En homenaje a los Mártires de Chicago, ejecutados en 1886 y a nuestros trabajadores martirizados por Nicolás Maduro
Se nos vino encima conmemorar otro 1 de mayo, en medio la pandemia del coronavirus y sus secuelas; no sólo en millones de pérdidas humanas, sino también sus efectos devastadores sobre la economía y los trabajadores en todo el planeta; y por supuesto, en una Venezuela devastada, por quien será recordado como el presidente, que más ha pisoteado los intereses de la clase obrera.
De todas formas; siempre habrá de recordarse, la lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en los EEUU donde la policía de chicago reprimió salvajemente a los trabajadores.
También será necesario recordar que en aquellos días cuando el italiano Giuseppi Orsi de Mombello, por órdenes del presidente Joaquín Crespo, inició la construcción del majestuoso Palacio de Miraflores, quizás no imaginó a un Cipriano Castro resolviendo utilizarlo como sede del Poder Nacional; y por supuesto, jamás hubiese pensado como en estos inicios del siglo XXI llegaría al mismo, un “obrero” en calidad de huésped presidencial.
Tampoco aquel grupo de aguerridos trabajadores, cuando en el año 1919 fundaron la Confederación General Obrera, donde se agrupaban los Tranviarios de Caracas, del Gran Ferrocarril de Venezuela, soñaban con la imposible idea de tener sentado en la silla de Miraflores, a otro chofer de la moderna vía férrea que serpentea por la agitada capital, donde sus autoridades alardean de tener un gobierno socialista.
Estas comparaciones pasarían a ser baladíes sino estuviésemos en presencia del hecho histórico, donde la clase trabajadora vive la paradoja de estar siendo gobernada por un obrero, el cual se niega a discutir los contratos colectivos en el sector público, desconoce la autonomía de las organizaciones sindicales, viola sistemáticamente los derechos laborales de las Empresas Estatales y les impone salarios de hambre a los trabajadores del país.
Para quienes gustan de andar poniéndole parches a la historia del movimiento obrero venezolano, con la aviesa intención de hacernos creer, que todo comenzó un 4 de febrero, debemos recordarles los días del año 1936 cuando los obreros petroleros iniciaron sus luchas, en contra de la Venezuela Oíl Co, la Concessions Ltd. La The Venezuela Gulf Oil Co y el consorcio The Lago Petroleum Co.
Las luchas de nuestros trabajadores ha sido una constante en toda existencia, pero desde los tiempos de Manuel Taborda, Max García, Luis Emiro Arrieta, Valmore Rodríguez y el recordado líder petrolero Jesús Faria hasta el día de hoy; jamás, el movimiento obrero venezolano, había visto salir de sus filas a un enemigo de la calaña del traidor de Miraflores.
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