Era el 4 de enero y nevaba. Hace cuarenta y cinco años, Edmundo González Urrutia conducía desde Bethesda, un barrio en el estado de Maryland, colindante con Washington, D.C., capital de Estados Unidos, hacia el hospital de Georgetown. El entonces joven diplomático tenía siete años de casado con Mercedes Marina López. Ella estaba en trabajo de parto. Aquel día daría a luz a Carolina, la primera hija del matrimonio.
Casi medio siglo después, ahora como ganador de las elecciones venezolanas, volvería a andar por las calles de la capital norteamericana, otra vez con una nevada agresiva que llenó las calles. Esta vez la responsabilidad era distinta. Edmundo González Urrutia se reuniría con Joe Biden, presidente saliente de Estados Unidos, este lunes 6 de enero.
“Tengo una pregunta, ¿lograste llegar para ver el nacimiento de tu hija?”, le dijo Biden entre risas a González Urrutia. Este, con una sonrisa, respondió afirmativamente. Así inició la reunión entre estos dos políticos, en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Se encontraron apenas a cuatro días para que ocurra la juramentación presidencial de Venezuela.
Ese próximo día Nicolás Maduro y el chavismo han ratificado que se mantendrán en el poder. Un día antes, ocurrirá una protesta encabezada por María Corina Machado, principal dirigente de la oposición venezolana. Dicha manifestación podría cambiar el desenlace de la historia, o al menos eso espera Machado y compañía. Mientras ella está en Caracas, González Urrutia hace una gira que lo ha llevado a Argentina, Uruguay, Estados Unidos y que lo hará llegar a Panamá y República Dominicana, por ahora.
El encuentro entre Biden y González Urrutia duró unos 45 minutos. Luego de romper el hielo, con la historia de su andanza para llegar a tiempo al parto de Mercedes, la conversación fluyó. El venezolano estuvo acompañado por el exalcalde de El Hatillo, David Smolanski, y el exdiputado Miguel Pizarro, ambos en el exilio en la capital estadounidense.
«Su compromiso con una transición pacífica y ordenada en Venezuela está intacto. Durante 45 minutos pudimos profundizar sobre lo positivo que será, para la región, la expansión de la democracia partiendo desde Venezuela», declaró EGU.
Edmundo González Urrutia saludó a los migrantes venezolanos
Luego de reunirse con Biden, Edmundo González Urrutia se dirigió a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para conversar con Luis Almagro, secretario general del ente regional. A las afueras del edificio había unos seis centímetros de grosor de nieve. El panorama blanco y desolado se fue llenando de color y vítores con la llegada de migrantes venezolanos que viven en Estados Unidos.
Hubo personas que viajaron desde Texas, otras desde Atlanta, algunas desde Nueva York y otras tenían encima las maletas, pues en cuestión de horas tomarían vuelos de vuelta a casa luego de pasar las fechas navideñas con familiares en la capital norteamericana y sus alrededores. Algunos más abrigados que otros plenaron las escalinatas de la OEA para escuchar las palabras de Edmundo González Urrutia y verle en persona por primera vez.
#EnVideo | Edmundo González Urrutia saludó a los venezolanos que se concentraron este lunes #6Ene frente a la sede de la OEA, situada en Washington D.C., a propósito de su visita a Estados Unidos.
«Este respaldo es el mismo que hemos recibido en todos los países que hemos… pic.twitter.com/iLenpLyDGy
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Labios resecos, dientes tiritando, cuerpos temblando. Sin embargo, la esperanza y la expectativa fueron más fuertes. La gente empezó a llegar a la sede de la OEA poco antes de las 2:00 de la tarde y González Urrutia se preocupó por salir lo más rápido posible para evitar que sus compatriotas pasaran más frío del que ya tenían.
“Yo viajé desde Texas con mi esposo. Estoy acá, no soy venezolana, pero él sí y yo lo apoyo a él y a la causa de la libertad criolla”, dijo Aline, quien estaba en compañía de uno de sus hijos. El mensaje fue secundado por Patricia Parada, quien viajó más de diez horas por tierra desde Carolina del Norte para ver en persona a Edmundo González Urrutia y mostrarle su apoyo.
“Venimos porque tenemos la fe y la esperanza de que el próximo 10 de enero se hará respetar la voluntad y la decisión del pueblo venezolano al elegir a Edmundo González Urrutia como presidente”, dijo Parada, quien acudió a la cita junto a más familiares.
La emoción calentó los cuerpos, lo suficiente para que el frío se olvidara por algunos minutos.
Abrigado y en compañía de su esposa Mercedes, Edmundo González Urrutia no pareció inmutarse por la sensación térmica que marcaba -5 grados. El diplomático de 75 años edad se mostró fuerte al aire libre y respondió con las manos alzadas, una sonrisa y un mensaje de aliento a los venezolanos que desafiaron la tormenta para poder saludarlo.
Al final esta es una forma de demostrar que la gente que nace en el Caribe es capaz de sobreponerse a casi todo, incluso a temperaturas que no le son habituales.
Venezolanos en Washington, D.C. le pidieron a Edmundo González no abandonar a María Corina Machado, él respondió
Desde el público se escuchaban gritos. Todos de apoyo, algunos gritaban “¡Presidente!”, otros le recordaban a González Urrutia que en Caracas está María Corina Machado y que ella necesita de todo el apoyo posible.
“Estimados compatriotas, no quiero sino dar un afectuoso saludo a todos. Que en medio de estas condiciones, de la nieve y el frío, se han acercado aquí a la sede de la OEA para recibirnos con ese cálido respaldo que nos están dando hoy. Es el mismo respaldo que hemos recibido en todos los países a los que hemos ido recientemente”, dijo González Urrutia frente a los venezolanos.
#Ahora Venezolanos en Washington D.C. se concentran frente a sede de la OEA para recibir a Edmundo González Urrutia. #6Ene pic.twitter.com/9aRppcg5gp
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Sobre María Corina Machado, el político venezolano aseguró que sostiene constantes reuniones con ella y que no está sola en la lucha desde Caracas.
Luego de cantar el Gloria al bravo pueblo, Edmundo González Urrutia se devolvió al edificio de la OEA para encontrarse nuevamente con Luis Almagro y sostener una conversación en privado.
Su día no terminaría sino pasadas las 10 de la noche. Este 6 de enero también visitó el Congreso, se reunió con el equipo de Donald Trump y luego sostuvo encuentros privados mientras los venezolanos que lo saludaron frente a la OEA regresaban a sus diferentes destinos esperanzados de recuperar su país de origen y vivir en democracia.
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