No hay Imperio que tarde o temprano no caigan o se derrumbe, se pueden tardar cientos de años en construir una tradición y esta tradición se puede olvidar en una generación si medimos la generación en 15 años, después nada queda de forma permanente. Esto fue mas o menos lo que le ocurrió al imperio Británico en la segunda mitad del siglo XX, producto de la reconfiguración del mundo tras la Segunda Guerra Mundial en tanto que le tocó enfrentar una progresiva desintegración que se tradujo en una pérdida de su influencia global.
El Reino Unido de Gran Bretaña comenzó a expandirse en el siglo XVII, con sus primeras colonias en Norteamérica, África e India, y su tendencia se acrecentó en el siglo XVIII. En esta primera etapa, se produjeron una serie de iniciativas comerciales y privadas, mientras que la competencia política y militar con Francia se convirtió en uno de los motores más importantes del crecimiento de los dominios y colonias británicas en el mundo, es decir, en el siglo XVIII, el Reino Unido dominaba los mares, mientras Francia controlaba los espacios terrestre.
Pero la historia del mundo se descarriló en una pequeña esquina de Sarajevo el 28 de junio de 1914, cuando Francisco Fernando de Austria fue asesinado, esto trajo como consecuencia, la primera Guerra Mundial y las catástrofes del siglo XX. De ese conflicto surgieron la revolución soviética, la humillación alemana que condujo al nazismo, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.
Gran Bretaña siempre fue por su naturaleza y por su inclinación política un país reacio a la idea de una Europa unida, y en esta dirección siempre fue diferente al resto de los miembros de la Unión Europea. Los seis países fundadores (Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo) crearon la Unión Europea en la década de 1950 porque parecía la mejor forma de dejar atrás los recuerdos de una guerra que había dañado no solo a sus economías y a sus sociedades, sino también su fibra moral.
La mayoría de los países que se unieron después, desde los mediterráneos hasta los de Europa central y del este, también consideraban que el proyecto europeo constituía una forma de escapar de su historia reciente, a menudo infeliz. Pero el sentimiento de Gran Bretaña era que la guerra había sido un periodo glorioso del cual ella había surgido como ganador en términos militares y morales. En este sentido, la guerra reforzó la creencia de los británicos de que seguían teniendo una función y una responsabilidad a nivel mundial, y además un gran imperio que dirigir. Por todos estos motivos, según la opinión de los británicos no había necesidad de retirarse a una posición únicamente europea.
Puede que al final estos sentimientos históricos resulten ser un error, pero continuaron siendo importantes porque ponen de manifiesto la actitud de Gran Bretaña ante la UE. Mientras esta era la concepción de Gran Bretaña, los demás países miembros estiman la UE en términos emocionales y consideran que constituye una parte importante de su identidad y a menudo también un apoyo para su seguridad y su prosperidad. Pero Gran Bretaña siempre fue diferente: contemplaba la UE en términos esencialmente pragmáticos y financieros. Sin que la pertenencia a la UE fuese deseable sino porque estimulaba el comercio y el empleo, fomentaba el éxito de las compañías británicas y protegía los intereses del sector de servicios financieros de la City de Londres, entonces los británicos la apoyaban. Pero si se convencieran a los ciudadanos británicos de que estas razones ya no son suficientemente importantes para ser miembros del club, no le importo en absoluto dejar de pertenecer a él. (El Reino Unido y
Europa John Peet. The Economist, Londres, Reino Unido…-https://www.bbvaopenmind.com) En este contexto surge lo del Brexit.
Esta concepción pragmática y financiera de la mayoría de la elite británica hizo que después de 43 años de pertenecer a la Unión Europea (UE), Gran Bretaña decidiera no seguir siendo miembro de la UE. Es así como hace 6 años 4 meses (24 de junio del 2016-24 de junio 2022), la decisión del Brexit marco un punto de inflexión en materia económica, política y geopolítica, en esta ultima área (geopolítica) la intención de la Unión Europea era hacer una unión para incluir tantas naciones como fuera posible con el objetivo de evitar que el poder se acumulara en pocos países y prevenir así conflictos indisolubles. Es así como; con 500 millones de personas que constituía la Unión Europea ante el retiro del Reino Unido y con un PIB combinado de casi 19 billones de dólares, la UE constituía un poder importante a a nivel mundial. Pero a partir del 2016 la UE se enfrenta un modelo de crecimiento imperfecto e insostenible a medio plazo, lo cual impidió que pudiera asumir los cambios de política económica que comenzaron a presentarse por cuanto su potencial de crecimiento comenzó cada vez mas a ser menor, a lo que habría que sumar que las perspectivas de crecimiento en las economías emergentes complicaron las expectativas de crecimiento global, al tiempo que crecía la incertidumbre general por motivos geopolíticos.
Como vemos pues, la renuncia de Liz Truss podría inscribirse entre otras cosas, en la Triste Historia de la renuncia del Brexit, y es que el 24 de junio del 2016, la falta de información y la capacidad de compresión o de previsión de un amplio espectro de la población provoco que no estuvieran lo suficientemente preparados para darse cuenta que después del Brexit, la inversión disminuiría y con ello se vería afectado el empleo, que los mercados financieros se tambalearían y el acceso al crédito se dificultaría y que producto de la incertidumbre creada por la salida de Unión Europea los activos se devaluarían. Esto sin entrar a considerar otros aspectos de carácter social, políticos y geopolíticos.
Hay quienes plantean que la renuncia de Liz Truss fue producto de los intereses del gran capital quienes decidieron salir de ella. Es decir, La City de Londres que es el distrito financiero más importante del mundo, donde diariamente se compran y se venden productos financieros por valor de dos billones de dólares, mas los banqueros, los inversionistas y los grandes capitalistas, que de acuerdos a estos analistas no estaban de acuerdo con su política económica y el mini presupuesto que presento su ministro de finanzas Kwasi Kwarteng que recortaba los impuestos a los ricos y creaba subsidios a la energía en dirección de impedir un estallido social que se estaba preparando, pero no recortaba el gasto publico, mientras que paralelamente los recortes de los impuestos a los ricos no estaban financiándose en ninguna parte del presupuesto, lo cual implicaba aumentar enormente la deuda publica, es decir, aun cuando era un presupuesto a favor de los ricos, ellos no estaba de acuerdo y empezaron actuar en contra del gobierno, mientras paralelamente se producía una intervención sin precedente del Fondo Monetario Internacional (FMI), de la oficina de responsabilidad presupuestaria, del Banco de Inglaterra, acompañado además, de un fuerte ataque de los inversores contra la libra esterlina y contra los Bonos del Estado lo que provoco un colapso de los mercados financieros, logrando finalmente conseguir lo que querían, es decir, la renuncia del Ministro de Finanzas Kwasi Kwarteng y su sustitución por Jeremy Jans que es alguien a quien La City de Londres y los Banqueros consideran mas responsable.
Pero a pesar de todo anterior, el problema al parecer consiste, en que los Banqueros han perdido el control del partido Conservador, y es el caso, que el mecanismo que tiene el partido para elegir a sus dirigentes como paso con la dimensión de Boris Johnson en el mes de Julio, es un mecanismo en el cual los militantes votan entre dos candidatos y el candidato de los Banqueros que era Rishi Sunak el anterior Ministro de Finanzas de Boris Johnson, alguien a quien los Banqueros consideran mas responsable y mas seguro de desarrollar una política en función de sus intereses. Cualquiera que sea el desenlace final de una de la mas triste historia del Brexit, Liz Truss ha sido el gobierno mas corto (45 días) y con mas errores de la historia del Reino Unido. En este corto tiempo Liz Truss enterró a la Reina Isabel Segunda, enterró la libra y ha enterrado la reputación del partido conservador.
De acuerdo a todo lo escrito hasta acá, no es producto de la casualidad que el sábado 22 de Octubre de 2022 miles de manifestantes marcharan por el centro de Londres pidiendo que el Reino Unido se reincorpore a la UE. Una de las manifestante decía: “Creemos firmemente que la situación en la que nos encontramos ahora, se puede rastrear directamente hasta el referéndum de 2016, que supuestamente fue un referéndum consultivo. No fue un resultado de la mayoría calificada, 52 y 48 no es algo que se pueda cambiar por completo y poner patas arriba a todo el país. Mire seis años en donde estamos. Por lo tanto, creemos firmemente que necesitamos establecer un gobierno sensato, elecciones generales ahora, porque este grupo se está peleando como ratas en un saco”. (https://www.theguardian.com/politics/2022/oct/22/thousands-of-london-protesters-call-for-uk-to-rejoin-eu. Thousands of London protesters call for UK to rejoin EU)
Como dirían los Abogados. “A Confesión de Parte Relevo de Pruebas”
https://www.analitica.com/opinion/la-triste-historia-del-brexit-y-la-renuncia-de-liz-truss/