El que engaña encontrará siempre quien se deja engañar. Nicolo Maquiavelli
La política en Argentina se ha transformado en un arte que envidiaría el propio Nicolo Machiavelli, En efecto, Alberto Fernández uno de los presidentes más malos e incolores de América Latina se apartó de repente de la vista crítica del público, al igual que la condenada ex presidente Cristina Fernández (Vda.) de Kirchner. Y nombraron ministro de Economía y candidato a la presidencia de la República al inefable Sergio Massa y casi impalpable pseudo tecnócrata. Si fracasa, fracasará solito él, y si triunfa seguirá la “casta” neoperonista en el poder.
Al parecer, en la Argentina del siglo XXI conviven 18,7 millones de personas que reciben dinero del Estado, entre jubilados, pensionados, beneficiarios de planes sociales, pensiones de gracia, y dentro de ese universo heterogéneo marchan a un solo compás, unos 3,8 millones de empleados públicos Mientras que el sector privado emplea en la Argentina apenas a unos 6,2 millones de personas. Por lo tanto podemos exclamar a los cuatro vientos, que la gran nación del sur es ya un país socialista: más que España, un poquito menos que Venezuela, etc. En el socialismo es fácil meterse pero luego muy difícil salirse, si les cuesta creerlo, pregúntenles a los venezolanos, nicaragüenses y sobre todo a los cubanos.
En la oficial Aerolíneas Argentinas se produjo un video en donde se la presentaba como la única opción, ya que el resto “querría cerrar la línea de bandera” .En los trenes les aseguraron a los pasajeros que sus tarifas se dispararían de $56 a $1.100 en todas las pantallas; y así se repitió en cada uno de los rincones del sector público, donde el “aparato” de comunicación funcionó a la perfección. El equilibrio macroeconómico y el déficit de US$3,5 millones que suponen los trenes estatales quedaron muy lejos para una población inmersa en la desesperanza y el cansancio, que todos los sondeos que muestran el clima de época de 2023.
“Plan platita” o cómo despilfarrar más y más
“El dinero no alcanza” era otra de las frases más recurrentes entre las clases medias. De ahí que el “plan platita 3″ no escatimó en recursos tras la derrota en las PASO. Había que preparar programas para “todos y todas”. Por lo mínimo el barco del gobierno kirchnerista, y populista, llegaría a diciembre. Quizá, sería un problema para la presidencia, pero con margen para ganar tiempo. Así es como unos $3 billones de pesos se gastaron hacia los sectores más disímiles. Es decir, el equivalente a 1,5% del producto bruto interno de un país que necesita ordenar sus cuentas fiscales.
Massa reclamó el reintegro del 21% de las compras en supermercados, sin importar si es un alimento de la canasta básica, un electrodoméstico o un producto suntuario. Postergó el aumento de las tarifas energéticas y de transporte, decretó un bono de $20.000 para desempleados y otro de $94.000 para trabajadores informales; lanzó un alivio fiscal para autónomos; un refuerzo mensual para jubilados; una suma fija para empleados del sector privado; refuerzos en la Tarjeta Alimentar y Potenciar Trabajo, y un nuevo programa Previaje, al que busca convertir en política de Estado.
Los beneficiarios de Compre sin IVA son unos 7 millones de jubilados y pensionados; 2,5 millones de beneficiarios de la AUH(Asignación Universal por Hijo); 2,7 millones de monotributistas; empleados en relación de dependencia y 440.000 trabajadores del Régimen del Personal de Casas Particulares. La devolución es de hasta 18.000 pesos. Al mejor estilo Kirchner, todo tiene su relato. “Las medidas son por el impacto de la devaluación que le impuso el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina. Venimos a proteger el salario de los trabajadores, que nunca más pagarán Ganancias”, con estas palabras justifican los dislates más grandes. Increíblemente, allá el FMI es la vez un protector y un ogro.
Como si fuera poco, se difundieron distintas líneas de crédito con tasas subsidiadas para jubilados, monotributistas y trabajadores en relación de dependencia; un “alivio fiscal” para monotributistas de las categorías A, B, C y D; acuerdos de precios con empresas de consumo masivo, combustibles y con automotrices y congelamiento de las cuotas de prepagas desde octubre por 90 días.
Sea como fuere, la hiperinflación está a la vuelta de la esquina y destruirá todo poder de compra. Y multiplicará la proporción de la población en estado de pobreza e indigencia.
Veremos si el electorado le echará de nuevo la culpa de casi todo lo que pasa al peluca Milei. Adicionalmente, vimos en los medios (en especial los de La Nación +) una agresividad exagerada contra Javier Milei el liberal acérrimo, candidato de la Libertad Avanza, siempre cuestionado por periodistas, que le hacían las mismas preguntas, mientras que Sergio Massa, provocando más inflación, metido en una burbuja sin que los agresivos inquisidores de La Nación, Clarín y otros ni siquiera cuestionaban la política económica del ministro-candidato Massa. Ya la deuda externa de Argentina, es impagable con FMI o sin él, y el riesgo país es el segundo de América Latina después del de Venezuela.
https://www.analitica.com/opinion/como-logro-ganar-el-populismo-y-la-corrupcion-en-argentina-de-nuevo/