Aunque desde aproximadamente 2007 su nombre retumbó en las páginas rojas del país, no es sino hasta este 2024 cuando el gobierno de Nicolás Maduro ha reconocido la existencia del Tren de Aragua, a la cual hasta hace no muy poco tiempo calificaba de “ficción mediática”.
Pero el gobierno no hace este reconocimiento como “mea culpa” por su falta de políticas contra la delincuencia organizada, que tuvo su auge entre 2007 y 2018, cuando frecuentemente en las informaciones de sucesos de los medios de comunicación eran frecuentes las noticias de secuestros, extorsiones, enfrentamientos y muchos otros delitos atribuidos a esta organización criminal.
Ahora, la tónica del chavismo es la de asegurar que esta y otras bandas delincuenciales forman parte de lo que denominan «planes golpistas” para acabar con la estabilidad del país y orquestar conspiraciones armadas contra el Ejecutivo y el resto de los poderes del Estado.
¿Qué es El Tren de Aragua?
El Tren de Aragua está catalogada como la banda criminal más grande y poderosa de Venezuela, de acuerdo con informes de la organización Insight Crime y el Gobierno de Estados Unidos.
Insight Crime agrega que el origen de esta megabanda, que, al menos hasta el desalojo tenía su base en la cárcel de Tocorón, se remonta al año 2005 con el sindicato de obreros que laboraban en la construcción de un proyecto ferroviario que uniría a los estados Aragua y Carabobo.
De ahí su nombre, ‘Tren de Aragua’. De acuerdo con el informe del centro de estudios especializado en delincuencia organizada en América Latina, el sindicato comenzó cobrando por la asignación de puestos de trabajo y extorsionaba a contratistas a cambio de seguridad. Gradualmente, fue ampliando sus actividades criminales.
En 2013, con el encarcelamiento de Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, en la prisión de Tocorón, el Tren de Aragua comenzó a aliarse con otras bandas criminales para expandir sus dominios. Llegaron a controlar el barrio San Vicente, ubicado en Maracay, la capital del estado Aragua, según Insight Crime y reportes del Observatorio Venezolano de Violencia.
EUU la designa organización criminal trasnacional
Desde 2020, camuflados con la gran diáspora venezolana que se trasladó a otros países de América Latina y Estados Unidos, el Tren de Aragua expandió sus tentáculos hasta convertirse en una de las pandillas más temidas y buscadas del continente. Incluso, ya en Estados Unidos, específicamente en Texas, fueron catalogados como organización terrorista, a la par de Al-Qaeda.
Ante la evidencia de miembros de este grupo en suelo estadounidense y después de peticiones de senadores y congresistas de Estados Unidos, el presidente Joe Biden la declaró como una «organización criminal trasnacional» el pasado mes de julio, dos semanas antes de las elecciones presidenciales en Venezuela.
«El Tren de Aragua representa una grave amenaza delictiva para toda la región. Por ejemplo, el Tren de Aragua aprovecha las redes transnacionales que desarrolló para el tráfico de personas, especialmente de mujeres y niñas migrantes, a través de las fronteras, para explotación sexual y trabajo forzado», dijo la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro al hacer la denominación contra la banda venezolana.
Del negacionismo a la nueva retórica del gobierno
Delante de su homólogo colombiano, Luis Gilberto Murillo, en abril de este mismo año el canciller de Venezuela, Yvan Gil, negó rotundamente la existencia del Tren de Aragua, la banda criminal transnacional nacida hace una década en las cárceles venezolanas y cuyos tentáculos siembran terror en varios países del continente.
“El Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para crear una etiqueta inexistente como lo hicieron en su momento con el cartel de los Soles. Recordemos que se venció el discurso del cartel de los Soles”, explicó Gil durante un evento público en el que estuvo acompañado del canciller colombiano.
Tan solo un mes antes, el fiscal Tarek William Saab definía a esta organización y las noticias sobre su expansión a otros países del continente como un “mito” y que se había “sobredimensionado y se le ha asignado un poder al Tren de Aragua que en realidad nunca ha tenido”.
Recientemente, el recién nombrado ministro del Interior, Diosdado Cabello, así como el gobernante Nicolás Maduro, vincularon a esta banda con la oposición y de estar inmiscuidos en planes golpistas.
Incluso, Maduro sostiene ahora que el “Niño” Guerrero, líder de esta banda, fue contratado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos para generar actos de violencia los días posteriores a la reciente elección presidencial.
Expertos en seguridad no dudan en señalar que estas acusaciones del chavismo, aunque no sorpresivas, son solo reflejo de lo que desde Miraflores se hace.
«Están exportando criminales a todos los países americanos. Son mafias que llegan a acuerdos de mercados del crimen, y nuestros vecinos están pagando las consecuencias de haberse permitido subsistir con un narcoestado sin aplicar correctivos colectivos», dijo sobre ello el abogado y exdiplomático William Cárdenas.
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