La promesa de Donald Trump de poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania “en 24 horas” una vez en el cargo es una afirmación audaz y controvertida que plantea varias preguntas sobre su viabilidad y las estrategias específicas que podría emplear. Si bien Trump no ha revelado planes detallados, sus comentarios anteriores y sus relaciones tanto con Vladimir Putin como con Volodymyr Zelenskyy brindan algunas pistas sobre su probable enfoque. Veamos.
1. Presión diplomática y negociaciones
Trump ha enfatizado sus habilidades para llegar a acuerdos, sugiriendo que podría priorizar las negociaciones directas con Putin y Zelenskyy. Esto podría implicar un acuerdo de alto el fuego presionando a ambas partes para que detengan las hostilidades como condición previa para futuras conversaciones. Igualmente Trump podría proponer compromisos sobre regiones en disputa como Crimea y el Donbás, con una elevada probabilidad de que esto enfrente la resistencia de Ucrania y sus aliados.
2. Reevaluar la ayuda de EE. UU. a Ucrania
Trump ha criticado la amplia ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania, argumentando que corre el riesgo de escalar el conflicto y drenar los recursos estadounidenses. Si lo hace, podría limitar la ayuda a Ucrania para presionar a Zelenskyy en las negociaciones y abogar por un enfoque más de “Europa primero”, presionando a los aliados de la OTAN para que asuman una mayor parte de la carga de apoyo.
3. Relaciones con Putin
Las interacciones previas de Trump con Putin indican que Trump podría adoptar una postura más suave hacia Rusia, centrándose en reconstruir los lazos. Esto podría significar que EE.UU. reduzca las sanciones a Rusia a cambio de la retirada de las fuerzas rusas de partes de Ucrania y que, reconociendo las preocupaciones de seguridad rusas, presione a Ucrania a declinar cualquier pretensión futura de incorporación a la OTAN.
4. Lidiar con la participación de Corea del Norte
El apoyo de Corea del Norte a Rusia complica la dinámica geopolítica. Las reuniones previas de Trump con Kim Jong Un podrían conducir a intentos de Trump para aprovechar su relación con Kim para desalentar un mayor apoyo militar a Rusia y, en caso extremo, amenazarlo con mayores sanciones o aislamiento por la participación de Corea del Norte en el conflicto.
¿24 HORAS?
Trump por seguro encontrará diversos polos de resistencia a su propuesta de paz. En primer término, es poco probable que Ucrania acepte un acuerdo que implique ceder territorio o comprometer su soberanía y que el Congreso norteamericano apoye alguna proposición de Trump para recortar la ayuda militar y económica.
Por último existen serias implicaciones globales que apuntan a que una retirada del apoyo a Ucrania por parte de Estados Unidos podría envalentonar a otros regímenes autoritarios y debilitar la unidad de la OTAN.
En resumen, es probable que el enfoque de Trump implique una combinación de tácticas de negociación, realpolitik y presión. Sin embargo, las complejidades de la guerra, incluida la participación de Corea del Norte y la profunda desconfianza entre las partes, hacen que una resolución en 24 horas sea altamente improbable. Su estrategia, si se implementa, sería examinada de cerca por su impacto en la credibilidad de Estados Unidos y la estabilidad global.
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Autor: Alfredo Gonzalez [VenezuelaUnida.com]