Argentina, Uruguay, Panamá, República Dominicana y Estados Unidos, son, de momento, los países incluidos en la gira del opositor Edmundo Gonzalez por el continente americano.
De acuerdo con la Plataforma Unitaria Democrática, el periplo busca sellar el compromiso del exdiplomático con una eventual juramentación como presidente de Venezuela el próximo 10 de enero, con el apoyo de países como los visitados.
Pero según analistas políticos consultados por Efecto Cocuyo, el recorrido también procurar una “alineación” de los países en torno a una estrategia de máxima presión encabezada por EEUU, con el regreso de Donald Trump, dirigida a lograr un cambio político en Venezuela posterior al 10 de enero.
Tres objetivos
“La gira de Edmundo González por Latinoamérica será una importante operación política que busca tres cosas esencialmente: Que los líderes de la región desconozcan al gobierno de Maduro luego del 10 de enero. Que los líderes del continente presionen para que Edmundo González pueda tomar posesión del gobierno en cualquier momento del año. Alinear a los gobiernos del continente con la nueva estrategia del presidente Trump para Venezuela”, sostuvo Enderson Sequera.
Los países visitados por Gonzalez Urrutia han reconocido sin dudar el triunfo del exdiplomático en las elecciones presidenciales del 28 de julio, basados en las actas obtenidas por los testigos electorales de la oposición, avaladas por el Centro Carter. De allí que el gobierno de Maduro expulsara a las representaciones diplomáticas de Argentina, Uruguay y Panamá, entre otros países y se ha escalado en el conflicto diplomático con el gobierno argentino.
Para el doctor en Ciencia Política, Daniel Varnagy, Gonzalez Urrutia adelanta una estrategia de mayor acercamiento a tales países que no reconocen el resultado electoral a favor de Maduro, anunciado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y ratificado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sin mostrar las actas de votación que lo prueban. Ello implica, acotó, el diseño de estrategias conjuntas que pueden ir más allá del 10 de enero.
¿Qué se espera para el 10 de enero?
Sequera coincide con otros analistas y consultores políticos al considerar que el escenario de una toma de posesión por parte del opositor es improbable debido al atrincheramiento del chavismo madurismo y que el 10 de enero será el inicio de una nueva etapa en lugar de la conclusión de un proceso.
Resalta que mientras el embajador de carrera dice confiar en que su toma de posesión será posible, en medio de especulaciones sobre cómo sería el apoyo de EEUU para lograrlo, Machado ha sido más prudente en el sentido de advertir que no puede fijar una fecha para el cambio político en Venezuela.
“Creo que las probabilidades de que Edmundo González se juramente el 10 de enero en Venezuela son casi cero. Y digo casi cero porque en las ciencias sociales no hay imposibles. ¿De qué dependería que pudiera hacerlo? De que ocurra un quiebre en el sector militar antes del 10 de enero que obligue a la coalición chavista a entregar el poder y empezar un proceso de negociar la transición, pero es muy poco probable”, advirtió el politólogo.
Varnagy, profesor titular de la Universidad Simón Bolívar, señala que por la información que actualmente se tiene a la mano, pudiera darse por descontado que Maduro será juramentado en una semana, sin embargo recuerda que hay fuerzas que pueden estarse moviendo a favor de lo contrario, desconocidas por la opinión pública.
“Aquí hay tres fuerzas que están interactuando. La fuerza del estamento militar venezolano, las fuerzas de la sociedad civil venezolana y la del concierto de naciones que son los que van a definir los derroteros, pero no solamente en una fecha en particular sino las próximas semanas o meses de acción. Lo que vaya a pasar tiene que ver con cómo esas fuerzas se combinen y produzcan resultados concretos”, dijo.
Recalcó que al no haber consonancia entre las expectativas de la sociedad civil y las actuaciones de las instituciones venezolanas, la aparente fotografía de hoy puede variar mañana, por lo que no hay completas certezas.
La expectativa sigue “alta”
Pese a que todo parece encaminado a la juramentación de Maduro, Sequera destaca que la expectativa de que ocurra algo que facilite la transición a la democracia sigue siendo alta entre los venezolanos previo al 10 de enero. De la estrategia opositora dependerá que la esperanza se mantenga posterior a esa fecha si Maduro toma posesión.
“Para el gobierno el 10 de enero es la consolidación de lo que ya hicieron el 28 de julio, desconocer la voluntad popular (a favor de Edmundo González ), huir hacia adelante y consumar un fraude electoral, pero el juego no está acabado y de la oposición depende convertir esa fecha en un nuevo hito político que reavive la esperanza de cambio. Ello pasa también por movilizar a la comunidad internacional para que use todas las herramientas de las que dispone para presionar al gobierno de Maduro y obligarlo a negociar una transición ordenada y pacífica”, agregó Sequera.
Para Varnagy, lo esperable es que de cara al 10 de enero, tanto el gobierno como la oposición manejen un discurso de ganador y hagan movimientos que promuevan esa percepción, aunque buena parte de la comunidad internacional y a lo interno del país, insistió, tienen claro quién fue el ganador de los comicios del 28 de julio, pese a lo sostenido por la institucionalidad venezolana, sin pruebas.
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