La realidad en cada bomba de gasolina en Vargas es diferente. Aunque las fallas en la distribución las afecta a todas por igual, una vez reciben las gandolas cada una impone su metodología de despacho.
Por ejemplo, en la estación de servicio El Palmar, situada a la altura de Playa Lido, en Caraballeda, el descaro es total y así lo reiteraron los conductores.
Los efectivos militares allí apostados atienden por un lado a los que van por la gasolina subsidiada, que pueden durar hasta cuatro días en cola; y por otro a los conocidos VIP. Estos últimos son todos aquellos que pagan desde 10 dólares para poder equipar sus tanques sin cola y sin estrés.
“A esta hora el guardia dice que no tiene gasolina para los demás carros y hay que esperar para ver si hay posibilidades, porque mientras tanto están pasando carros por el otro lado”, expresó el conductor Juan Carlos.
Y es que el lugar destinado para la salida de los vehículos de la bomba lo usan para darle acceso a estos conductores VIP, que actúan bajo la mirada de todos sin ningún pudor.
Agregó que esta estación de servicio no se rige por placa porque duró casi una semana sin recibir despacho. “Estamos haciendo la cola y es impredecible poder echar, porque si reparten unos números ya cuando uno viene llegando te ponen el cono a 81 números repartidos en la mañana”.
Sostuvo que oportunidades, si no hay chance de equipar, toca quedarse a dormir en las adyacencias. “Hace 15 días estuvimos cuatro días pernoctando aquí. Eso es lo que tenemos que hacer para echar gasolina”.
Rafael Velasco, por su parte, dijo que el domingo pasado hasta el sábado no hubo despacho. “El sábado empezaron a echar y llegó una gandola hasta las 3 de la tarde, y pararon la bomba. Luego llegó otra gandola y hoy van a echar supuestamente hasta donde está el cono, porque y que no hay gasolina”.
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