De nuevo, casi a un franco desafío, Guyana insiste tercamente, tal y como viene haciéndolo desde 2015, en sus pretensiones sobre nuestra “Zona en Reclamación”. Específicamente, en la plataforma continental, a unas 140 mn costa afuera, donde se halla el bloque Stabroek, según aviso del gobierno guyanés, el cual ha abierto una primera subasta para el desarrollo de nuevos bloques petroleros en términos competitivos a fin de lograr “un rápido” aprovechamiento por la extracción de sus reservas de crudo (¿?); unos 14 bloques de petróleo en total, cuyos contratos otorgará hacia fines de mayo 2023 venidero, pues estima erigirse en potencia petrolera consolidada para el año 2025 a cuenta de la expoliación de nuestro subsuelo de la plataforma continental a profundidad cercana a unos 1700 m, según batimetría. Asimismo, Eco Atlantic estima que el bloque Orinduik, también en aguas territoriales, acopia recursos rquivalentes a unos 2900 mbp, contiguo al área Hammerhead-1, donde ExxonMobil anunció un hallazgo costa afuera de Guyana. Siempre, sobre el área en disputa (proyección marítima del delta orinoquense) o fachada atlántica, extensión de su plataforma continental, que según prospecciones de Tullow Oil costa afuera de Guyana en sociedad con Eco, ambas perforan la cuenca petrolera latinoamerica Guyana-Surinam, con superficie de unos 28 mil km cuadrados que incluye, además, unos 2500 mbp recuperables, así como unos 2,45 billones pies cúbicos de gas natural, asociados.

Paralelamente, sin reserva alguna, un consorcio de empresas: ExxonMobil, Hess y HNOOC son las contratistas que adelantan proyectos sobre un bloque gigante, de extensión cercana a la de nuestro estado Monagas, -Stabroek- en la costa que presumen pertenecerles, con reservas probadas de casi unos 11000 mbp.

Venezuela tiene forma para sacarlas de nuestro territorio en disputa, mediante una ofensiva preliminar, a través de su Armada, no hay excusas como para eludir tal hecho, lesivo a nuestra soberanía.

No dudamos que esta nueva acción de Guyana sea una maniobra a objeto de ganar tiempo en el proceso que impropiamente, ha elevado a instancias de la CIJ de La Haya, duscando la ratificación del laudo colusorio y doloso de 10/1899 además de otros adefesios jurídicos.

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