El Domingo 30 de Octubre 2022, Brasil deberá elegir entre un demócrata como Lula o un aspirante a dictador como Jair Bolsonaro. La ventaja de Lula sobre Bolsonaro el 02 de Octubre 2022, fue de apenas cuatro puntos porcentuales, ello a pesar de que todos los sondeos y encuestas sostenían una ventaja de entre siete y diez puntos, lo que constituyo sin ninguna duda un éxito para el Bolsonarismo quien logro una contundente victoria en la elección de diputados y senadores, así como también en los gobiernos regionales, es decir, los estrategas de la campaña electoral de Lula no lograron darse cuenta de la fuerza del bolsonarismo y el auge que ha experimentado la extrema derecha en los últimos 4 años, por lo que toca analizar en profundidad los agregados de la derecha en la sociedad brasileña en estos 4 años de gobierno Bolsonarita, pues de acuerdo a los resultados del 02 de Octubre 2022 pareciera que el discurso populista clásico de la derecha y sus políticas se han hecho atractivas para un grueso importante de la sociedad Brasileña.        

Los estrategas de la campaña electoral de Lula tendrán esta vez que detenerse en analizar el como concibe  el imaginario colectivo brasileño las nuevas políticas del bolsonarismo, he intentar llegar a una compresión completa de las motivaciones económicas, políticas, sociales y culturales, que tienen estos nuevos añadidos sociales de la derecha brasileña, y a partir de acá, construir reflexiones más profundas sobre la relación dialéctica entre los nuevos agregados políticos del bolsonarismo, las ideas que emergen de ellos (los nuevos agregados políticos) como producto de un determinado momento histórico y la identificación que expresan estas “nuevas masas” a los símbolos del bolsonarismo y lo que los mismos representan para estas “nuevas masas”; es decir, estas reflexiones deben trascender el manido análisis sobre lo manipulable que son o dejan de ser éstos símbolos ante la irrupción de movimientos totalitarios como el bolsonarismo que se limitan a ofrecer recetas políticamente reaccionarias y socialmente regresivas, invocando para ello el restablecimiento de la soberanía nacional, la adopción de cierto proteccionismo económico y la defensa de identidades nacionales en apariencia amenazadas.

Lo anterior tiene que ver mucho con lo ocurrido a finales de la década pasada, es decir, la elección de Donald Trump en los EEUU, el triunfo del Brexit y el surgimiento de diversas opciones políticas autoritarias que en el mundo parecieron conformar lo que algunos analistas consideraron como una especie de familia política cuyo denominador común era una inclinación al populismo nacionalista. Ante esta realidad se hace urgente conocer que hizo posible que el Bolsonarismo que brutalizo la vida social del Brasil, se vuelva atractivo para millones de personas que lo convierten en una importante fuerza política.

Los votos obtenidos por el Bolsonarismo son también producto de la antipolitica que ha demonizado a los partidos tradicionales y que cuenta con el apoyo de la obligarquia brasileña y los medios de comunicación, la repetición de falsas noticias o fake news ha llevado a importantes sectores de la sociedad a llenarse de odio e intolerancia en contra de sus partidos políticos, lo que ha creado un clima de criminalización de la acción política. Este tipo de acciones es característico del fascismos y Bolsonaro no es otra cosa que el resultado de todo esto, a lo que habría que sumar la contribución de las grandes corporaciones internacionales y la de los dueños de los mas importantes medios de comunicación.

Dentro del cuadro anteriormente descrito, Lula parte con cierta ventaja para la segunda vuelta a realizarse el 30 de Octubre de 2022, por cuanto el apoyo de Ciro Gomes y Simone Tebe que entre los dos sumaron el 7,2%  en la primera vuelta fortalece el 48,31% que obtuvo Lula, aun cuando nadie puede garantizar hacia donde se inclinarán esos 7,5 millones de votos. Además, Los estrategas de la campaña de Lula en esta segunda vuelta tendrán que hacer frente a la campaña de odio contra Lula y el PT que ha sido muy grande y bastante exitosa.

Esta campaña contra Lula y el PT se inicio en el 2014 cuando se intento derrotar electoralmente a Dilma Roussef candidata del PT, al no lograrlo denunciaron un fraude, y es entonces cuando el establishment político, judicial y militar comienza a trabajar sobre el golpe parlamentario, y luego de una campaña de desinformación Roussef es destituida por el Congreso. Un año después Lula es condenado a 9 años de prisión por supuestamente haber recibido un apartamento como soborno a cambio de contratos por obras publicas,  uso el adjetivo supuestamente por cuanto los mismos fiscales que presentaron la denuncia admitieron ante la opinión publica no tener pruebas del delito. El autor intelectual de esta trampa jurídica fue el Juez Sergio Moro que después fue Ministro de Justicia de Bolsonaro y logro salir electo Senador en las elecciones del 02 de Octubre de 2022.

Faltando dos semanas para la segunda vuelta ambos candidatos se encargaran de reforzar sus discursos respectivos, Lula explicando la brutalizacion social que en 4 años hizo Bolsonaro de la sociedad brasileña y Bolsonaro tratando de asustar con el fantasma comunista, sin reparar que hoy en Brasil hay 33,1 millones de personas pasando hambre, vale decir, que no tienen qué comer y más de la mitad de la población está sujeta a algún tipo de inseguridad alimentaria, según datos de la Red Brasileña de Investigación en Soberanía y Seguridad Alimentaria (Red Penssan). Que Brasil es un país tremendamente desigual, con la mayoría de los trabajadores están fuera del mercado formal, sin derechos laborales, mal formados (por la exclusión educativa devenida de la precariedad de la escuela pública), mal informados (por las redes sociales y por unos medios de comunicación que no están para informar), y sin ninguna perspectivas de futuro cierto. No hay que olvidar que “Las condiciones políticas tienen una influencia esencial en la distribución de la renta” Paul Krugman. Premio Nobel de Economía 2008.

https://www.analitica.com/opinion/es-el-bolsonarismo-un-auge-de-la-derecha-global/