Regreso a la sufrida Patria, después de unos meses en el exterior y me encuentro con el escenario de las negociaciones en México. Es natural y lógico sentir reservas y escepticismo, dada la conducta del régimen en los procesos de negociación anteriores. Sólo quiso “perder” o “ganar” tiempo, como se prefiera. Sin embargo, hay que recordar que el apoyo de la comunidad internacional democrática más que necesario es indispensable para que la alternativa democrática pueda lograr un cambio de régimen en Venezuela. Y esa  comunidad está completamente a favor de este proceso de negociación. Al respecto, es notable la novedosa coordinación entre los EEUU y la UE, con el apoyo de Canadá y la Gran Bretaña. Además de la facilitación de Noruega estarán, como acompañantes en la mesa, Rusia, del lado del régimen y Holanda, en representación de la UE, del lado democrático. Se está también formando un Grupo de Amigos, coordinado aparentemente por el Vaticano, e integrado por EEUU, que parece tener reservado el “cuarto” de “al lado” de la mesa, Alemania, Canadá, Gran Bretaña y Colombia, seleccionados por la Plataforma Democrática.  Bolivia, Argentina, China, Turquía y Cuba, son los “amigos” del régimen. A última hora, parece que los noruegos incluyeron a España y México. Es por cierto notable que ninguna de las dos partes haya incluido a España. Pero es evidente que, a diferencia de los procesos fracasados anteriores, la Comunidad Internacional, tanto democrática como autoritaria, tiene una presencia, amplia, poderosa y probablemente decisiva. La presencia novedosa de Rusia en la mesa y de los EEUU en el cuarto de “al lado”, es muy probable que indique la posibilidad de negociaciones “geopolíticas”. Recordemos que Rusia tiene sus intereses geopolíticos prioritarios en Ucrania, Bielorrusia, Georgia, Siria, en el Báltico y en Asia Central. En América su interés es molestar y distraer a los EEUU en su hemisferio y además demostrar que sigue siendo una potencia mundial y no sólo regional, como dijo Obama en una ocasión. Es interesante también notar que la Plataforma Democrática reúne de nuevo a la gran mayoría de actores políticos que están representados en la Asamblea Nacional legítima, electa en el 2015, incluyendo a los partidos del G4 y al grupo que apoya al ex candidato Henrique Capriles, Quedan fuera de la Plataforma el grupo alrededor de María Corina Machado, opuesto terminantemente a las negociaciones con el régimen y también los colaboracionistas de la “mesita” y los llamados “alacranes”, que se vendieron por un “puñado de dólares”. A este respecto es de notar también que Maduro había declarado que en México su delegación iba  a negociar con “todas las oposiciones”, incluyendo a la “mesita” y los alacranes. En México el objetivo central del régimen es la suspensión de las sanciones, en cambio para la Plataforma Democrática el objetivo es obtener un calendario para unas elecciones parlamentarias y presidenciales libres, transparentes y observables internacionalmente. Mantengo mis reservas y escepticismo frente al futuro resultado de estas negociaciones, sin embargo, dada la imponente presencia de la comunidad internacional, la presión de las sanciones financieras y, sobretodo personales, no descarto totalmente un quiebre interno del régimen, que permita una transición gradual negociada y probablemente “pilotada” y controlada por la misma comunidad internacional.

Por tanto, me parece que a este proceso hay que darle, por lo menos, el beneficio de la duda. Además, insisto, para la alternativa democrática, con la comunidad internacional hay posibilidad de superar la tragedia venezolana, sin la comunidad internacional, no hay “nada”.

@sadiocaracas           

https://www.analitica.com/opinion/venezuela-en-mexico/

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