La Recuperación de la Industria Petrolera Venezolana: Deseos, Realidad y Retos

La recuperación de la producción petrolera sigue siendo todo un reto para PDVSA y el Gobierno Nacional a pesar de los planes anunciados. Dado el deterioro que ha sufrido la industria petrolera venezolana desde hace años, el incremento de la producción y consecuentemente de las exportaciones requiere constancia en los esfuerzos. Constancia en lo técnico y gerencial, pero mucha voluntad en lo político. El levantamiento de las sanciones a las que ha estado sometida la industria en particular y el país en general es obviamente parte del mismo problema a superar, sin que por ello se pretenda decir que la situación en la que se encuentra la industria es producto de estas últimas.

Las Expectativas Iniciales

Hace dos años (en junio 2021), el entonces Ministro del Poder Popular para el Petróleo y Vicepresidente Sectorial del Área Económica, Tareck El Aissami, anunció planes para la cuadruplicación de la producción petrolera venezolana para finales de ese año. En ese momento señaló que Venezuela había recuperado más de 700.000 barriles y se preveía un aumento de la producción hasta 1,5 millones b/d al termino de 2021, con lo cual el país se posicionaría entre las primeras 4 naciones  productores de petróleo a escala mundial. Adicionalmente, declaraba que “hay clientes listos para el crudo pesado de la Faja del Orinoco del país en las refinerías de Texas y Luisiana y aseguraba que si alguna vez se levantaran las sanciones estadounidenses y se permitiera a Venezuela vender petróleo nuevamente, sería una bonanza.” (Recogido en el Diario Ultimas Noticias del 21 junio 2021)

Significación de los Niveles Alcanzados 

Se ha referido, con base en las estadísticas contenidas en el Boletín Mensual de la OPEP de junio 2023, que la producción petrolera venezolana fue de 767 mil b/d, según reportes independientes o secundarios, haciendo que el promedio del primer semestre 2023 sea de 722 mil b/d. Estos niveles aún están muy lejos de lo deseado por las autoridades venezolanas hace dos años, poniendo de manifiesto que la producción promedio se ha incrementado ligeramente. En efecto, algunos datos con base en la misma fuente señalada, muestran esto: 553 mb/d en 2021; 675 mb/d en 2022 y 767 mb/d en junio  2023, denotándose que es en el segundo trimestre del presente año cuando se ha logrado el mayor crecimiento de la producción (50 mb/d frente al promedio del primer trimestre).   

Algunos esfuerzos se están realizando para recuperar los niveles de producción, especialmente a través del acuerdo alcanzado a finales del año pasado con Chevron; sin embargo, se está bastante lejos de lo proyectado en junio 2021 (realmente a mitad de camino de lo proyectado). La direccionalidad es la correcta, pero la velocidad es muy baja, …como cabía esperar por todos los problemas ya mencionados que han circundado a la industria petrolera nacional.

En todo caso, obviamente que ha habido efectos positivos de la incipiente recuperación de la producción petrolera y estos se observan en el aumento de los volúmenes de exportación y en el ingreso de divisas. Esto no solo ha beneficiado a la industria petrolera, sino también a la economía nacional, ya que la mayor disposición de divisas le ha permitido al Banco Central de Venezuela atender mejor (con todo y sus presiones) al mercado cambiario, limitando, entre otros, el ritmo de depreciación de la tasa de cambio. Esta última se mantuvo bastante “estable” hasta el pasado 12 de julio, sin permitir la ruptura de la barrera psicológica de los Bs. 30 por dólar. Realmente, la contención de la depreciación dependerá, entre otras razones, de la suficiente disponibilidad de divisas, lo cual no sería un logro menor.  

De manera particular, cabe preguntarse si el aporte de Chevron (o cualquier otra opción que se incorpore) ayudará suficientemente en este proceso, especialmente en esta segunda etapa del año y ante el panorama político que está en pleno desarrollo de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Tengamos presente que el aporte de Chevron se ha llegado a calcular hasta alrededor de los 120 mb/d y ya en junio la producción global había aumentado en 114 mb/d respecto al promedio de producción logrado en 2021, cifra en el entorno del aporte esperado de Chevron. Con esto último, queda claro que la superación de otros obstáculos será indispensable para aumentar la producción petrolera y los beneficios para el país.

Pero cabe preguntarse también qué posibilidad de recuperación efectiva podrá tener el país cuando una proporción muy importante de nuestras exportaciones deben dirigirse a cancelar las obligaciones con China. Como referencia, se ha señalado que más de las 2/3 partes (68%) del volumen de exportaciones petroleras del primer semestre 2023 se dirigieron a China y solo 21% a EEUU. De la misma manera, se ha referido que China representó el 74% de los ingresos petroleros, mientras que Chevron 22% y Repsol/Eni 4%.  Esto denota claramente el giro dado a nuestras exportaciones y lo comprometido que están las mismas para cumplir las obligaciones contraídas, amén de las restricciones para destinar parte de la producción a satisfacer las necesidades internas por problemas en sus plantas refinadoras y los acuerdos con Irán.

Otros Aspectos Influyentes

La OPEP ha tratado de evitar una caída de los precios petroleros, pero la incertidumbre del mercado y la actividad económica global le juegan en contra, por lo que no se permite avizorar un horizonte de recuperación mundial sostenida. En esta última, pende mucha importancia el momento en que las tasas de interés realmente comiencen a retroceder y no solo a estabilizarse. Mucho de esto dependerá del motor chino y la evolución de las situaciones conflictivas en el mundo, especialmente entre Rusia y Ucrania, y entre estos y Europa, sin menospreciar los demás efectos globales y regionales; a todo lo cual se suma la calma tensión de una posible invasión de China a Taiwán.

Otro problema vinculado a la recuperación de la industria petrolera está asociada a la atención del mercado interno para abastecer las necesidades internas de derivados petroleros, gasolina y diésel entre otros. Aquí, los esfuerzos también resultan muy importantes para darle sostén a la recuperación de las actividades no petroleras domésticas y de la vida en general. Los “pañitos de agua tibia” que han significado la oferta de derivados por parte de Irán, no son para nada suficientes. La oferta nacional adolece de fallas muy serias para la operatividad de las refinerías del país, que requerirán  abundantes inversiones para recuperarlas, amén de la consecución de los recursos financieros necesarios, todo ello cuesta arriba bajo las actuales condiciones.

Libre de apasionamientos de orden político e ideológico, qué triste es ver a un país como Venezuela, rico en reservas petroleras y pobre en la efectiva disponibilidad de estas para su desarrollo. Un verdadero contrasentido. Ello especialmente en tiempos donde el petróleo sigue siendo motor de la sociedad mundial. ¿Que podíamos decir si el petróleo deja de serlo? 

Retos

Simplemente, los retos son inmensos y solo queda esperar por cambios sustantivos que lleven a la racionalidad de las acciones y decisiones de quienes están llamados a tomarlas.

https://www.analitica.com/opinion/la-recuperacion-de-la-industria-petrolera-venezolana-deseos-realidad-y-retos/

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