Hugo Chávez Frías, uno de los más controversiales personajes de la Venezuela contemporánea, odiado por muchos y adorado también por unos cuantos, murió, un día como hoy, hace 8 años.
Su huella no ha pasado desapercibida. Su legado es uno de los temas que divide posiciones. Sin embargo, la Venezuela de hoy, en manos de su delfín político Nicolás Maduro, seguidor de su doctrina, está sumida en una inédita crisis económica, social y política.
Chávez intentó una revolución socialista que nunca nadie pidió, pero que impuso con su férrea y autoritaria forma de gobernar.
Venezuela es hoy un país en ruinas. Las expropiaciones de empresas privadas marcaron el inicio del desmantelamiento del aparato productivo nacional, durante su gobierno. Mientras que la política del manejo de las empresas del Estado las sumergió en la ineficiencia absoluta.
La industria petrolera, que aportaba el 96% de los ingresos al país, es hoy un montón de chatarras que impide elevar la producción de crudo, actualmente en niveles de los años cuarenta, cuando el bombeo no superaba los 300.000 barriles por día. Venezuela llegó a producir 3,5 millones de barriles por día.
La inflación galopante, convertida en los últimos cuatro años en hiperinflación, se reporta como una de las más elevadas del mundo. Al tiempo que la pérdida del valor del bolívar ha obligado a Maduro a aceptar el uso de divisas para las transacciones diarias.
La imagen de Venezuela es el hambre. La pobreza, tan criticada por Chávez, se ha triplicado. Miles de venezolanos comen de la basura. Mientras que la pérdida del poder adquisitivo mantiene un salario en menos de un dólar.
Venezuela es hoy un país de migrantes. Según datos de la ONU, el éxodo de venezolanos suma 5,4 millones de personas, regadas en todo el planeta.
8 años de su muerte
Aquel 5 de marzo de 2013, Nicolás Maduro fue el encargado de informar sobre el fallecimiento del principal líder de la llamada revolución bolivariana. Según el anuncio oficial, Chávez murió a las 04:25 p.m. en las instalaciones del Hospital Militar, donde se encontraba recluido tras retornar de Cuba.
“Nos encontrábamos acompañando a su hija y familiares, cuando recibimos la información más dura y trágica que podamos ofrecer”, expresó Maduro, en aquella oportunidad.
Chávez dirigió Venezuela durante casi 15 años. En enero de 2013 el mandatario debía iniciar un nuevo período hasta el 2019, aunque la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Luisa Estella Morales dijo que no era necesario que la toma de posesión de Chávez tuviera lugar el 10 de enero de ese año y que tanto él como el vicepresidente Nicolás Maduro seguían en funciones.
En algunas calles del país, aún se pueden observar afiches o fotografías con la imagen del expresidente, nacido en Sabaneta, estado Barinas.
Hugo Chávez llegó a la política luego de participar, junto a varios de sus compañeros, en la intentona golpista en 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Tras el fracaso, Chávez fue arrestado y privado de libertad, aunque antes de su detención se le dio la oportunidad de dirigirse al país, en donde asumió la responsabilidad del alzamiento y ordenaba a los insurgentes a rendirse.
Luego del sobreseimiento de la causa, y de habérsele otorgado una medida de gracia, logró alzarse con la victoria a la Presidencia de Venezuela en 1998. Durante su mandato convocó a una Asamblea Nacional Constituyente y se hizo con el control de los poderes del Estado.
Chávez, fue diagnosticado con cáncer en junio de 2011, por lo que fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas y tratamiento en La Habana, Cuba.
Antes de partir a Cuba en diciembre de 2012, Chávez escogió a Nicolás Maduro para asumir el cargo en su ausencia. En abril de 2013, el actual líder del chavismo fue electo en unas cuestionadas elecciones, no reconocidas por los partidos de la oposición venezolana.
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