El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tuvo su primer encuentro oficial con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca, en el que reiteraron la importancia de la colaboración entre Colombia y Estados Unidos, el pasado jueves 20 de abril.

Ambos líderes dialogaron brevemente frente a los medios de comunicación y discutieron una agenda bilateral sobre  la cooperación en asuntos de interés mutuo como el cambio climático, la transición hacia energías limpias, la migración, el narcotráfico, la crisis venezolana y la paz en la región.

“Siempre he pensado que Colombia es la piedra angular del continente y nosotros tenemos esfuerzos compartidos. Creo que si trabajamos juntos realmente podemos tener un continente que sea unido, igualitario, democrático y económicamente próspero”, planteó Biden.

La reunión se produjo pocos días después de la participación de Petro en la cumbre de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde denunció la imposición de sanciones unilaterales a Venezuela e hizo hincapié en que llevaría un mensaje a la Casa Blanca de: «Cero sanciones, más diplomacia y paz».

Biden se refirió a Colombia como un actor crucial en el hemisferio occidental, con potencial para liderar el camino hacia una región más unida, democrática y próspera. También reconoció el esfuerzo que ha mantenido para integrar a casi 2.5 millones de venezolanos que residen en Colombia.  

“Señor Presidente, quiero agradecerle la hospitalidad y el apoyo que Colombia sigue mostrando a los refugiados venezolanos.  Es algo humanitario y generoso lo que está haciendo”, dijo Biden.

Biden y Petro no convocaron una rueda de prensa conjunta tras su reunión. En su lugar, Petro se dirigió a los medios de comunicación por su cuenta y respondió a las preguntas de los micrófonos situados frente al Ala Oeste. La Casa Blanca sólo publicó una declaración conjunta de Estados Unidos y Colombia tras la reunión bilateral.

El anterior contacto entre el gobierno colombiano y el estadounidense no fue tan amistoso. En Bogotá, en octubre de 2022, al comienzo de un viaje de cinco días por Sudamérica, el Secretario de Estado Antony J. Blinken se reunió con el entonces recién elegido presidente de Colombia, Gustavo Petro, líder izquierdista cuyas posturas sobre Cuba, la guerra contra las drogas y el liderazgo antiamericano de Venezuela rompen con las posturas de la administración Biden, y pusieron a prueba la estrecha relación que ambos países han mantenido por años.

Después de ese encuentro inicial, en una rueda de prensa conjunta con Petro en el gran palacio presidencial de Bogotá, Blinken restó importancia a las diferencias y declaró: «Nos hemos escuchado y estamos aprendiendo el uno del otro».

Gustavo Petro ofrece declaraciones en las afueras de la Casa Blanca después de su reunión bilateral con el presidente Joe Biden. Fotografía de Jim Watson | AFP

Biden y Petro: Una nueva exploración de soluciones a la crisis venezolana?

Antes de iniciar la reunión en la Sala Oval, Biden expresó la importancia de Colombia como aliado y estableció la expectativa de trabajar estrechamente en el futuro. “Al comenzar el próximo siglo de nuestra asociación, creo que podemos hacer aún más para profundizar y desarrollar la cooperación”.

Durante la reunión, los presidentes discutieron varios puntos relacionados con la asociación entre Estados Unidos y Colombia. Entre ellos, el compromiso de promover la cooperación económica a través del marco de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica, una iniciativa de la administración Kennedy que tuvo lugar entre 1961 y 1970, la cual  tiene como objetivo promover el desarrollo económico y social en los países de América mediante la cooperación. 

También discutieron el establecimiento de un grupo de trabajo para avanzar en la interconexión eléctrica y promover las fuentes de energía renovables, la adopción de medidas para acelerar la transición hacia energías limpias y descarbonizar ambas economías, el reconocimiento del liderazgo de Colombia en la lucha contra la migración irregular en las Américas y el compromiso de combatir el tráfico ilícito de personas en el Darién.

Ambos rechazaron todo tipo de autoritarismo y agresión en el mundo, incluida la violación por Rusia del derecho internacional y de la integridad territorial de Ucrania, y subrayaron la importancia de lograr una paz estable y duradera. También afirmaron su compromiso común de ayudar a resolver la situación de Venezuela. Sin embargo, la declaración conjunta omitió cómo debería encararse tal iniciativa y no ofreció detalles sobre cómo piensan apoyar o contribuir a la resolución de la crisis venezolana.

La posición del gobierno estadounidense ya es conocida. En numerosas entrevistas previas, Juan González, asesor del presidente Biden para América Latina, ha afirmado que Estados Unidos estaría dispuesto a analizar la posibilidad de levantar las sanciones económicas impuestas a Venezuela, pero únicamente si se produjera una negociación abierta, con otras fuerzas políticas venezolanas además del gobierno, que resulte en la celebración de elecciones libres y justas en el país. 

Por su parte, el mandatario colombiano aseguró que planteó al presidente Biden levantar las sanciones a Venezuela de manera progresiva y en la medida en la que se produzcan avances electorales con garantías en Venezuela.  

«Quedó planteado sobre la mesa una estrategia que es hacer primero elecciones [en Venezuela] y luego levantar sanciones. O paulatinamente, en la medida en que se vaya cumpliendo una agenda electoral, que se vayan levantando también esas sanciones», dijo Petro ante reporteros frente a la Casa Blanca.

La propuesta de Petro consiste en que Venezuela avance hacia unas elecciones libres y sin presiones, en paralelo con el levantamiento de las sanciones, hasta que se alcance un punto en el que el pueblo venezolano tenga la capacidad de decidir libremente su propio destino. El gobierno de Biden ha manifestado estar dispuesto a levantar las sanciones, pero siempre y cuando se establezcan medidas concretas para garantizar elecciones libres y justas, proteger los derechos humanos y combatir la corrupción. 

Ambos presidentes dieron instrucciones a sus equipos para que intensifiquen y amplíen la cooperación bilateral en materia de inteligencia e interdicción para desmantelar las redes de narcotráfico. Su objetivo es “reducir la demanda de drogas mediante la prevención, la reducción de daños, el tratamiento y el apoyo a la recuperación”.

El presidente Biden expresó el compromiso de Estados Unidos de apoyar los esfuerzos de Colombia para transformar los territorios cocaleros, lo que incluye potenciar el papel fundamental de estas regiones en la conservación del medio ambiente y la protección de la biodiversidad. Mediante el trabajo conjunto, los dos países pretenden garantizar que las comunidades rurales, indígenas y afrocolombianas estén mejor integradas en el desarrollo sostenible del país y sean más resistentes a las actividades relacionadas con las drogas.

El compromiso de EE.UU. y Colombia en la lucha contra el cambio climático

Estados Unidos y Colombia expresaron su compromiso por la protección del medio ambiente y acordaron trabajar juntos hacia una ambiciosa y productiva Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28) y otras organizaciones internacionales para lograr resultados concretos.

Los presidentes hablaron del esfuerzo conjunto entre Colombia y Estados Unidos para combatir el cambio climático, esfuerzo para el cual el presidente Biden se comprometió a aportar 500 millones de dólares para la conservación del Amazonas.

Biden elogió el ambicioso objetivo de Colombia de alcanzar la deforestación neta cero para 2030 y su compromiso de destinar 200 millones de dólares en los próximos 20 años para salvar y proteger el Amazonas. Estados Unidos es el mayor aliado internacional de la acción climática en Colombia. Ha enviado 87 millones de dólares para la programación ambiental durante los últimos dos años y ha solicitado 45 millones de dólares más en el presupuesto del Año Fiscal 2024 al Congreso. Ambos países afianzaron su compromiso por trabajar con la comunidad internacional para movilizar una mayor financiación climática.

“Estoy de acuerdo en todo con usted. Nos acercamos a una economía sin carbón”, dijo Biden durante el breve diálogo previo a la reunión frente a medios de comunicación. 

Controversia y críticas: las declaraciones de Gustavo Petro en la cumbre de la OEA

La gira de Gustavo Petro por Estados Unidos no inició en Washington, sino en Nueva York, donde asistió al «Foro permanente para las cuestiones indígenas» en la sede de las Naciones Unidas donde habló sobre el cambio climático. Después, viajó en un vuelo de siete horas a California para dar una conferencia en la Universidad de Stanford, en la que destacó el potencial de América Latina para la generación de energías limpias.

A su regresó a la capital de Estados Unidos, Gustavo Petro asistió a una sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde expresó su interés en reintegrar al gobierno de Nicolás Maduro a la organización y la inclusión de Cuba a la OEA. Gustavo Petro afirmó que está «luchando» para lograr este objetivo y propuso la reconstrucción de la Carta Democrática. 

Durante su alocución, también defendió al destituido presidente de Perú, Pedro Castillo, quien está encarcelado por perpetrar un intento de golpe de Estado.

Criticó a la OEA por tomar medidas que contradicen los valores fundacionales de la organización y puso como ejemplo el caso de Perú, sugiriendo que se suprimían los derechos políticos del pueblo sin sentencia judicial, ya que la Carta Democrática estipula que sólo una sentencia judicial puede suprimir los derechos políticos.

Las palabras del presidente Petro causaron controversia y recibió críticas por parte de varios representantes políticos. El embajador de Perú se retiró de la sesión y la canciller de Lima, Ana Gervasi, declaró en contra del presidente colombiano diciendo que Petro no era un verdadero líder. El senador Marco Rubio rechazó las declaraciones de Petro, diciendo que su visita tenía el objetivo de defender al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Durante el mandato de Donald Trump, las sanciones económicas contra Venezuela se intensificaron, incluyendo restricciones a varios funcionarios venezolanos y limitaciones en las operaciones de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) en los Estados Unidos. Aunque el presidente actual, Joe Biden, ha mantenido muchas de estas sanciones, en noviembre de 2020 autorizó a la compañía petrolera Chevron a retomar sus operaciones en Venezuela de manera limitada.

El próximo martes 25 de abril, Colombia será la sede de una cumbre internacional de cancilleres que tendrá lugar en la ciudad de Bogotá, con el objetivo de buscar soluciones a la crisis política en Venezuela. Al encuentro asistirán 15 representantes de Europa y América Latina. 

Después de la visita del Presidente Petro a la Casa Blanca, el gobierno de Estados Unidos tomó la decisión de enviar a tres representantes a la cumbre de cancilleres en Bogotá: Juan González, asesor del Presidente Biden para América Latina; el senador demócrata Chris Dodd, quien se desempeña como asesor especial del gobierno estadounidense; y Jon Finer, el principal asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Biden y Petro: Venezuela en la agenda