Más de 40 combos, de entre siete y ocho kilos, deben dejar los vendedores de verduras, frutas y hortalizas de Vargas a los funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la policía en las alcabalas que colocan entre Los Andes y el Litoral Central.
Esta situación amenaza con desaparecer estos negocios, que ahora deben buscar la mercancía agrícola en los mercados de Coche o en Carayaca, parroquia agrícola por excelencia en la región.
Manuel Núñez, feriero, es uno de los que dejó de viajar a los estados andinos del país a buscar mercancía cansado de la matraca. “Los policías, los guardias nos quitan demasiada mercancía en la vía”.
“De La Grita aquí uno pasa un promedio de 40 alcabalas, y son 40 combos de bolsas que uno tiene que ir repartiendo a cada una. Por cada alcabala se le deja un combo de lo que uno vende. A veces ponen móviles de la policía”, expresó.
Núñez dijo que quienes no “colaboren” los efectivos los detienen de manera arbitraria por más de cinco horas.
Por si fuera poco, recalcó que deben hacer filas de hasta tres días para poder abastecerse de gasoil o, en algunos casos, pagarlo en moneda extranjera, a pesar de que está subsidiado. “El gasoil se convirtió en negocio, pese a que es gratis. Ahorita es más costoso y hay que comprarlo”.
Nelson Contreras, otro feriero, sostuvo que es imposible viajar al Táchira sin combustible de reserva, porque sencillamente allá no hay. “De allá venimos muchos y hemos dejado de traer mercancía por eso; no hay, no consiguen”.
“Quien tenga un camión con tanque pequeño no puede viajar, pero por la vía la guardia te pone trabas si cargas pipas (pimpinas)”, precisó.
Destacó que se necesitan al menos 700 litros para ir y venir de La Grita. “Son 15 horas de camino y 20 cargados”.
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