En los últimos días de 2024, el poder político en Miraflores continúa con excarcelaciones de ciudadanos presos en el contexto de las protestas postelectorales. Pero las detenciones selectivas de opositores no han cesado, la más reciente, la del diputado de 2015 y coordinador de Primero Justicia en el estado Falcón, José Gregorio Graterol.
Al mismo tiempo, en voz del ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, se anuncia un fuerte despliegue policial a partir del 2 de enero, con armamento de alto calibre, para “resguardar” la toma de posesión de Nicolás Maduro el 10 de enero. El número dos del chavismo también ha reiterado a la oposición que Edmundo Gonzalez será detenido si ingresa a Venezuela.
Politólogos consultados por Efecto Cocuyo señalan que el gobierno de Nicolás Maduro parece anticiparse a la eventual generación de protestas el 10 de enero de 2025, cuando consume su permanencia en el poder sin pruebas de haber ganado la elección del 28 de julio. Esto, mediante la represión política y la “amenaza” de un uso desproporcionado de la fuerza a quienes se atrevan a salir a la calle.
Fecha compleja
“Seguimos teniendo una represión selectiva, en función de limitar y provocar temor en la población para que nadie se atreva a hacer nada el 10 de enero que representa una fecha muy compleja porque nadie sabe que se puede presentar, no hay señales de negociaciones entre la oposición y el gobierno”, expresó el politólogo Raniero Cassoni.
Durante la inauguración de un centro de entrenamiento especial para comandos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en La Guaira, el pasado domingo 29 de diciembre, Cabello habló del despliegue de 20.000 efectivos en todo el país, «dotados del mejor armamento para la defensa de la patria», listos para dar una «brutal respuesta» a quienes tengan intenciones de «atacar a Venezuela».
Ante declaraciones de Gonzalez Urrutia sobre una eventual llegada al país para juramentarse el 10 de enero, con apoyo de países como Estados Unidos, si lo solicita, el ministro advirtió que el problema para la oposición no es entrar al país sino salir una vez que el gobierno logre frustrar sus planes.
Un día antes, se conoció sobre la detención del dirigente de PJ y miembro del Parlamento de 2015, José Gregorio Graterol por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que lo interceptaron en una alcabala en el sector El Cardón, carretera nacional Punto Fijo-Coro. Lo apresaron junto a otro dirigente de PJ de la región, José Rafael Granadillo y un sobrino.
Según la minuta extraoficial, a los políticos los aprehendieron por la presunta comisión de los delitos de conspiración, usurpación de funciones y financiamiento al terrorismo.
¿Para qué se prepara Maduro?
La politóloga María Puerta Riera señaló que a juzgar por declaraciones tanto de la líder opositora, María Corina Machado como de Gonzalez Urrutia y otros dirigentes, pareciera que ocurrirá algo en Venezuela antes o durante el 10 de enero. Advirtió que no hay certeza de ello, pero que de igual forma el gobierno de Maduro toma previsiones y a través de voceros como Cabello “amenaza con más violencia a la gente”.
“No podemos decir que es inminente que algo va a pasar, no hay condiciones para poder anticipar que ocurrirá algo, pero el régimen de Maduro, anticipando esa posibilidad, trata por un lado de calmar a la población con las excarcelaciones pero bajo amenazas, para recuperar un respeto que no se está ganando. Se busca desmovilizar a la población de cara al 10 de enero, a través de un terrorismo de Estado”, sostuvo.
En una especie de “guerra psicológica”, con otro mensaje en clave, sin revelar estrategia o próximas acciones, Machado se volvió a dirigir a los militares este 28 de diciembre para decirles que “ha llegado la hora de la definición” y del “tiempo de derribar el último obstáculo que nos separa de la libertad”. Maduro pareció responder el mismo día, alertando a los militares sobre el “puñal de la traición” e instándolos a “defender la patria, donde sea, como sea y a costa de lo que sea».
“Sería de esperar que el 10 de enero haya un tipo de expresión popular porque estamos hablando de un presidente ilegítimo y por eso la están anticipando con todo tipo de amenazas. Que esto vaya a dar resultado (manifestaciones) es otra cosa, el único factor clave para la permanencia del poder es la FANB que también tiene diferencias internas, pero predomina el sector afín a Maduro. De momento no hay señales de que ocurrirá algo distinto que la permanencia de Maduro en el poder, dispuesto a aniquilar cualquier oposición a su mandato”, admitió la politóloga.
Ante la aparente imposibilidad de una negociación directa con Miraflores, la oposición, desde la óptica de Cassoni, sigue apostando a un “quiebre” de la coalición gobernante, mediante contactos con quienes sostienen al gobierno.
“El gobierno siente que el 10 de enero es una fecha muy importante para ellos en vista de que no tienen el reconocimiento internacional esperado, entonces teme que sea un día de conflicto, de quiebre de la coalición que gobierna Venezuela, por lo que no le queda sino aumentar la represión”, añadió.
Control de daños
A la par, siguen las excarcelaciones. El Comité por la Liberación de los Presos Políticos registra un aproximado de 700 excarcelaciones en las últimas semanas – 210 menos de las que habla la Fiscalía – entre ellas las de los más de 100 adolescentes apresados en el contexto de las protestas contra los resultados electorales del 28 de julio, anunciados por el Consejo Nacional Electoral, a favor de Maduro.
Hasta el 26 de diciembre, Foro Penal contabiliza 1.849 presos políticos en las cárceles de Venezuela; de ellos 1.628 son hombres y 221 mujeres; 1.687 civiles y 162 militares.
“Sobre las excarcelaciones, ha habido un reconocimiento por parte del régimen de Maduro sobre que ese tema les estaba haciendo daño, se les han muerto presos políticos y han detenido niños, al estilo de las peores dictaduras para sembrar terror en la sociedad. Presumo que es una especie de control de daños poco efectiva porque no hay manera de que Maduro convenza a nadie de que no es un régimen autoritario que va no solo contra la dirigencia político partidista sino contra la sociedad civil”, expresó Puerta Riera.
A juicio de la también investigadora sobre temas de gobierno y análisis político, el mensaje sobre estar dispuesto a lo que sea también va dirigido a la comunidad internacional, a propósito del asedio a la Embajada de Argentina y la detención y procesamiento del gendarme de ese país, Nahuel Gallo.
Este 29 de diciembre, el fiscal Tarek William Saab, justificó el procesamiento y situación de incomunicación del gendarme argentino, por supuestamente participar en la “planificación de acciones desestabilizadoras y terroristas en territorio venezolano».
“Maduro y su régimen en este momento, tiene mucho mas que perder si no adopta esta postura extremista de terrorismo de Estado. Maduro es un hombre acorralado en el sentido de su pérdida de legitimidad política que quedó evidenciada en el desconocimiento de la voluntad popular del 28 de julio. Envía un mensaje no solo a Argentina sino a la región de que no le importa violar el orden jurídico internacional ni las sanciones, solo permanecer en el poder”, subrayo Puerta Riera.
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