Me apasiona tanto el boxeo que de niño soñaba con tener una nariz partida y esas cejas que los golpes van dejando lampiñas, protuberantes. Le tengo terror a una pelea callejera, especialmente si es de noche y la acera está mojada, pero en un ring, con guantes de 16 onzas, protector bucal y un réferi compasivo, podría haber sido bastante valiente.
La mediación de Brasil y Colombia con Venezuela, en observación
Las tensiones diplomáticas de Brasil y Colombia con Venezuela, producto de la crisis política tras las presidenciales del 28 de