Para los guayaneses se hace cada vez más difícil seguir con la tradición de comer pescado en Semana Santa, al menos el Viernes Santo. Los altos precios de este alimento obligan a buscar otras alternativas, o irse por las especies más económicas.

César Becerra tiene ya de tres a cinco años sin seguir la tradición de comer pescado en Semana Santa.

“No se puede mantener la tradición, los precios están demasiado caros, el salario nuestro no alcanza ni para comer. Soy personal jubilado y ya no sé qué hacer para comer, ni la sardina se puede comprar porque está demasiado cara, el pescado de mar pasa los 7 millones u 8 millones”, señaló Becerra.

Argenis Velásquez sigue la tradición, pero cada vez las compras son en menor cantidad debido a los altos precios del pescado.

“Siempre sigo la tradición, pero con esta crisis del país y como están los precios, creo que no todos podrán cumplir esa tradición, eso está por las nubes. Yo estoy comprando cojinua, bonita blanca, algo accesible”, manifestó.

José Antonio Velásquez también mantiene la tradición. Admite que aunque es comerciante, a veces se le hace difícil cubrir sus gastos diarios.

“Soy comerciante, pero si trabajara asalariado no me daría para comprar, y sin embargo, a veces me veo apretado (…) Lo más accesible es comprar bonita y un poquito de cazón”, afirmó.

Luzmeris Rodríguez, vendedora en el mercado de Unare en Puerto Ordaz, comentó cuáles son las especies más buscadas por los guayaneses.

“El cazón, la raya, la sardinita que están llevando ahorita bastante, curvinata y rayado, es lo que más están comprando. El rayado está en Bs. 6.500.000, la curvinata igual, la sardinita en Bs. 1.500.000, la raya en Bs. 7.000.000, el atún en Bs. 11.000.000 y el cazón en Bs. 7.000.000”, detalló Rodríguez.

Al igual que el año pasado, las ventas de pescado estuvieron disminuidas, en comparación con años anteriores. Vendedores consideran que la situación de la pandemia, que también agravó la crisis económica, pudo influir.

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