Ardera Venezuela

La situación política y social en Venezuela se hace más crítica a medida que se acercan los comicios del 28 de julio de 2024. La creciente posibilidad de un fraude electoral ha incrementado las preocupaciones sobre una posible rebelión popular.

La pregunta crucial es: ¿podrán las fuerzas armadas y policiales contener un levantamiento generalizado?

La lealtad dentro de las fuerzas armadas y policiales al gobierno no es monolítica. Allí también se siente el mismo descontento de la sociedad civil por la economía colapsada, la escasez de bienes básicos, la corrupción generalizada, y la creciente inseguridad. Esta realidad ha minado la moral y cohesión interna de las fuerzas de seguridad.

Sebastiana Barráez, periodista y analista de temas militares, destaca la incapacidad de las fuerzas armadas y policiales para reprimir múltiples focos de rebelión simultáneamente. Bajo condiciones óptimas, podrían actuar eficientemente para sofocar entre 3 y 5 focos de rebelión de tamaño mediano a grande. Sin embargo, las deserciones y la necesidad de redistribuir fuerzas en caso de una escalada nacional reducirían significativamente su efectividad.

La falta de cohesión y la desconfianza entre los propios miembros de las fuerzas de seguridad pintan un serio cuadro de incertidumbre y de caos interno. Falta saber si en los análisis del alto gobierno se ventilan las consecuencias de tirarse la parada del fraude y enfrentar una rebelión popular o, simplemente, aceptar los resultados electorales y acogerse a la ley.

La incertidumbre es palpable y el futuro del país, ahora más que nunca, está en juego.
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Autor: Alfredo González (venezuelaunida.com)
Imagen cortesía de Pixabay.com

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