La execrable invasión rusa a Ucrania ha arrojado en la realidad sorpresivos resultados para sus actores y los expertos analistas y observadores de la situación, hasta ahora.

Antes de que comenzara la invasión, en medios especializados habían varias buenas razones para esperar una rápida ofensiva rusa: una operación combinada de armas, precedida de ataques cibernéticos contra los centros de comando ucranianos y sus redes de control y un rápido dominio del espacio aéreo ucraniano por aviones rusos, lo que abriría el camino para un asalto blindado, protegido por esa cobertura. En realidad, los avances fueron escasamente coordinados y poco efectivos para las dimensiones del personal y equipo ruso involucrados. A pesar de la conocida fortaleza militar rusa, las principales formaciones militares ucranianas, como la que se encuentra entre el río Dniéper y el este de Ucrania no han sido aniquiladas. Ni se han capturado grandes ciudades, particularmente la capital, tan codiciada por el ejército ruso y el presidente de la Federación Rusa. A pesar de la destrucción casi total de Mariúpol, salida portuaria de Ucrania hacia el mar de Azov e importante centro metalúrgico industrial.

Ciertamente, el ejército ruso ha hecho ganancias territoriales, particularmente a lo largo de la costa del Mar Negro y al este de Ucrania, un corredor aún no consolidado, que conecta a Rusia con Crimea a través de Mar de Azov, pero tan débil que le impide retirar soldados y equipo desde allí, para desplazarlos hacia otros sitios, como Kyiv.

Las condiciones vitales en Mariupol.

La situación de extrema gravedad de esta ciudad merece un comentario adicional. El presidente Selenskyj señaló, en una de sus recientes apariciones televisadas, a la situación en Mariupol como una clara catástrofe humanitaria. La ciudad es bombardeada por los rusos continuamente desde hace semanas. ”Todos los accesos y salidas de la ciudad están bloqueados. El puerto está minado”, ha dicho. Muchos de sus ciudadanos, particularmente niños y mujeres, son secuestrados y llevados a Rusia. Es imposible introducir comestibles, medicamentos y agua. Ni siquiera la enorme destrucción causada por el ejército ruso en Chechenia puede compararse con la situación en Mariupol. Ciento sesenta mil personas están atrapadas allí, un tercio de la población normal; los restantes han podido huir hacia países vecinos. La analogía con el acoso y el asedio de una ciudad medieval es notoria, pero… ¿en el siglo 21? No en vano la repetida petición, casi un ruego, de Selenskyj a la Unión Europea y la OTAN de suministrar a Ucrania aviones de combate y blindados, para contrarrestar a las fuerzas rusas. Las armas son necesarias. ¿Cómo evitar, de otra manera, la destrucción y, tal vez, la partición de su país, tan convenientes para la geopolítica del Kremlin? ¿Que se deben promover conversaciones y diálogo entre las partes? Sí, son muy deseables pero hasta ahora han fracasado. Nunca debe olvidarse, que la maestría comunista es la mentira y el engaño, la treta y la trampa, adornados con afectada retórica. Los rusos nunca van a detener la guerra durante las conversaciones.

Entretanto, Putin amenaza y alardea del posible empleo de armas de destrucción masiva, específicamente nucleares y químicas, de su extenso arsenal, en caso de que la seguridad (¿?) rusa se vea comprometida, cuando él es el agresor. Las armas químicas, prohibidas desde hace décadas, serían las de escoger, por su costo, efectividad y facilidad de manejo, particularmente sobre la capital. La transgresión bioética sería descomunal. Esto agrega material abundante a las acusaciones, en curso, al ejército ruso por la comisión de crímenes de lesa humanidad en Mariupol y otras poblaciones.

El empleo de estas armas de destrucción masiva sería la única manera de que los rusos pudieran capturar la capital Kyiv (Kiev), tal es la determinación de los ucranianos para evitarlo.

¿Atascamiento ruso?

Existen ciertamente otras razones para explicar el atascamiento ruso. En primer lugar la desbordante pasión ucraniana por la defensa de su país ante el invasor, encendida por el sistemático discurso presencial de su joven presidente y la llegada, tardía pero aún oportuna, de suministros de armas no-pesadas entregadas por algunos países de la OTAN. Hemos seleccionado algunas de ellas, así como una del lado ruso, que probablemente han sido de alto impacto en el desarrollo del conflicto, para hacer un breve análisis de su importancia.

El misil NLAW.

El NLAW, es un misil liviano anti-tanque de nueva generación  (Next Generation Light Anti-tank Weapon), que fue diseñado en Suecia como el RB-57 por Saab Bofors Dynamics hace más de una década y fabricado en serie y comercializado por Gran Bretaña.

Sus especificaciones más importantes son: masa: 12,5 kg; longitud: 102 cm; diámetro del cabezal explosivo: 150 mm; alcance: 20 m – 800 m; velocidad máxima: 200 m/s (Mach 0,7); propulsor: combustible sólido de dos etapas para el cohete; navegación: con un sistema de navegación inercial; costo: 30.000 US Dólares-40.000 US Dólares por unidad, según el desarrollo de la invasión a Ucrania.

Puede ser activado rápidamente y servido por una sola persona, quien lo acciona desde su hombro y en diferentes posiciones corporales, aún en espacios reducidos. Una vez disparado, el NLAW es independiente del operador, hasta alcanzar su objetivo. Es un sistema de armas de un solo disparo (dispare y deseche) y enormemente efectivo (90 % de aciertos). Es más liviano que el sistema anti-tanque norteamericano similar Javelin, ya despachado a Ucrania. Gran Bretaña ha enviado más de 4.200 unidades del NLAW a Ucrania, probablemente antes del inicio de la invasión rusa, que han sido efectivos no solamente contra tanques, sino contra vehículos de transporte y suministros rusos; expertos de la OTAN estiman que alrededor del 40% de los tanques rusos destruidos, lo han sido por el NLAW. También puede ser empleado contra edificaciones. Probablemente se le entreguen a Ucrania 6.000 unidades adicionales, según información del gobierno británico.

El dron TB2 Bayraktar

Es una aeronave de combate y reconocimiento no tripulada (UCAV), liviana, de baja velocidad y  mediana autonomía de vuelo, diseñada y construida en Turquía para su fuerza aérea por la empresa Bayraktar, pero que ha sido un notable éxito de exportación. Realizó el primer vuelo en 2014. Es propulsado por un motor de combustión interna, con una hélice impulsora de dos palas. Tiene una autonomía de vuelo de 27 horas y se desplaza hasta 8.000 m de altura. Observadores militares lo consideran uno de los mejores en su clase. Puede portar cuatro cargas explosivas en sendos puntos de anclaje bajo las alas, dos de ellas guiadas por láser. Ucrania compró al menos 20 unidades del dron para su fuerza aérea y marina en 2021, pero durante la invasión rusa ha recibido de Turquía un número desconocido, una información que fue calificada como creíble por la revista Forbes. Ucrania recibió también la licencia para su fabricación. Su costo supera los cinco millones de dólares por unidad.

Antes de las hostilidades, expertos militares pensaban, que el reducido número de drones TB2 de Ucrania sería incapaz de superar los ataque iniciales rusos con cohetes. La revista Forbes anunció el 21 de marzo, que los drones TB2 ucranianos no solamente habían soportado dichos ataques, sino que habían contraatacado rápidamente y se habían convertido en el poder más fuerte del ejército ucraniano, al destruir segmentos significativos de la red de defensa aérea rusa  en el frente y de tanques y vehículos de suministro.

Pero tanto las afirmaciones ucranianas de la eficiencia de los ataques de sus drones, como las del derribo de algunos de ellos por el ejército ruso, no se pudieron comprobar independientemente con precisión, en su totalidad. Algunos videos de supuestos ataques con drones fueron calificados luego como falsos por los medios.

De todas maneras, los hechos hablan por sí solos, dando lugar al inicio de comentarios sobre una nueva era del combate aéreo con los drones. Estos drones han sido empleados previamente, con elevada efectividad, en la guerra civil de Libia y contra las posiciones curdas en el norte de Irak y Siria por el ejército turco, así como en la guerra de Nagorno-Karabaj a favor de Azerbaiyan contra Armenia.

Según el experto militar Aaron Stein (director de investigación del Instituto de Política Exterior, Filadelfia, Estados Unidos), los drones TB2 le han servido al ejército ucraniano no solamente como útil instrumento de desmoralización hacia los rusos y la conducción de la guerra, sino como medio de propaganda para mostrar a la población civil los aciertos de la guerra aérea, desde la perspectiva ucraniana, debido a los extraordinarios videos de alta resolución tomados por dichos drones en combate, que evidencian su efectividad.

El misil hipersónico Kinzhal

El Kh-47M2 Kinzhal (daga) es un misil balístico ruso que se lanza desde un avión.​ Según sus creadores tiene un alcance de aproximadamente 2.000 km, velocidad Mach 10 (10 veces la velocidad del sonido, de allí la denominación de hipersónico) y la capacidad limitada de realizar maniobras evasivas en cada etapa de su vuelo. Expertos militares occidentales reducen a 1.000 km su alcance y a Mach 5-6 su velocidad. Puede transportar ojivas nucleares además de las convencionales​ y solo puede ser lanzado desde los bombarderos Tu-22M3 o los interceptores MiG-31K de la Fuerza Aérea Rusa.

El Kinzhal entró en servicio en diciembre de 2017 y es una de las seis nuevas armas estratégicas rusas presentadas por el presidente  Putin el 1 de marzo de 2018. Su elevada velocidad en la atmósfera perturba las ondas de radio, haciéndolo prácticamente invisible al radar y le permite un mayor poder de penetración en el blanco, que los misiles cruceros de menor velocidad, lo que incrementa su precisión, al ser combinados con una cierta capacidad mínima de maniobrar durante el vuelo. La masa del misil es de 500 kg y con su cabeza explosiva desarrolla una energía cinética equivalente a más de cuatro gigajoules, o casi 990 kg de TNT. En otras palabras, es un arma altamente destructiva y letal. Se sabe, que Estados Unidos y China tienen largo camino andado en esta tecnología.

El 18 de marzo de 2022, el ejército ruso empleó por primera vez en combate, un misil de este tipo contra una instalación subterránea que, supuestamente, almacenaba armamento en las cercanías del pueblo de Delyatin, región de Ivano-Frankivsk al occidente de Ucrania, destruyéndola completamente. ​El día siguiente se empleó otro contra un depósito de combustible en Konstantinovka.

El Tu-22M3 es una de las versiones más actualizadas del Tu-22, cuyo primer vuelo ocurrió en 1969. Es un bombardero estratégico supersónico de largo alcance, con alas de geometría variable. Fue empleado en Afganistán (1980), en Chechenia (1995), en la guerra de Georgia (2008) y en Siria (2015). No se sabe cuántas unidades operativas de este bombardero tiene aún la Fuerza Aérea Rusa. No fue diseñado para operar armas nucleares, por lo cual extraña su mención como posible portador del misil Kinzhal con ojiva nuclear. Pero esto se explicaría a través de una versión más modernizada del avión citado, conocida como Tu-22M3M,  que puede llevar hasta cuatro misiles Kinzhal (2018).

Más adecuado para esta misión podría ser el interceptor MiG-31K por su maniobrabilidad, el cual fue elegido para el Kinzhal porque puede alcanzar la velocidad y altura necesarias para la aceleración adecuada del misil hipersónico. Pero hasta hace dos años apenas existían diez (10) ejemplares de este avión en servicio o en pruebas en la Fuerza Aérea Rusa, lo que haría dudar de su efectividad y su posible impacto en el curso de la guerra, más allá de un efecto psicológico y propagandístico.

Un balance general.

Durante un mes, Rusia ha sufrido fuertes pérdidas sostenidas en soldados y todas las categorías de armamentos. Más aún, los  problemas logísticos (abastecer a un ejército durante una guerra en desarrollo), tales como suficiente comida, agua y gasolina y el reemplazo de equipo destruido, siempre estuvieron a la orden del día. Probablemente, ni siquiera Putin esperaba un desempeño tan deslucido de su ejército, sobretodo después de los problemas que se evidenciaron durante la guerra contra Georgia en 2008, que fueron corregidos, supuestamente, con grandes inversiones económicas, reformas y modernización.

En el mismo lapso, según cifras dadas por militares de la OTAN y aparecidas en el Wall Street Journal, Rusia ha perdido hasta la quinta parte de su tropa destacada in situ: 40.000 soldados entre fallecidos, heridos, capturados y desaparecidos. Ello incluiría 15.000 muertos. Pero cualquiera sea la cifra que se mencione, siempre habrá desacuerdo sobre ellas.

La misma fuente indica, que Rusia habría perdido el 10% de su maquinaria bélica, por lo que no podría mantener el tempo de sus operaciones.

Se estima, que el número de desplazados por la guerra podría ascender a los 10 millones: poco más de cuatro millones de refugiados hacia el exterior y el resto como desplazados internamente.

El 30-03-2022 se informó, que 45 autobuses habían sido dispuestos en Mariupol para evacuar a algunas personas atrapadas en la ciudad, sin destino conocido. Es una noticia feliz entre los horrores causados en esa ciudad. Entretanto, los rusos supuestamente se retiran de algunas zonas, en una posible maniobra distractora y son expulsados de otras por el ejército ucraniano.

El elevado número de blancos civiles impactados por los proyectiles rusos no puede ser atribuido únicamente a errores. Evidentemente, el ejército ruso no diferencia entre objetivos militares e instalaciones civiles (edificios residenciales, hospitales, escuelas, guarderías infantiles). Pero puede ser debido también a la frustración de los comandantes rusos y a la decisión del liderazgo político de infligir el mayor sufrimiento a los ucranianos, para que el inmenso daño causado a su economía obligue al presidente Selenskyj a aceptar una paz draconiana (Rajan Menon, The Guardian UK, 23-03-2022), Instituto Salzman para estudios de la guerra y la paz, Univ. Columbia, Estados Unidos).

Esta guerra atípica, que ha derivado parcialmente hacia una guerra de guerrillas, con toda seguridad no es la gloriosa campaña militar que Putin y sus generales tenían en mente, aun cuando Ucrania sea derrotada, una posibilidad no deseable, que todavía no debería ser dejada de lado.

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https://www.analitica.com/opinion/armas-para-ucrania/

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