Muy suspicaz e importuna la actitud del Caricom, donde casi un 90 por ciento de sus miembros lo son, además, de Petrocaribe, al pretender boicotear la IX Cumbre de Las Américas por incitación a reunirse a objeto de que consideren su comparecencia o no a dicha Cumbre, a efectuarse en Los Ángeles, actividad donde Cuba, Nicaragua y Venezuela, de regímenes antidemocráticos, según, EEUU, están excluidas. Asimismo, alegan sobre una posible asistencia del presidente interino de Venezuela, ing Juan Guaidó, presencia que, por “persona non grata” podría originar confrontaciones en virtud de las prebendas petroleras concedidas desde 2002 a Cuba, hasta ahora. Y, en desmedro de nuestra calidad de vida, a lo que se añade un proceso narcorrevolucionario que ha enmarañado todo el panorama sociopolítico y socioeconómico hemisférico, con efectos geopolíticos sobre la región.
Sin embargo, podría inferirse una aceptación o reconocimiento tácito sobre la decisión estadounidense, puesto que un encuentro (jugada) del ALBA, pautado para el 27/5, en La Habana (XXI Cumbre de jefes de Estado y de gobierno del ALBA) reuniría a los ignorados en Cumbre de las Américas. Entonces, han entendido el porque de su aislamiento; mayor claridad, no es posible. Explícitamente, todo está entendido y aceptado. No existe objeción alguna ante tal ¡“autogol político”!. Díaz-Canel ha manifestado su intención de no participar.
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