Tanto un alza de salario mínimo como una indexación de toda remuneración con respecto al USD no va a mejorar el ingreso de trabajador alguno si no se realiza un plan integral de medidas económicas, que propicien la baja o moderación de la presión inflacionaria, así como la devaluación abruptas; ambos, factores claves en la pulverización o dilución de los recursos financieros de todo residente en Venezuela.
La estrategia de incremento del salario mínimo nacional más su compensación mediante el pago de bonos en bolívares y hasta en divisa, han tenido muy poco o casi ningún éxito, pues los altos índices de inflación y la devaluación constante del bolívar terminan por anular los ingresos; la política económica del régimen actual ha sido incapaz de evitarlo.
La propuesta actual de indexar el salario al dólar, en una economía dolarizada de facto desde 10/2019, ha surgido hasta de los mismos representantes del oficialismo, omo una opción para proteger a los asalariados. No obstante, desde hace un par de años, ya viene sucediendo en algunos sectores privados del país, por lo cual habría que esperar a ver si la administración pública nacional se halla en capacidad de asumir este costo tan oneroso. La indexación salarial a la divisa estadounidense constituye un tema sobre la mesa de reuniones del Foro Económico Social que se realiza en el país entre representantes de las centrales obreras, gremios empresariales, el gobierno y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sobre el tema salarial, también existe la posibilidad de que se fije en forma tripartita. Habría que analizar, muy objetivamente, qué impactos sobre nuestra economía podría originar una indexación de remuneraciones en virtud de la situación crítica de las finanzas públicas, nada halagüeñas tal y como bien sabemos todos.
En efecto, analistas sobre la materia stiman que no sería el momento ideal para decidir un beneficio o medida de tal naturaleza puesto que el país necesita resolver su problemática, de diversas aristas, que no sucederá sino hasta cuando se aplique un plan macroeconómico integral, y la necesidad de reformar la LOT, “dispositivo legal inflexible” que impide mejorar las remuneraciones, además de que desde 2014, el país se halla en contracción económica gradual.
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