En las estaciones de servicio de Caracas, cada vez son más largas las colas que deben hacer los ciudadanos para llenar el tanque de gasolina.

Durante este sábado, las cámaras de Caraota Digital evidenciaron que la ciudad capital se encontraba inmersa en largas colas en sus calles, avenidas ¡y hasta las autopistas! para poder intentar llenar de combustible sus carros particulares.

Desde hace más de un año, Venezuela entera ha vivido numerosos episodios que tienen que ver con el abastecimiento de gasolina. La escasez de la misma “renace” un año después que la administración de Nicolás Maduro aplicase, desde el mes de junio de 2020, un esquema de distribución y suministro de combustibles con el cual terminó con décadas de “subsidio”.

Estación de Servicio, Caracas
Estación de Servicio, Caracas

La citada medida consistía en vender gasolina en 200 estaciones de servicio a un precio de 0,50 USD por litro y en el resto a 5.000 bolívares. Cabe destacar que cuenta con un límite mensual de 120 litros por automóvil y 60 litros para motos cuyos propietarios estuviesen registrados en el sistema patria.

A partir de ese entonces, un conductor que requería 40 litros de gasolina debía pagar en estas bombas “internacionales” unos 3,9 millones de bolívares. Actualmente, es poco más de 62 millones, lo que significa un problema porque no se suele tener el cambio en dólares, y pagar en moneda nacional se dificulta tanto para disponer del efectivo como en electrónico (tarjetas de débito o crédito).

Llenar el tanque de gasolina en Venezuela es una proeza

El caso del señor Máximo Guillén es un ejemplo de la angustia que vive la capital, por la crisis de gasolina que atraviesa el país. Manifestó que “desde las 6:30 de la tarde de ayer me encuentro acá. La cola se mueve poco a poco, pero en la bomba no nos dicen nada“.

Máximo Guillén
Máximo Guillén

Es para resaltar que la resignación de Guillén es una pequeña parte de la población venezolana:

“Suerte… A buen entendedor, pocas palabras y las colas hablan por sí solas”

En este sentido, los ciudadanos Saúl Acosta y Juan Carlos Linares también han pasado horas en las colas. En el caso de Acosta “nos hemos organizado en un grupo para cuidarnos entre la noche y el día. Nos turnamos para movernos”.

A su vez, Linares desde tempranas horas de este sábado acudió a la cola porque “hasta que no pongan el cono que dice que es el último (carro) del día, de aquí no me muevo”.

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