Rotando por todo el planeta circula la especie de que el régimen desestima el éxodo venezolano, “crisis de migrantes y refugiados”, vista como la más grande del mundo, que ha superado a la de Siria en cerca de un doce por ciento, y alcanzaría un total de unos siete millones y medio de connacionales errantes por Latinoamérica y el Caribe, según el informe R4V, que en julio se disparó en cerca de un 10,73 por ciento, aparte de que por el hemisferio se computan hasta unos 6, 2 millones de migrantes y refugiados venezolanos. Hasta ahora, Colombia se mantiene como el mayor receptor de migrantes venezolanos en el mundo, con unos 2,5 millones de personas, pese a que desde 2020 la frontera binacional, por razones muy políticas, estuvo cerrada. Pero, no impidió a nuestros compatriotas cruzar, a todo riesgo, por trochas o caminos verdes, para instalarse en ciudades tales como: Cúcuta, Bogotá o Medellín, siendo Perú el segundo en la lista de países con alrededor de unos 1,3 millones; Ecuador con cerca de un medio millón, Chile con unos 450 mil. Y, entre RD, Panamá, Brasil y Argentina, unos 1,2 millones.

Tal emigración desmesurada hacia países vecinos ha originado trastornos socioeconómicos en las diferentes naciones adonde nuestros connacionales han ido a establecerse, razón por la que los organismos rectores de los DDHH (OEA/ONU) deberían incoar una demanda indemnizatoria contra el régimen venezolano por responsable directo y absoluto en esta situación de penurias causadas a tantos venezolanos y países vecinos.   

Pero, muy sarcásticamente,  el régimen pretende negar la complejidad y magnitudes de esta situación e implementa, con fines publicitarios, un artilugio denominado “vuelta a la patria”.

https://www.analitica.com/opinion/diaspora-criolla-galardon-distintivo-del-socialismo-siglo-xxi-venezolano/