El puente colapsado de Arroyo Lorito en San Pedro, las exuberantes operaciones internacionales de contrabando de tabaco, los grandes cargamentos de cocaína a Europa provenientes del Río Paraguay, Rio Paraná; suspensión de las negociaciones bilaterales de la Represa ITAIPU con Brasil; son algunas características destacadas que retratan la presidencia de Mario Abdo Benítez; un estadista asombrosamente débil que es incapaz de luchar contra el crimen organizado y hacer frente a los crecientes asuntos de corrupción entre sus colaboradores más cercanos. La anémica presidencia de Benítez también se asocia con sus empeños férreos por suspender la cooperación económica y política con el Estado de Israel, así como se niega a tomar medidas inmediatas contra las operaciones de lavado de dinero que se están dando en algunos de los bancos privados, entre ellos el Banco BASA, Banco Continental, Banco ATLAS y otros.
Uno pensaría; qué clase de lista aleatoria de asuntos que envuelven a Paraguay en un momento de crisis financiera y en un país condenado a la bancarrota mientras es gobernado por traidores y en muchas oficinas de gobierno el nepotismo está en el centro del escenario; incluyendo el establecimiento del feudo familiar de Sandra Quiñonez dentro del Ministerio Público (Fiscalía del Estado).
Como estos asuntos groseramente orquestados pueden no estar directamente vinculados; es evidente que existe una correlación creciente entre la corrupción, la pobreza y la poca diligencia judicial que han convertido a Paraguay en un paraíso viviente para sólo cien habitantes y se ha bautizado en un ambiente miserable para sus siete millones de habitantes que viven con sólo cuatro dólares al día. La toma por Quiñonez de la Fiscalía General del Estado, como su máxima jefa, no hubiera sido posible sin el tremendo apoyo del expresidente Horacio Manuel Cartes Jara, quien la nombró en este cargo en octubre de 2017, y ella continúa obstruyendo tácitamente las investigaciones relacionadas con el lavado de dinero; casos de la evasión fiscal del Grupo Cartes, alienta las operaciones internacionales del narcotráfico con su modus operandi mediocre, y ha suspendido todas las investigaciones sobre los proyectos de obras públicas fantasmas que fueron desembolsados por el erario nacional pero nunca se ejecutaron. Sandra Quiñonez ha paralizado las oficinas de la Fiscalía General del Estado en todo el país al negarse a proporcionar suministros de oficina, incluidos papel para imprimir y bolígrafos, y mucho menos equipos de informática y otros equipos tecnológicos que están completamente ausentes en las rutinas diarias de los fiscales distritales. En los últimos años, la Ministra Quiñónez se niega a realizar una investigación exhaustiva contra sus veinte colegas de la fiscalía que estaban directamente vinculados al esquema de desfalco de Oscar González Daher, y operaciones extorsivas dentro del poder judicial que habían puesto de rodillas no solo a miles de paraguayos sino también a más de cien ciudadanos extranjeros, incluso provenientes de los Estados Unidos.
El caso de Oscar González Daher, incluido su hermano y otros jueces, languidece en los tribunales desde que falleció por causas naturales y hasta el día de hoy no hay otros sospechosos procesados por la oficina de Quiñonez.
El Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de los EE. UU. prefieren permanecer distantes de las actuales operaciones de dinero oscuro, tabaconomics, y las grandes operaciones de tráfico de tabaco y narcóticos que se llevan a cabo en todos los rincones del territorio paraguayo. No es claro por qué la Embajada de los Estados Unidos en Asunción continúa premiando a Sandra Quiñonez (SQ) por un ‘trabajo bien hecho’ cuando es evidente que su trayectoria investigativa está sorprendentemente ausente y que no presentó causas contra algunos de los criminales más peligrosos, en los últimos tres años. Esta gestión, la convierte a SQ en la mejor aliada de los capos de la droga, Hezbollah y de los traficantes de personas en Sudamérica. Durante su mandato, en los últimos tres años, SQ ha demostrado una lealtad incondicional a su Padrino, Horacio Cartes Jara; quien la impulsó como Fiscal General del Paraguay. Hoy SQ mantiene el rol del catalizador entre el grupo de producción de Tabaco (Cartes) y el contrabando internacional -asistido por Organizaciones Criminales Transfronterizas- Armada Paraguaya encabezada por ALMIRANTE CARLOS DIONISIO VELAZQUEZ MORENO, hermano del actual Vicepresidente Hugo A. Velázquez Moreno; encargado del patrullaje de los Ríos, ubicados en la frontera internacional con Brasil y Argentina.
La observación, monitoreo del Grupo Cartes por parte del poder judicial de los EE. UU. y por la Unidad Internacional de Tráfico de Narcóticos de los EE. UU.; es imperativo ya que históricamente se ha demostrado que la interrupción de grandes flujos de efectivo en el corazón de América del Sur tiene un impacto positivo en la guerra contra el terrorismo internacional, reduce el contrabando de armas y ayuda a limpiar las calles de Estados Unidos y Europa de la cocaína y otras drogas peligrosas. Lo cierto y contundente es que SQ junto a la esposa del VP Velázquez, Lourdes Samaniego, siguen albergando el tráfico de tabaco y estupefacientes en todo el Paraguay y más allá. Mientras avanzan las elecciones internas del Partido Colorado (ANR) y en unos meses se decidirá quién se llevará la parte del león en el 2023.
Tanto en Paraguay como en Brasil se considera que el delito de contrabando es un DELITO MENOR, cigarrillos, teléfonos celulares, telas, son algunos de los artículos que tienen gran valor para los funcionarios de ambos países que deberían reprimir este contrabando. Por lo tanto, se considera que no afecta a nadie dicho tráfico.
Lo que ha estado sucediendo, en los últimos nueve años, mientras que se consideraba esto como algo intrascendente, las rutas de este contrabando han sido capturadas por los grupos del crimen organizado que trafican otros productos, como Cocaína, Heroína y Marihuana. Hoy están todos conectados. El que lleva cigarrillos hasta la costa Atlántica de Brasil, también deberá llevar una cantidad determinada de cocaína; y el que no quiera será ejecutado. Ahí radica el tema central de hoy que SQ, Presidente Mario Abdo Benítez y el Ministro del Interior Federico González Franco tiene que enfrentar y brindar resultados a la ciudadanía y a los socios regionales.
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