Por primera vez desde que comenzó la pandemia de coronavirus en 2020, China, uno de los países con las medidas más estrictas para prevenir los contagios de covid-19, abrió sus fronteras y empezó a eliminar restricciones sanitarias como confinamientos obligatorios y pruebas masivas de covid-19, desde diciembre de 2022, tras una ola de protestas contra las políticas sanitarias en diversas ciudades y pueblos del país. 

Mientras el fin de las restricciones representó un alivio para familiares que por casi tres años permanecieron separados, experimentando cumpleaños, bodas, graduaciones o funerales en la distancia, el virus se propagó a un ritmo vertiginoso después de que se levantara la política de “covid cero”.

Fuentes del Financial Times sostienen que el subdirector del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, Sun Yang, reportó que en las tres primeras semanas de diciembre alrededor de 250 millones de personas se contagiaron de covid-19, lo que equivale a un 18% de la población del país con más habitantes del mundo. El mismo informe señala que en sólo un día, el 20 de diciembre, se contagiaron 37 millones de personas.  

En navidad, Xi Jinping, presidente de la República Popular China,  anunció el fin de la política de “covid cero” con un mensaje de calma televisado por el canal estatal chino.  

“Después de arduos esfuerzos, hemos superado dificultades y desafíos sin precedentes. Actualmente la prevención y el control de la epidemia han entrado en una nueva fase. Sigue siendo una etapa difícil, pero todo el mundo está trabajando duro y hay luz al final del túnel”.

China inició el 2023 con los hospitales abarrotados de pacientes gravemente afectados por el virus, entre ellos ancianos y personas con enfermedades preexistentes como diabetes y problemas cardíacos. 

Para ayudar con el aumento de casos y poder sustituir a los médicos o enfermeras que se han infectado, la Comisión Nacional de Salud de China instó a los hospitales a llamar de nuevo al personal médico jubilado. 

La situación podría agravarse por la conjunción del fin de las restricciones y la celebración del Año Nuevo Chino, el próximo 23 de enero. Millones de trabajadores provenientes de las regiones han copado trenes y autobuses para salir de las ciudades y regresar a sus hogares rurales con motivo de las festividades. Con una movilización tan alta de personas, China se prepara para una posible avalancha de infecciones en zonas rurales, con un sistema sanitario menos robusto que el de las grandes y prósperas ciudades del país. 

Reacción internacional al boom del covid-19 en China

La preocupación por el aumento de las infecciones por Covid-19 en China y la posibilidad de que se desarrollen variantes del virus a partir del brote, sumados a la falta de intercambio de datos sobre los contagios por parte del gobierno chino con otras naciones, llevó a varios países a imponer restricciones a viajeros provenientes de China.

Estados Unidos anunció que requerirá una prueba de covid-19 negativa para viajeros provenientes de China, Macao y Hong Kong. Asimismo, Japón, Corea del Sur, Malasia, Taiwán e India, también impusieron controles sanitarios a los pasajeros provenientes del gigante asiático, y en la Unión Europea, que aún no ha establecido medidas especiales, países como Italia, Francia y España anunciaron que las impondrán. 

En China, las medidas tomadas por otros países para evitar contagios a causa del brote de covid-19 no fueron bien recibidas. Una portavoz del gobierno calificó de “excesivas”  las nuevas normas de control a viajeros provenientes de ese país y sostuvo que están motivadas por “razones políticas”. 

Conocer el número de infecciones y muertes en China no será tarea fácil. Su Comisión Nacional de Salud anunció que ya no publicará las cifras de infecciones de covid-19. Puso fin a la regla que hacían obligatorias las pruebas de covid-19  e incluso ya no considera la enfermedad respiratoria una amenaza para la vida de personas saludables. 

La Organización Mundial de la Salud ha subrayado la importancia de mantener la vigilancia epidemiológica y ampliar la cobertura de vacunación, incluidas las dosis de refuerzo, especialmente para grupos vulnerables como los ancianos. 

«Seguimos pidiendo a China datos más rápidos, regulares y fiables sobre hospitalizaciones y muertes, así como una secuenciación vírica más completa y en tiempo real», declaró desde Ginebra el Director General de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su primera sesión informativa virtual del año. 

La semana pasada, la OMS se reunió con funcionarios chinos de alto nivel  para hablar del aumento de casos y hospitalizaciones.

Los datos de lo que se describió como “infecciones por coronavirus importadas y adquiridas localmente” fueron presentados por investigadores del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades.

La investigación reveló que el covid-19 con mayor circulación en China pertenece a dos linajes Omicron, BA.5.2 y BF.7, que en conjunto representan el 97,5% de todas las infecciones.

El Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus de la OMS que se reunió con la autoridad sanitaria china, expresó en un comunicado que «estas variantes son conocidas y han estado circulando en otros países, y en este momento ninguna nueva variante ha sido detectada por el CDC de China».

El impacto económico del fin de las restricciones sanitarias

Los negocios del sector privado, que han sufrido las consecuencias de los cierres durante años, ahora, tras una reapertura manchada por un vertiginoso aumento de contagios de covid-19, sufren la falta de empleados y clientes.  

Las políticas de «covid cero» llevan casi tres años planteando obstáculos inéditos a los negocios en China y, según datos oficiales, el desarrollo económico en el país asiático se ralentizó significativamente en el segundo trimestre del 2022. Su producción cayó un 2,6% entre abril y junio en comparación con el trimestre anterior, lo que llevó a muchos expertos a reevaluar sus previsiones para la segunda mayor economía del mundo.

La tasa de crecimiento anual del segundo trimestre de 2022 no alcanzó la predicción del 1% de los economistas. Sólo llegó al 0,4%, siendo la peor desde los primeros meses de la pandemia de covid-19 en 2020. 

Con el fin de las restricciones, en lugar de ver el florecimiento de los negocios, los ciudadanos y las empresas invierten con cautela en respuesta a una creciente incertidumbre a causa de la propagación imprevista y aparentemente incontrolable del virus, lo que indica que el camino hacia la recuperación podría ser largo. 

De acuerdo con la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China Meridional, el reciente pico de contagios ha hecho que varios fabricantes europeos en China no puedan contar con sus empleados habituales, lo que ha dificultado alcanzar objetivos de producción en el inicio del año. 

Para estimular la economía, el Partido Comunista ha prometido impulsar la demanda interna. Sin embargo, será difícil estimular el gasto luego de casi tres años, con una actividad económica esporádica y cierres sanitarios que han perjudicado sustancialmente a las empresas.

China y la nueva onda expansiva de covid-19