Desde la salida forzada de Edmundo González Urrutia del país, por la denunciada persecución política, el poder en Miraflores ha querido imponer la narrativa de una supuesta fractura en el seno opositor, al afirmar que el exdiplomático pidió asilo en España por voluntad propia, “huyendo” de la “extrema derecha” liderada por María Corina Machado.
Los últimos comunicados de González Urrutia, con aparentes contradicciones sobre lo que será su lucha política ahora en el exilio, parecen alimentar la matriz de opinión promovida por altos voceros del oficialismo con el objetivo de sembrar la desesperanza entre la mayoría de venezolanos que el 28 de julio votaron por un cambio político, señalan analistas.
En declaraciones a Efecto Cocuyo, el consultor en Opinión Pública y Campañas Electorales, José Vicente Carrasquero, y el consultor de estrategia política, Raniero Cassoni, no perciben una ruptura entre Machado y González; pero, ante la situación generada por el exilio forzado del embajador, precisan imperativo una articulación interna y externa que impida la “autojuramentación” de Nicolás Maduro el 10 de enero de 2025, pese a no ganar las elecciones del 28 de julio.
Desviar la atención
“La verdad es que hablar de una ruptura en la oposición luego de un proceso como el que se ha vivido en Venezuela es una narrativa que quiere imponer el gobierno para desviar el tema de atención sobre lo que realmente ocurrió, que perdieron las elecciones”, señaló Cassoni.
Descarta que la salida de González Urrutia se deba a una fractura opositora a la luz de lo ocurrido con las elecciones presidenciales, en las que, afirmó, el gobierno de Maduro no reconoció su derrota y se impuso como ganador con la colaboración de los poderes públicos y la Fuerza Armada.
Sin embargo, aún no ve claro cuál será la estrategia opositora a seguir por las dudas generadas por los últimos comunicados del embajador desde Madrid.
El sábado 7 de septiembre, ya en territorio español, González Urrutia envió un audio de WhatsApp que fue difundido a través de su equipo de prensa en Venezuela, en el que prometió que continuaría la lucha por el rescate de la democracia desde afuera y denunció que su salida del país se produjo en medio de amenazas.
Un segundo pronunciamiento, este lunes 9 de septiembre, hizo pensar que se despedía de los venezolanos al no reiterar la palabra lucha, justificar su salida “para que las cosas cambien” y enfocarse en la libertad de los presos políticos.
Un tercer mensaje, leído por su hija desde Madrid este martes, quiso enmendar la plana: “María Corina y yo les aseguramos que esta lucha que iniciamos continuará hasta alcanzar los objetivos que nos pusimos, hasta el final”, expresó el exdiplomático.
Para algunos, ello evidenció falta de coordinación sobre el mensaje que se quiere transmitir a la gente desde el seno opositor. Por si fuera poco, el abogado de González Urrutia, José Vicente Haro, advirtió que el embajador no daría declaraciones públicas hasta que culminara el trámite de asilo político ante España, lo que también fue interpretado como un silencio impuesto debido a la permanencia de la hija del exdiplomático en Venezuela, al no ser incluida en la solicitud de asilo.
“Habrá que ver cuál va a ser el rol que juegue el presidente electo, en este caso Edmundo González, desde afuera, cómo puede generar una presión internacional de afuera hacia adentro y si está dispuesto a luchar en ese escenario. Eso habrá que verlo todavía, no lo tenemos claro, apenas vimos hoy (martes) a su hija, ratificando el compromiso”, apuntó el politólogo Cassoni.
Oposición mantiene unidad
Carrasquero coincidió en que con el exilio forzado de González Urrutia, Miraflores enfoca toda su artillería en mal poner a la oposición ante la opinión pública y promover que los adversarios están de nuevo divididos.
En este sentido, resaltó la coincidencia de mensajes entre Machado y el embajador en cuanto a elevar la presión internacional sobre Miraflores y el hecho de que dirigentes políticos como Manuel Rosales y Henrique Capriles reconozcan y apoyen a González Urrutia como presidente electo el 28 de julio, de acuerdo con las actas de votación divulgadas por la Plataforma Unitaria.
De hecho, en una reunión este martes de Maduro con gobernadores y alcaldes no estuvo presente el gobernador zuliano, tampoco el de Nueva Esparta.
“En el exterior, Edmundo González puede ser más útil que encerrado en una embajada en Venezuela, habla varios idiomas, sabe manejarse como diplomático que fue, tiene contactos, se reunirá con Pedro Sánchez, podrá viajar por toda Europa y hasta Estados Unidos para proyectar lo que ocurre en Venezuela y el mensaje de María Corina Machado, quien además convocó a una manifestación en Madrid, en la que habló la hija de Edmundo”, expresó Carrasquero.
En el Congreso español se aprobó una propuesta para reconocer a González Urrutia como presidente electo de Venezuela, presentada por el Partido Popular de España que contó con los votos del Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria, mas no del Partido Socialista Obrero Español (Psoe), liderado por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Estaría prevista una reunión entre González Urrutia y Sánchez este jueves 12 de septiembre, luego de la cual, según el medio ABC de España, el exdiplomático iniciaría una gira internacional.
“Edmundo González tendrá un mayor protagonismo internacional y eso es dañino para la imagen de Maduro porque el mensaje de que se robó la elección será reforzado y ya no estará en riesgo de que lo encarcelen. Ya no se presentará como oposición porque ganó la elección, es fuerza mayoritaria, la minoría es Maduro que usa la violencia para imponerse”, sostuvo Carrasquero.
Clandestinidad y exilio
Cassoni considera que la permanencia de María Corina en Venezuela, aun en la clandestinidad y pese a los riesgos que enfrenta, es necesaria para trabajar la emocionalidad del electorado a lo interno con lo que contribuirá el impulso que se apuesta, genere González Urrutia desde el exterior.
“Puede ser el aliciente necesario para que la gente salga y provocar la fractura de la coalición dominante. De lo contrario, estaremos caminando a un proceso totalitario dentro de Venezuela, que ya lo hay, porque de no reconocerse la elección del 28 de julio y luego el 10 de enero del 2025 que se autojuramente Nicolás Maduro, estaremos en un proceso claramente totalitario”, apuntó el politólogo.
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