Figura majestuosa que se eleva por encima de los bajos sentimientos politiqueros actuales que solo sirven para asentar más el desprestigio a que someten a Venezuela tanto civiles como militares en función de gobierno, ese es precisamente EL DOCTOR JOSÉ MARIA VARGAS PONCE, su nombre, su obra que es su gran legado no solo a Venezuela, sino al mundo de las ciencias y la sabiduría, se elevan hacia el infinito, dejando muy atrás esas apetencias bastardas, de personas que como militares nunca supieron dignificar el uniforme que portaron y como civiles siguieron arrastrándose ante los jefes de turno, haciendo el ridículo a cada paso que han dado. El Doctor José María Vargas Ponce, no necesita que un estado lleve su nombre; su nombre brilla solo y se eleva hacia el infinito, ya que decir José María Vargas, es decir ciencia y medicina, es hablar de honradez y dignidad aquí y en cualquier parte del Universo donde se dignifiquen las ciencias médicas y se les de su importancia.
José María Vargas, nace en la Guaira el 10 de marzo de 1788, falleciendo en Nueva York el 13 de junio de 1854, a la edad de 66 años, sus padres fueron Don Juan Antonio Vargas Machuca y Doña Ana Teresa Ponce de Vargas, este ilustre científico, como político militó en las filas del Partido Conservador al lado del General en Jefe José Antonio Páez, naciendo entre ellos una gran y perdurable amistad. Doctor en ciencias médicas, cirujano, científico, catedrático y escritor; fue el primer Presidente civil de Venezuela después de la Independencia y tras su consolidación como la República de Venezuela, tras su separación de la llamada Gran Colombia.
Desde muy temprana edad dio demostraciones precoces de su inteligencia, por eso a la tierna edad de diez años logra ingresar en 1798 a La Universidad Real y Pontificia de Caracas, donde se gradúa como Bachiller en Filosofía en julio de 1803, graduándose posteriormente como Doctor en Medicina en 1808 con apenas 20 años de edad. Una vez obtenido su título de medicina se traslada a Cumaná a ejercer su profesión, incorporándose en esa ciudad al Supremo Poder Legislativo a raíz del movimiento independentista; para el 20 de marzo de 1812 se encontraba el La Guaira cuando ocurrió el desbastador terremoto de Caracas, uniéndose como voluntario en los labores de ayuda a los necesitados, en una labor sin descanso día y noche como médico, dedicación que ha de ser reconocida tanto por la Municipalidad Guaireña como por la población. Regresa posteriormente a Cumaná, pero para el año 1813 por su participación activa en pro de la lucha independentista es encarcelado por órdenes del jefe español el asesino Cerveriz, quien ordena su expulsión hacia Europa. Vargas al llegar a Europa de inmediato se dedica con inefable tesón tanto a ejercer la medicina como a perfeccionar sus estudios médicos y quirúrgicos, cursando a la vez en forma incansable estudios de Cirugía, Química, Botánica y Odontología, siendo incorporado por su brillante actuación en el campo de salud como Miembro activo del Real Colegio de Cirujanos Ingleses, convirtiéndose en el primer latinoamericano en ser reconocido en el mismo. No imagino el depredador y asesino Cerveriz que al perdonarle la vida al Doctor Vargas y exiliarlo a Europa, lo habría de convertir en el devenir de los años en uno de los más brillantes médicos y científicos latinoamericano.
El Doctor José María Vargas, regresa a America cargado de sabiduría en el año 1816, estableciéndose en Puerto Rico donde ya se encontraban asilados sus hermanos huyendo de la devastación de la guerra de independencia de Venezuela, de inmediato se incorpora a poner en práctica su profesión desarrollando allí un muy importante labor profesional y científica, a la vez escribiendo numerosos trabajos médicos y colaborando afanosa y estrechamente con La Junta de salud de La Isla, hasta el año 1825 cuando se produce su regreso a Venezuela, dedicándose de inmediato a ejercer la medicina, fundando La Sociedad Médica de Caracas e incorporándose a la Universidad como profesor de Anatomía, para el año 1826 estando Simón Bolívar en Caracas, lo manda a llamar y le asigna la importante misión de reestructurar totalmente la Universidad y lo nombra Rector de la misma, la que luego va a llamarse UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA. Para el año 1827 el Doctor Vargas se inicia en una total y renovada Universidad, donde a la vez ejercía la docencia en Anatomía, Botánica, Mineralogía y Química.
El Doctor Vargas reconvierte al muy estilo europeo La Facultad de Medicina con cátedras que eran entonces desconocidas en Venezuela introduciendo las ramas de las ciencias médicas modernas al país, llevando hasta donde se podía la Facultad de Medicina a la par de las europeas, sin descuidar las otras facultades, y de esta forma, siempre renovando ha de darle a la Universidad y al conocimiento de las futuras generaciones de médicos 25 años de su vida en un constante y sin descanso trabajo académico. Pero realizando a la vez una exitosa administración, saneando por completo las finanzas de La Universidad, presentando cuentas del dinero invertido. Reorganizando las diferentes Facultades, creando nuevas Cátedras, sin descuidar el mantenimiento, reparación y adecuaciones físicas de los salones y la planta en general de la infraestructura; organizando y modernizando las diferentes bibliotecas y dotándolas de lo necesario de acuerdo al conocimiento mundial a la vez que relacionaba la Universidad con otros planteles tanto nacionales como extranjeros, recibiendo a la vez el reconocimiento y el respeto de los alumnos, profesores y egresados, así como de diversos personalidades de la sociedad venezolana como de la comunidad científica internacional.
Durante su rectorado el Doctor Vargas logra convertir la Universidad en un modelo de eficiencia administrativa y en prestigioso centro de estudios; reflejándose esta situación no solo a nivel nacional sino internacional. La Universidad Central de Venezuela se ha de destacar no solo en lo científico, también en lo humanístico en cuanto a la libre determinación del pensamiento democrático tanto de profesores como de alumnos, ya sembrando lo que con el tiempo ha de convertir a la UCV en “LA CASA QUE VENCE LAS SOMBRAS”.
El Doctor Vargas como Profesor de Anatomía, inauguro la disecación de cadáveres, procedimiento este sumamente novedoso para la época, lo que le confirió en los medios científicos y docentes una extraordinaria reputación. Fundó también La sociedad Médica de Caracas, desde donde comenzaron a practicarse reuniones científicas en el país con la asistencia en muchas oportunidades de médicos extranjeros de gran reputación científica internacional, en paralelo también desarrolló una amplia investigación en el área de la botánica que lo lleva a establecer relaciones con científicos notables de este campo en el mundo, entre ellos al Profesor Decondelles, uno de los más grandes botánicos de la época, para el año 1828 al ser fundada en Caracas “La sociedad económica de amigos del país”, fue nombrado por unanimidad su primer director.
Una vez concluido su rectorado en la Universidad, el Doctor Vargas se dedica de lleno a la instrucción, fundando la Cátedra de cirugía y paralelo a esto también se dedica también a la política, asistiendo como Diputado a La Asamblea Constituyente de 1830 por el Partido Conservador, donde despliega una gran actividad en las comisiones de trabajo en las sesiones plenarias, en este debatir en varias oportunidades salvó su voto ante propuestas enviadas por el Libertador a pesar de la gran y antigua amistad que los unía; quedando esto plasmado en el hecho de que Bolívar no vacilara en nombrarlo su Albacea testamentario, a pesar de adversarse políticamente.
Para mediados de 1834 cuando comienza a discutirse sobre las candidaturas para las próximas elecciones presidenciales y dado el gran prestigio no solo nacional sino universal del cual gozaba el Doctor Vargas y a pesar de su total reticencia, al final abrumado por sus amistadas y correligionarios acepta la candidatura y gana ampliamente las elecciones presidenciales para el periodo 1835 a 1839, sustituyendo en la primera Magistratura a su gran amigo el General en Jefe José Antonio Páez, juramentándose ante el Congreso Nacional el 9 de febrero de 1835, pero el 6 de junio del mismo año, estalla un movimiento insurreccional encabezado por el eterno facineroso y traidor Pedro Carujo, el mismo canalla que estuvo implicado en el intento de asesinato se Simón Bolívar en Bogotá; este acto insurreccional contra la Constitución y las leyes fue lo que dio motivo a la escena que ha pasado a la posteridad; entre Pedro Carujo representante de la barbarie y el oscurantismo, del militarismo de la fuerza bruta y del caos y el Doctor José María Vargas representante de la democracia, la libertad y la inteligencia, al gritarle en forma estentórea el traidor Carujo: Doctor Vargas el mundo es de los valientes, a lo que el Doctor Vargas sin alzar la voz, pero en forma clara y con suficiente aplomo le contestó, se equivoca señor Carujo, el mundo es del hombre justo y honrado.
Al enterarse el General Páez de los hechos acaecidos, al frente de un ejército constitucionalista, se enfrenta y derrota totalmente a los facciosos, restituyendo al Doctor Vargas a su cargo como legítimo Presidente de la República, pero para el 24 de abril de 1836 el Doctor José María Vargas renuncia irrevocablemente a la Presidencia y se retira a ejercer su profesión y la docencia universitaria que eran en realidad la pasión de su vida.
Desde el año 1839 hasta 1852 estuvo al frente de La Dirección General de Instrucción Pública (Hoy Ministerio de Educación); en el año 1842 crea la Cátedra de Química en la UCV, posteriormente viaja a Santa Marta Colombia, al frente de la Comisión encargada de la exhumación y traslado de los restos del Libertador a Venezuela. Para el año 1853 viaja a USA y se establece en Filadelfia, posteriormente se traslada a Nueva York, donde enferma y fallece el 13 de julio de 1854 a la edad de 66 años con toda una vida plena de triunfos académicos y de grandes investigaciones científicas. Dejando un gran legado a la humanidad de amante de la democracia, la libertad y la honradez al igual que toda su obra académica. En el año 1877 sus restos fueron traídos a Venezuela y trasladados al Panteón Nacional, tras grandes homenajes póstumos realizados el 27 de abril de 1877.
NOTA: El Antiguo Departamento Vargas, entidad territorial que junto al Departamento Libertador conformaron El Distrito Federal, pasó a convertirse en el Estado José María Vargas, conocido popularmente como “El Estado Vargas” dado los grande méritos y el legado científico del Doctor José María Vargas, así como de su condición de hijo de esa entidad. Nombre que prevaleció hasta hace poco, y de lo que creíamos que los habitantes de esa región se sentían orgullosos, hasta recientemente dado a las grandes mezquindades y a la falta total de conocimiento histórico del para entonces gobernador de esa entidad y su círculo de seguidores y colaboradores lograron eliminarle el nombre de Estado Vargas para que se llamara Estado Guaira.
La falta de conocimiento histórico, la mezquindad, la falta de cultura, el egoísmo y la estrecha visión de este gobernador y su grupo de colaboradores y seguidores, pudieron más que el sentido común y el verdadero sentimiento de patria, eliminarle el nombre de este prócer civil, gran médico, educador y científico, representante de los sagrados concepto de honradez, libertad y democracia, conceptos que fueron en todo momento respetados por El Libertado Simón Bolívar y el General José Antonio Páez entre otros entre otros próceres independentistas. Lo más triste de todo esto es que a los ciudadanos de esa entidad nada les importó semejante atropello a la dignidad nacional, aún esperamos por las protestas que nunca ocurrieron.
Spencer Tracy, gran artista del cine norte americano, dijo en una oportunidad: Los buenos son más que los malos, pero como los buenos callan, los malos hacen lo que les da la gana.
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