaciones vecinales, tratar de levantar el ánimo y buscar otras alternativas de quiebre de un gobierno que ha optado por una vía autoritaria y dictatorial más fuerte que en el pasado”, agregó.
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