El Hospital Clínico Universitario (HCU) pasó de ser uno de los centros de salud insignes del país, a una verdadera calamidad tanto para los pacientes como para los trabajadores. Estos últimos, con salarios que no superan los cinco dólares al mes, tienen que “trabajar con las uñas” para cuidar a los enfermos.

“Hoy los pacientes tuvieron suerte: hay arroz con un pedacito de pescado. Hay veces que tenemos que cocinarles solo bollitos, porque no hay más nada“, dijo una trabajadora, cuya identidad quedará bajo resguardo por Caraota Digital.

El almuerzo de este martes en el HCU

Tan solo al llegar al HCU, las personas se sorprenden por su infraestructura. Inaugurado en 1956, en los últimos años el hospital también ha sido víctima de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela.

El estado de la infraestructura no es óptimo: hay pasillos que han tenido que cerrarse porque se rompen las tuberías de agua; los techos y paredes muestran el paso de los años, así como el poco interés de recuperar una joya arquitectónica como esta.

Los baños, tanto de hombres como mujeres, también muestran la decadencia del HCU. Hay tuberías que no pueden cerrarse, malgastando decenas de litros diariamente. El cloro y el jabón tienen semanas desaparecidos, por lo que los trabajadores únicamente usan agua para higienizar los inodoros, por supuesto colapsados.

Inodoro en el baño de hombres del HCU

“No hay para ventanas, tapamos los huecos con cartones y cortinas”

En la mayoría de los pisos en los que deben ser hospitalizados los pacientes, hay ventanales con vista hacia el Ávila, ícono de Caracas. Sin embargo, muchos no tienen vidrios: se rompieron hace años y no hay recursos para poner unos nuevos.

“Usamos cartones. No hay dinero para ventanas, así que tapamos los huecos con eso o con cortinas“, señaló una fuente a Caraota Digital.

Ventanal “arreglado” en el HCU

Peligros con los desechos

Los desechos médicos, que deben ser tratados con sumo cuidado para evitar algún riesgo de infección, son dejados a las afueras del HCU sin ningún tipo de clemencia por las personas que diariamente transitan el lugar.

Sangre, gasas usadas, moscas, frascos de botica y comida en mal estado es dejada a las afueras del HCU por el personal sanitario, que debe vaciar las bolsas negras y volvérselas a llevar dentro del centro de salud, porque tampoco hay recursos para comprar nuevas.

Desechos en el HCU

Los trabajadores del Hospital Clínico Universitario esperan una pronta respuesta por parte de las autoridades. Señalan que no se puede seguir trabajando en un lugar que no garantiza ni la seguridad de las personas que allí laboran, ni de los pacientes.

https://www.caraotadigital.net/nacionales/el-hospital-clinico-universitario-en-ruinas-moscas-basura-y-una-peligrosa-infraestructura-video