A partir de diciembre del año 2021, ha empezado la inflación en 15 de 34 economías de países avanzados e industrializados, la cual ya se coloca en el 5% anual. Esto es, habían transcurrido más de veinte años sin haberse presentado un salto tan vertiginoso y filoso siguiendo al patrón contemporáneo. Paralelamente, los países emergentes y en vías de desarrollo (MEED) se han visto perjudicados por un alza similar en los precios al consumidor. En todo caso, 78 de 109 países soportan con estoicismo tasas inflacionarias que dejan atrás el tranquilo y apacible 5%. Todo esto comenzó antes de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. La guerra únicamente la ha fortalecido, ante las medidas económicas contra Rusia y su nuevo zar.
Cuadro 1
Una consecuencia directa de esta inflación global ha sido la remontada de los precios de las materias primas y sobre todo el de la energía. Así en enero de 2022 los precios del petróleo subieron un sustancial 77% en comparación a su nivel en diciembre del año anterior. También a este incremento se le añade el ocurrido en los precios de los alimentos los cuales se ajustaron también por encima del 5%. Los padres y gestores de esta inflación contemporánea han sido tanto el Sistema de Bancos de la Reserva Federal como el Banco Central Europeo, con sus políticas de comprar deuda pública y facilitar el incremento de la liquidez monetaria mundial.
Así podemos apreciar que en el cuadro 2 podemos comprobar que la inflación ha recaído precisamente en Estados Unido y lo países europeos que se encuentran en la Unión Europea, mientras que Japón y en Suiza gobierna la estabilidad de precios.
Ahora bien, en América Latina, según una nota informativa de prensa de la CEPAL, la inflación que era de 6,6% en 2021, ha pasado a 8,1% en el año 2022. Y bajo este contexto, la pobreza que ya era de un 29,8% en el 2018 subirá a 33,7% en el 2022.
¿Por qué se presentó la inflación: invitada siempre indeseable?
Según la fórmula keynesiana para salir de la recesión y retornar al crecimiento, es necesario operar la demanda a través de subsidios directos (pagos de la seguridad social en EE. UU) o expandir el crédito fácil con tasas bajas de interés. La consecuencia inexorable de este fácil y engañoso artificio, ha sido el alza fatal de los precios al consumidor y para nada: el mágico incremento de la producción que ocurriría en los principales países. También los expertos se preguntan: ¿cómo aumentar la producción si hay carencias de materias primas, energía, escasez de repuestos (microchips etc.)? La disparada de los precios al consumo que surge de estos errores de los diseñadores de la política económica, ha dado la señal de partida a una espiral inflacionaria de la cual es difícil escapar y salir indemne. Bajo esta pauta, los sindicatos piden aumentos salariales los cuales no se pueden rechazar. Lo único que produjo la política de expansión monetaria fue un incremento en los precios del mercado de valores el cual ya se está frenando, al igual que se detiene un tren poco a poco antes de llegar a su meta.
Total, fueron olvidadas las tesis de Milton Friedman, de no expandir tanto la oferta monetaria, y a ello se le agrega la advertencia de la escuela de las expectativas racionales, quienes explican que los agentes económicos no son tontos, sino que se anticipan a los efectos y en consecuencia, no invierten en la actividad productiva, y de paso ahorran protegiéndose los futuros descalabros, en los distintos mercados.
Otro efecto, de la inflación que se avizora es un regreso al proteccionismo y una caída del comercio internacional tanto por la guerra de Ucrania y las medidas de Occidente que afectan a Rusia. De esta forma, se piensa que China con su estabilidad de precios tiene una ventaja en el comercio mundial e incluso un país europeo quiere producir chips para no depender de su importación de China.
En los momentos en que finalizamos estas líneas, uno de los principales periódicos españoles está anunciando una depresión mundial en la economía.
https://www.analitica.com/opinion/el-retorno-de-la-inflacion-mundial/