Con la muerte de su madre, la Reina Isabel II, su hijo mayor, Carlos, Príncipe de Gales, accedió al trono, adoptando el nombre “Carlos Tercero”. Sería bueno suponer que escogió ese nombre por la popularidad que tuvo como Príncipe Carlos. Tal vez no pensando en que hubo un Rey Carlos y un Rey Carlos Segundo. El primero, de la casa Stuart. Fue derrocado por Oliver Cromwell en la guerra civil que instauró una república, y se asiló en Francia. A su regreso a Inglaterra reinstauró la monarquía.  Pero fue un monarca cuyo reino no puede servir de buen ejemplo: se querelló con el Parlamento, porque quiso acabar con la monarquía constitucional y convertirse en Rey absoluto. Fue juzgado por traidor, condenado a muerte y ejecutado. Carlos II, fue su hijo y, a pesar de que gozó de popularidad –fue llamado Merry King– tuvo una vida muy licenciosa, estuvo casado con la Infanta portuguesa Catalina de Braganza de quien no tuvo hijos, pero sí tuvo doce hijos ilegítimos producto de sus relaciones con varias amantes.

Carlos III, como Príncipe de Gales, tuvo problemas en su vida familiar. Su gran amor fue Camila Rosemary Shaw, pero no pudo casarse con ella sino con Diana Spencer, con quien tuvo dos hijos: Prince William and Prince Henry (Harry). Su matrimonio fue un fracaso, se divorciaron en 1981, y Diana falleció trágicamente en 1997. El Príncipe Carlos contrajo matrimonio con Camilla en el 2005, después de que ella se había divorciado de Andrew Henry Parker Bowles, un alto oficial del Ejército con quien estuvo casada durante 21 años. Al casarse con el Príncipe Carlos a Camilla se le confirió el título de Duquesa de Cornwall.

El Príncipe Carlos, desde temprana edad fue conocido por su inclinación ecologista y su lucha por la defensa del ambiente. Cuando apenas tenía veintidós años pronunció un discurso advirtiendo los daños que estaban causando los residuos plásticos en el los océanos. Es conocido el apoyo que le ha dado al movimiento mundial que se afana por lograr que el ecocidio sea tipificado como crimen internacional, en particular apoyó a la abogada escocesa Polly Higgins, promotora de la campaña mundial conocida como “Stop Ecocide”.

Uno se pregunta si el ahora Rey Carlos Tercero va a convertirse en un rey ecologista. El hecho de ser rey no lo aleja de sus ideas sobre la protección del ambiente, pero él ha declarado que se debe tener en cuenta que políticamente tiene que ser muy cauteloso, y que no puede valerse de su cargo para imponer sus ideas y proyectos. Pero puede pensarse que en las reuniones semanales que tenga con la Primer Ministra Lyz Russ, podrán hablar sobre las ideas en cuanto a la protección al ambiente, para prevenir los daños que están causando las emisiones de dióxido de carbono.

https://www.analitica.com/opinion/carlos-iii-rey-de-gran-bretana/