Como un dios maléfico perdido en el mundo de su propia creación, la tiranía usurpadora instalada en el Palacio de Miraflores anda perdida en el laberinto que es hechura suya. Veamos los problemas que la acechan desde diversos flancos.

En el plano internacional, Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el 1° de noviembre informó que había pedido ante la Sala de Cuestiones Preliminares la autorización para reanudar la investigación referida a los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela en 2014 y 2017 al indicar que “después de una evaluación objetiva e independiente de una cantidad significativa de información proporcionada por Venezuela hasta la fecha , así como de otras fuentes creíbles”, concluyó “que el aplazamiento solicitado por Venezuela en esta etapa, no está justificado y que se debe autorizar la reanudación de la investigación”. La tiranía, continúa, pues, en el banquillo de los acusados, sometida a la justicia penal internacional, por crímenes que no prescriben.

Por su parte, el Consejo de la Unión Europea (UE), en resolución adopta el 10 de noviembre, acordó renovar hasta el 14 de noviembre de 2023 las sanciones impuestas en contra de un grupo de funcionarios del régimen de Nicolás Maduro. La decisión, publicada en el Diario Oficial de la UE, extiende por un año las medidas restrictivas en contra de más de 50 miembros del Estado “por socavar la democracia y violar los derechos humanos de los venezolanos”.

En lo que respecta a la libertad de expresión, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cerró el domingo 30 de octubre en Madrid, su 78 Asamblea General, y expresó en su informe sobre Venezuela, lo que sigue: “En este período se puede afirmar que dejó de existit el periodismo independiente en el país. El gobierno incrementó la represión a la labor de los periodistas y aumentó la censura mediante el bloqueo y cierre de medios digitales y radioemisoras”. Y Jorge Canahuati, hasta ese momento presidente de la SIP, declaró: “El tema de Venezuela es vital. Nosotros consideramos que no hay libertad de expresión en Venezuela. La dictadura ha acabado con los medios, no hay presencia de medios independientes. Creemos que la lucha debe continuar. Es una tristeza que haya un gobierno dictador que cree que puede tapar el sol con un dedo. Al final, los ciudadanos saben lo que está pasando. Por lo tanto, nuestra solidaridad con los periodistas, con los medios y con el pueblo venezolano y esperamos que pronto podamos celebrar la libertad”.

En el área económico-social, la situación es preocupante y grave. Según el economista Asdrúbal Oliveros, Venezuela “se está encareciendo por la dolarización caótica” y en lo que va de año “la Canasta Alimentaria promedio en divisas ha subido 44%”. Aseguró que en los últimos meses ha habido una desaceleración de la capacidad de consumo de los venezolanos y que “el venezolano promedio no puede cubrir sus necesidades alimentarias”.

El reciente y último informe de la Encuesta sobre Condiciones de Vida (Encovi) elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), señaló que el 81,5% de los venezolanos se encuentra por debajo del umbral de pobreza y que el 53,3% de los venezolanos vive por debajo del umbral de la pobreza extrema, si ésta es medida por ingresos. En cuanto a la pobreza multidimensional, que incluye diversas variables (vivienda, empleo, servicios), arropa al 50% de los hogares. El investigador y profesor de la UCAB, Luis Pedro España, en la presentación de la Encuesta, manifestó: “En materia monetaria, el dato más importante es el incremento de la desiguadad. Venezuela ya es, por lo menos para este 2022, el país más desigual del mundo desde el punto de vista del ingreso” y, citando cifras del Banco Mundial, que “tiene unos niveles de desigualdad similares a los de Namibia, Mozambique o Angola”. También dijo que los programas sociales se han reducido a dos: las transferencias monetarias permanentes o eventuales (en 2022 lo recibieron el 48,4% de los venezolanos mayores de 18 años) y la entrega de alimentos a través de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), asegurando que las reciben una vez al mes, el 30% cada dos o tres meses, el 24% cada cuatro meses o más, el 0,2% semanalmente y el 1% quincenalmente.

En busca de mejores condiciones de vida, se estima que entre siete y ocho millones de compatriotas han emigrado del país.

En esta primera quincena de noviembre del presente año, se celebró en el centro turístico de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo, en Egipto, la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP27), a la que asistió Nicolas Maduro. El experto en temas petroleros y medioambientales, Pedro Mario Burelli, hizo el cálculo de que tuvo un costo total de 3.254.600 dólares el viaje de Maduro a la cumbre medioambiental en Egipto, al trasladarse en tres aviones, dos para despistar (hay recompensas por su captura fuera de las fronteras patrias) y otro fletado a Turquía. La tiranía necesita cuidos.

A grandes rasgos, lo dicho arriba da una idea del oscuro laberinto en el que se mueve actualmente el sátrapa que –con la complicidad de un CNE incondicional y sumiso-  ha  tomado por asalto al Palacio de Miraflores.

https://www.analitica.com/opinion/la-tirania-en-su-laberinto/

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