Con fuertes palabras hacia su antecesor Joe Biden (a quien tildó de corrupto) por hacer concesiones con la administración de Nicolás Maduro, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció la revocatoria de las licencias por el acuerdo de transacción petrolera con Venezuela del 26 de noviembre de 2022.
Posteriormente, su secretario de Estado, Marco Rubio, al confirmar que “dan orientaciones” para finalizar las licencias que permiten a las petroleras estadounidenses operar en Venezuela, indicó que también incluye las licencias sobre el gas nacional.
Incertidumbre
La primera consideración que los expertos consultados por Efecto Cocuyo hacen sobre los anuncios es que existe incertidumbre sobre el alcance de las medidas, especialmente sobre Chevron, puesto que la Oficina de Control de Activos en el Extranjero (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU, debe actualizar los parámetros de la licencia 41.
No se descarta que la licencia siga bajo otros términos o negociaciones políticas, que podrían arrojar nuevos acuerdos en los plazos en los que la petrolera debería dejar de operar.
“En el caso de Chevron, la licencia dice que si se cancela antes del 1 de marzo teóricamente dice que sigue funcionando por seis meses más, es decir, que terminaría en agosto, los efectos empezarían a producirse en septiembre. Pero por otra parte se dice que puede ser que se cancele de una vez y a su vez se dice que puede haber otra licencia diferente para exportar, no a EEUU sino al resto del mundo. Todo con implicaciones diferentes, por eso hay incertidumbre”, expresó el economista Francisco Monaldi.
El experto en política y economía energética indicó que en el caso de que se cancele de una vez la licencia a Chevron, Pdvsa tiene que asumir los proyectos de dicha empresa que arrojan una producción de 230.000 barriles diarios, alrededor de 25% de la producción de crudo en Venezuela (actualmente en casi un millón) y en lugar de exportar hacia EEUU sería al mercado negro en China.
“Eso significa que tendría que hacerlo a mayores descuentos y no tendrían el acceso a los diluyentes importados desde EE. UU. para mezclar con el crudo extrapesado y reexportar. Todo eso implicaría una caída de la producción, cuanto es difícil saber, pero solo en proyectos de Chevron pudieran ser más de 50.000 barriles diarios de caída”, estimó.
La caída de la producción será más, advirtió, si también se cancelan las licencias a las empresas Repsol, Maurel & Prom, ENI y la india Reliance, entre otras, porque toda la producción se iría al mercado negro con muchos descuentos y dificultades para cobrar.
“Lo que disminuye un poco el impacto es lo siguiente: en este momento lo que se exporta a EE. UU. se cobra a precio completo, pero Chevron se queda con una parte para cobrar su deuda y otra parte lo invierte. En cambio ahora, en este escenario, los ingresos generados por esas exportaciones al asumir los proyectos de Chevron lo recibe 100% Pdvsa. Aunque las exportaciones totales caerían, el ingreso al gobierno caería menos”.
Al informar sobre su decisión a través de su cuenta en la red Truth Social, Trump señaló que tienen que ver con las condiciones electorales dentro de Venezuela “que no han sido cumplidas por el régimen de Maduro”. Recientemente Trump, que no reconoce a Maduro como reelecto, también aseguró que ayudarían a “mejorar la situación” de Venezuela en términos de democracia.
Menos ingresos
“No hay dudas de que el gobierno de Maduro incumplió el acuerdo de Barbados sobre las condiciones electorales para las presidenciales, más lo que terminó de ocurrir el 28 de julio. Luego Trump se refiere a que las deportaciones de ciudadanos venezolanos no han ocurrido tan rápido como habían acordado”, comentó el exgerente de Convenios Operativos y Nuevos Negocios de Pdvsa, Horacio Medina.
El también presidente de la junta ad hoc de Pdvsa, designada por el extinto gobierno interino de Juan Guaido y ratificada por la Comisión Delegada del Parlamento de 2015, coincidió en que el primer impacto será la caída de la producción petrolera y por ende menos ingresos en divisas estadounidenses. De acuerdo con los convenios, las empresas deben pagar Impuesto Sobre la Renta (ISLR) y regalías, apuntó.
Medina hizo hincapié en que mientras Chevron ha estado operando en Venezuela, la crisis de salud, educativa y de los ingresos de los trabajadores venezolanos no ha mejorado, por lo que Miraflores manipula al hablar del daño al país que producen las sanciones internacionales.
¿Es un amague de Trump?
Monaldi recordó que en el pasado, Trump ha usado la técnica de “amenazar” con medidas fuertes para luego negociar. Fueron los casos de México, Colombia y Canadá, entre otros países.
“No es descartable que el presidente Trump cancele la licencia o no la renueve y quedan los seis meses ya previstos y en ese tiempo pudiera estar negociando un nuevo arreglo con el gobierno de Maduro, traducido en un nuevo permiso para Chevron. No sabemos si ocurrirá, Rubio dio a entender que están dispuestos a cancelar todas las licencias pero por otro lado se habla de negociar una nueva ya que quizás es menos favorable que la anterior, pero sin eliminar completamente la capacidad de Chevron de operar en Venezuela”, acotó.
Medina explicó además que la licencia a Chevron no es algo que se prenda o apague como un interruptor eléctrico, puesto que debe garantizar que sea un “paro seguro” a través de una serie de actividades que debe cumplir previamente en los pozos petroleros, los equipos, a fin de llegar primero a una producción mínima, lo que también implica un tiempo.
Otros expertos como Francisco Rodríguez han considerado que la respuesta del gobierno de Maduro al anuncio de Trump fue “atenuada”, probablemente al creer que la cancelación de las licencias no son reales e inmediatas.
Este 26 de febrero, la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, expresó que la medida era “lesiva” e “inexplicable” con el objetivo de “hacerle daño al pueblo venezolano”. Pero también afirmó que la decisión afecta al pueblo estadounidense y a sus empresas al poner en “entredicho la seguridad jurídica de EEUU en su régimen de inversiones internacionales”.
“Trump envía un mensaje político importante a Maduro. Le está diciendo que ya no se dejará engañar más”, opinó Medina.
Francisco Rodríguez también considera que puede haber margen para una renegociación antes del 1 de agosto. Esto, basado en el detalle de que la OFAC no ha publicado actualización del estatus de la licencia de Chevron, cuando con medidas pasadas lo hizo inmediatamente a los anuncios.
Sin embargo, recordó que según la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales, el presidente de EEUU puede bloquear cualquier transacción con Venezuela en cualquier momento.
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